En la Sala del Vidrio del Castell de Peralada, en la "vitrina de los cántaros", se muestra una colección numerosa de piezas decorativas, habituales a lo largo del siglo XVII en Cataluña, y que simbolizan la ley de separación de bienes que existe en Cataluña. Estos cántaros se ofrecían como regalo de boda, uno al novio, y el otro a la novia. Así, se diferencian: cántaros machos (más anchos y redonditos y con un gallo en lo alto) y cántaros hembras (más esbeltos, estrechos y con una gallina empollando); una simbología casi infantil.
Vitrina de los cántaros. Castell de Peralada.