La bibliografía no utiliza de forma unívoca estas etiquetas; por ejemplo, José Camón Aznar utiliza la expresión "Alto Renacimiento" para la segunda mitad del siglo XVI (lo que más habitualmente se entiende como "Bajo Renacimiento español"): Los santos aparecen dispuestos por parejas, según fórmula del Alto Renacimiento. En España se encuentran los antecedentes de esta agrupación en los pintores y en los escultores romanistas. Así se hallan en los altares del Escorial, en los retablos de Esteban Jordán, y de una manera constante en Ancheta. Dominico Greco, Espasa-Calpe, 1950, pg. 524). Aquí, Francisco Gil Tovar invierte la cronología de "alto" y "bajo" Renacimiento: Pueden señalarse como los dos maestros más importantes del primer cuarto de siglo a Bartolomé Ordóñez y Diego de Siloé. Ellos suponen la transición del bajo al alto Renacimiento, es decir, el abandono del estilo cuatrocentista y la influencia de los conceptos de Miguel Ángel (Historia del arte e iniciación al conocimiento de los estilos: arquitectura, escultura, pintura, Compañía Bibliográfica Española, 1965, pg. 208).