«Seres de tercer tipo», que no son frutos del designio subjetivo ni objetos inertes y que incumplen la cesura cartesiana entre cosa extensa y cosa pensante. La dimensión, en buena medida inconsciente de esas instituciones, enlaza también con su intuición más antigua —la naturaleza como obra de arte—, lo cual reafirma la opción de «una ciencia observante, arrinconada hoy por su rama predictiva». A diferencia del mundo simbólico, el soñado y el fantaseado, la realidad física no solo es insondablemente profunda y detallada en todas direcciones, sino el único antídoto para los simplismos sugeridos por el ideal utópico. Antonio Escohotado (3 de febrero de 2009). «Autoexposición académica». Archivado desde el original el 21 de octubre de 2009. Consultado el 27 de enero de 2010.
«Seres de tercer tipo», que no son frutos del designio subjetivo ni objetos inertes y que incumplen la cesura cartesiana entre cosa extensa y cosa pensante. La dimensión, en buena medida inconsciente de esas instituciones, enlaza también con su intuición más antigua —la naturaleza como obra de arte—, lo cual reafirma la opción de «una ciencia observante, arrinconada hoy por su rama predictiva». A diferencia del mundo simbólico, el soñado y el fantaseado, la realidad física no solo es insondablemente profunda y detallada en todas direcciones, sino el único antídoto para los simplismos sugeridos por el ideal utópico. Antonio Escohotado (3 de febrero de 2009). «Autoexposición académica». Archivado desde el original el 21 de octubre de 2009. Consultado el 27 de enero de 2010.
Entre los miles de adjuntos convertidos entonces en titulares Escohotado fue el único en cosechar cinco ceros, uno por miembro del tribunal académico presidido por Emilio Lledó. Año y medio después, cuando el recurso administrativo obligue a razonar el fallo, el tribunal preferirá otorgarle un 5 a razonar los ceros. Véase el programa televisivo de la Universidad de Antioquia La fuerza de los argumentos, 5/5/2014 (cf. https://www.youtube.com/watch?v=WXaLePw47_E).