«Wagner y los nuestros». ABC. 17 de septiembre de 2013. Consultado el 25 de julio de 2021.Wagner llegó a llamar a Mathilde Wesendonck «señora Calderón» en alguna de sus cartas, porque fue esta amante idealizada, trasunto de Isolda, quien le llevó a conocer y admirar al dramaturgo español Calderón de la Barca. El compositor admiraba profundamente el tratamiento dramático del conflicto entre el deber y la pasión en la obra calderoniana al punto de escribir en una de sus cartas: «Esta conciencia conmovida es precisamente lo que Calderón ha sabido describir en sus dramas, haciéndola eje del conflicto dramático en términos tales que ningún poeta del mundo puede comparársele en esto». Por otro lado, no deja de resultar significativo que Richard Wagner denominará como “drama musical” a su ópera Tristán e Isolda, igual que el dramaturgo designaba a sus piezas.