De un artículo sobre los Greyhounds estadounidensesLos torpederos, estaban considerados como una amenaza importante, y fue preciso para las armadas del mundo defenderse de estos. En 1884 el capitán de navío Fernando Villaamil, fue designado como segundo oficial del ministerio de marina, y se le encargó el diseño de un nuevo tipo de buque de guerra especializado en la lucha contra los torpederos. Una vez que alcanzó una conclusión acerca del diseño, eligió a los astilleros J & G Thomson de Clydebank, Escocia, para construir el nuevo buque. El 19 de enero de 1887, el Destructor, el primer destructor de buques torpederos, entró en servicio en la Armada Española, con gran expectación de la comunidad naval europea. Veinticuatro horas después de partir de Falmouth, Inglaterra, el Destructor arribaba a costas españolas, con una velocidad media de 18 nudos, en medio de una tormenta en el golfo de Vizcaya. Las nuevas funciones y diseño del buque, diferentes a cualquier buque anterior, hacía que muchos pensaran que no podría sobrevivir en alta mar. En un solo día, las dudas acerca del buque y de sus capacidades de navegación oceánicas con malas condiciones climatológicas fueron acalladas, dando la razón a su diseñador y comandante.