La Organización Mundial de la Salud (OMS) prefiere la locución infección de transmisión sexual, pues en algunos casos las personas pueden estar infectadas sin manifestar ninguno de los síntomas, es decir, sin estar «enfermas»); por ejemplo, el caso de la clamidia. Véase «Preguntas y respuestas sobre ETS e ITS» en la página de Avert.org.