Analysis of information sources in references of the Wikipedia article "Edad Media" in Spanish language version.
Casi todos los historiadores que han estudiado el tema están de acuerdo en un punto: En Europa, los siglos XII y XIII marcaron el auge de uno de los fenómenos más interesantes del cristianismo, el culto a la Virgen María (Gerli,1988). Hasta ese momento, la devoción a la Virgen, aun existiendo, había sido algo de importancia menor en la Iglesia. Hilda Graef (1967), desde la más estricta ortodoxia católica, considera al siglo XII como la edad de oro de la mariología. Y Atienza (1991) estima que el culto a María en el occidente cristiano estalló masivamente a finales del siglo XI se expandió a lo largo de los siglos XII y XIII y se estabilizó, pero con una implantación popular cada vez más amplia, a partir del siglo XIV
Véase también una perspectiva más tradicionalista en el artículo Devoción a la Santísima Virgen María de la Enciclopedia Católica.
En tiempos de Mamun, las escuelas de medicina fueron extremadamente activas en Bagdad. El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el califato de Harun Al-Rashid. Al desarrollarse este sistema, médicos y cirujanos fueron requeridos para impartir lecciones en la escuela de médicos, y entregaban diplomas a aquellos a los que consideraban cualificados para practicar la medicina. El primer hospital en Egipto fue abierto en 872, y a partir de entonces saltaron a todo lo largo y ancho del Imperio, desde Al-Andalus hasta Persia.
La Universidad de Al Karaouine (Fez, Marruecos, 859) es considerada la más antigua del mundo.[52] La primera universidad completa sería la Universidad Al-Azhar (El Cairo, Egipto, siglo X), que ofrecía una amplia variedad de graduaciones académicas, incluyendo estudios de post-grado.
En esta época, la noche se vive en ambientes poco luminosos: en cabañas alumbradas a lo sumo por el fuego del hogar, en las estancias amplísimas de castillos iluminados por antorchas o en la celda de un monje a la débil luz de un candil, y oscuras (además de inseguras) eran las calles de los pueblos y de las ciudades. No obstante, ésta es una característica propia también del Renacimiento, del Barroco y -más tarde aún- del período que se prolonga al menos hasta el descubrimiento de la electricidad. En cambio, al hombre medieval se le ve -o, al menos, se le representa en poesía y en pintura- en un ambiente muy luminoso. Lo que llama la atención en las miniaturas medievales es que, habiendo sido realizadas tal vez en ambientes oscuros apenas iluminados por una única ventana, están llenas de luz, incluso de una luminosidad especial, producida por la proximidad de colores puros: rojo, azul, oro, plata, blanco y verde, sin matices ni claroscuros.Umberto Eco, Historia de la Belleza, pg. 99-100
Le Goff, Héroes, maravillas y leyendas de la Edad Media, Paidós, 2010; Georges Duby La época de las catedrales citados por Guillermo Altares Robin Hood y la actualidad de la Edad Media, El País, 26 de diciembre de 2010
Respecto al feudalismo castellano, dado que la historiografía oficial y academicista partió de los presupuestos teórico-metodológicos positivistas y de una idea jurídico-política del feudalismo, no se dudó en asegurar «sin riesgo de error, que el sistema feudal no alcanzó en los Estados de la Reconquista su completo desarrollo y que la estructura social y política de la mayor parte de la España cristiana nunca llegó a constituirse según las formas políticas de los Estados feudales» (Luis García de Valdeavellano, Las instituciones feudales en España, pág. 231). En esta misma línea, a partir de la consideración del feudalismo como un fenómeno esencialmente político y superestructural, se formularía una distinción mixtificante entre régimen feudal y régimen señorial como categorías excluyentes y contrapuestas (Luis García de Valdeavellano, op. cit; Grassotti, Las instituciones feudo-vasalláticas en León y Castilla. Partiendo desde presupuestos positivistas, Salvador de Moxó ha puesto de manifiesto algunas de las limitaciones de las causas y razones aducidas por los dos autores anteriores para mantener la no feudalización castellana. Sociedad, estado y feudalismo, págs. 193-202.). Por fortuna la visión académico-oficial del feudalismo en general y del feudalismo castellano en particular resulta cada vez menos inapelable y su cuestionamiento crítico se halla en marcha, precisamente desde las perspectivas teórico-metodológicas derivadas -en unos casos simplemente invocadas y en otros asumidas directa y conscientemente, aunque con desigual acierto y rigor de la otra concepción del feudalismo: el feudalismo entendido como modo de producción (Pese a no contar todavía con una sola monografía rigurosa sobre el feudalismo en Castilla analizado desde las categorías y métodos derivados de su consideración como «modo de producción» se han publicado ya algunos trabajos y se van ensayando, poco a poco, ciertas observaciones y problemas que apuntan hacia esa dirección: Bartolomé Clavero, Mayorazgo: propiedad feudal en Castilla (1369-1836), págs. 60 y ss.; Señorio y hacienda a finales del antiguo régimen en Castilla; Julio Valdeón Baruque, Prólogo en El modo de producción feudal, Akal, págs. 7-14; Sebastiá Domingo, Crisis de los factores mediatizantes del regimen feudal; Reyna Pastor de Togneri, Del islam al cristianismo, págs. 12 y ss.)
(Citado por Pilar Benejam, Horizonte, pg. 106Quien ha recibido el poder soberano no debe vivir si se lo deja quitar. Tú César, si quieres huir, nada es más fácil... en cuanto a mí, Dios no permita que abandone la púrpura y aparezca en público sin ser saludada como emperatriz. Aprecio mucho esta antigua sentencia: «La púrpura es un glorioso sudario».
parece casi seguro que la consideración y aceptación por la Iglesia del protagonismo mariano en el misterio de la Encarnación fue evolucionando progresivamente desde el siglo II hasta el V (Concilio de Efeso), pero no puede afirmarse con seguridad que se difundiera entre la gran masa de fieles y, menos aún, que fuese objeto de un culto generalizado. Por otra parte, conviene recordar que la liturgia católica fue sustituyendo muy lentamente a los primitivos cultos precristianos, los cuales tardaron varios siglos en olvidarse; aún se pueden rastrear en muchas fiestas actuales de base pagana. Hemos visto que el estudio de las festividades dedicadas a María aporta algunos datos: En la Iglesia oriental solo se tiene noticia de una fiesta anterior al siglo V: la "Conmemoración de Santa María": y, a principios del siglo VI la del "Tránsito de la Virgen". Sorprendentemente, en la Iglesia romana no se conocen fiestas marianas hasta el siglo VII lo qué induce a pensar que la evolución fue bastante más lenta.