Alarcón, Daniel (1 de julio de 2019). «¿Qué llevó al expresidente de Perú a quitarse la vida?». The New Yorker. Consultado el 26 de noviembre de 2020. «En el 2006, sí ganó. Pasó raspando a la segunda vuelta y prevaleció pintando exitosamente a su oponente, Ollanta Humala, como a un títere del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. En un país lleno de cicatrices por el terrorismo de izquierda, Chávez y su revolución socialista fueron el anatema de muchos. Para García, la narrativa de esa victoria fue una de transformación personal y política: de un joven presidente impetuoso que había fracasado terriblemente a un jefe de estado disciplinado y maduro que había aprendido de sus errores; de un populista, un político de tendencia izquierdista que hablaba el lenguaje del antiimperialismo a un neoliberal de derecha que decía que los indígenas peruanos “no son ciudadanos de primera clase” y los regañaba por obstaculizar la vía del progreso económico. Arrastró a su partido hacia la derecha, preocupándose por cada marca ascendente en la tasa de inflación, si importar cuán insignificante. “Estaba traumado,” me dijo Mercedes Aráoz, quien trabajó en el segundo gabinete de García. “No quería ser conocido como el presidente de la hiperinflación.”».