La publicación taurina El Redondel dijo, en una crónica titulada "Conchita Cintrón triunfó toreando": «De Caltengo y bien puesto. No es un becerro sino un novillo. Coge al Güero Merino en forma aparatosa y acepta después dos verónicas estupendas de Conchita que arman la escandalera en el coso […] Su faena es clásica, del más puro estilo belmonteano […] un pinchazo en todo lo alto y casi inmediatamente después una estocada hasta el puño, en la propia yema, y saliendo la torera rebotada en el embroque. ¡El acabóse! Dobla la res y Conchita corta la oreja mejor ganada de la temporada novilleril […] es más fenómeno, en el sentido figurado de la palabra, que todos los Belmontes habidos y por haber. ¿No les parece a ustedes extraordinario que una muñequita de diecisiete años, que parece de porcelana, toree como los propios ángeles y encima sea una caballista notable y una rejoneadora chipén? ¡Paso a Conchita!» (Véase).