Analysis of information sources in references of the Wikipedia article "Arte de la Edad Moderna" in Spanish language version.
Antonello de Messine, en possession du secret par lequel Jean de Bruges avait rendu plus facile l'emploi de la peinture à l'huile, le porta à Venise vers 1450, tandis que Dominique le fit connaître à Florence.
En ese entonces trabajaba en Flandes, Juan de Brujas (Van Eyck), quien se puso a experimentar con diversas clases de colores y como le apasionaba dedicarse a la alquimia, preparó muchos aceites para hacer barnices, poniendo una tabla a secar al sol, la cual cuarteó, y viendo el daño producido por el calor, resolvió encontrar el medio de solucionarlo, secando a la sombra y luego de realizar muchos ensayos con sustancias puras o mezcladas entre sí, encontró finalmente que el aceite de linaza y el de nuez, eran los más secantes. Estos, pues, hervidos con otras de sus mezclas, produjeron el barniz que él y todos los pintores habían deseado largamente. Luego vio que si se aglutinaban los colores con esta clase de aceite, les daba una gran solidez y que, secos, no sólo resistian al agua, sino que se volvían muy intensos y brillantes de por sí; sin necesidad de barnizarlos. Y lo más maravillosos era que se mezclaban infinitamente mejor que al temple. Durante algún tiempo, Juan no quiso que nadie lo viera trabajando, ni tampoco le quiso enseñar a ninguno su secreto; pero al envejecer lo confió a su discípulo Rogelio Van Der Weyden. Mas aunque los mercaderes compraban sus obras y el invento se había difundido no sólo en Flandes, sino en Italia, no se conocía el método de ejecutarlas, y el misterio fuera de Flandes nunca fue descubierto durante largos años. Antonello da Messina (nació a principios del siglo XV en Mesina y falleció en 1479), muy diestro en su oficio de pintor y habiendo sabido que al rey Alfonso I de Nápoles, le había llegado una tabla pintada a óleo por Juan, él como muchos otros pintores, fue a verla y alabarla, pues se podía lavar y resistía cualquier golpe; así es que cuando consiguió verla, tuvieron tanta influencia en él la vivacidad de los colores y la belleza y armonía de aquella pintura, que olvidando cualquier otro asunto o pensamiento, se fue a Flandes; y llegando a Brujas, con obsequios de dibujos italianos se hizo muy amigo de Juan, a tal punto que por consideración a Antonello, ya anciano, consistió en que éste viera como procedía para pintar al óleo; y no salió el italiano de dicha ciudad, antes de haber aprendido muy bien el método que tanto deseaba conocer. Habiendo muerto Juan poco después, Antonello volvió a su patria y dio al mundo participación en tan útil, bello y cómodo secreto.
La síntesis de las dos corrientes de pintura se realiza entre 1475 y 1535. No conocemos exactamente los transportadores del óleo a Italia. La tesis Antonello no es demasiado sostenible. La transferencia de un conocimiento celosamente guardado por la escuela de Van Eyck debe ocurrir del mismo modo que ocurre la difusión de la imprenta. Se trata de un secreto demasiado importante para que permanezca guardado por una corporación medieval. Su difusión es incontenible y adopta la forma de una avalancha, con mil frentes y mil fisuras.Grompone, op. cit.
Antonello de Messine, en possession du secret par lequel Jean de Bruges avait rendu plus facile l'emploi de la peinture à l'huile, le porta à Venise vers 1450, tandis que Dominique le fit connaître à Florence.
En ese entonces trabajaba en Flandes, Juan de Brujas (Van Eyck), quien se puso a experimentar con diversas clases de colores y como le apasionaba dedicarse a la alquimia, preparó muchos aceites para hacer barnices, poniendo una tabla a secar al sol, la cual cuarteó, y viendo el daño producido por el calor, resolvió encontrar el medio de solucionarlo, secando a la sombra y luego de realizar muchos ensayos con sustancias puras o mezcladas entre sí, encontró finalmente que el aceite de linaza y el de nuez, eran los más secantes. Estos, pues, hervidos con otras de sus mezclas, produjeron el barniz que él y todos los pintores habían deseado largamente. Luego vio que si se aglutinaban los colores con esta clase de aceite, les daba una gran solidez y que, secos, no sólo resistian al agua, sino que se volvían muy intensos y brillantes de por sí; sin necesidad de barnizarlos. Y lo más maravillosos era que se mezclaban infinitamente mejor que al temple. Durante algún tiempo, Juan no quiso que nadie lo viera trabajando, ni tampoco le quiso enseñar a ninguno su secreto; pero al envejecer lo confió a su discípulo Rogelio Van Der Weyden. Mas aunque los mercaderes compraban sus obras y el invento se había difundido no sólo en Flandes, sino en Italia, no se conocía el método de ejecutarlas, y el misterio fuera de Flandes nunca fue descubierto durante largos años. Antonello da Messina (nació a principios del siglo XV en Mesina y falleció en 1479), muy diestro en su oficio de pintor y habiendo sabido que al rey Alfonso I de Nápoles, le había llegado una tabla pintada a óleo por Juan, él como muchos otros pintores, fue a verla y alabarla, pues se podía lavar y resistía cualquier golpe; así es que cuando consiguió verla, tuvieron tanta influencia en él la vivacidad de los colores y la belleza y armonía de aquella pintura, que olvidando cualquier otro asunto o pensamiento, se fue a Flandes; y llegando a Brujas, con obsequios de dibujos italianos se hizo muy amigo de Juan, a tal punto que por consideración a Antonello, ya anciano, consistió en que éste viera como procedía para pintar al óleo; y no salió el italiano de dicha ciudad, antes de haber aprendido muy bien el método que tanto deseaba conocer. Habiendo muerto Juan poco después, Antonello volvió a su patria y dio al mundo participación en tan útil, bello y cómodo secreto.
La síntesis de las dos corrientes de pintura se realiza entre 1475 y 1535. No conocemos exactamente los transportadores del óleo a Italia. La tesis Antonello no es demasiado sostenible. La transferencia de un conocimiento celosamente guardado por la escuela de Van Eyck debe ocurrir del mismo modo que ocurre la difusión de la imprenta. Se trata de un secreto demasiado importante para que permanezca guardado por una corporación medieval. Su difusión es incontenible y adopta la forma de una avalancha, con mil frentes y mil fisuras.Grompone, op. cit.
Albrecht Dürer en la historia del arte, Juan Grompone, págs. 31-32Hacia 1475 los dos troncos comienzan un importante intercambio de tecnologías. Por un lado, el óleo pasa a Italia; por otro, la forma italiana, la figura humana, pasa a Flandes. En su fase primitiva, el pasaje de tecnologías es por trasiego directo. Los viajeros a Italia ―Van der Weyden, Michel Pacher, Van der Goes o Dürer― o los viajeros a Flandes ―Antonello da Messina― realizan el trasiego necesario para la fusión. En los talleres importantes de uno y otro tronco se realiza la mezcla de las artesanías: el taller Bellini en Venecia, el taller Dürer en Nürnberg, el taller Holbein en Augsburg, el taller Metsys en Amberes. La difusión del óleo flamenco y la forma italiana marca el fin del secreto de los artesanos pintores. Hacia 1525 el taller medieval ha cumplido su ciclo y agoniza definitivamente. La artesanía nueva es divulgada mediante libros. Entre 1470 y 1490 Piero della Francesca escribe su De prospectiva pingendi pero permanece inédito prácticamente hasta el presente siglo; en 1505 Johannes Viator (Jean Pélerin) publica De artificiali perspectiva; en 1509 Luca Pacioli publica De divina proportione; de la misma época es el Trattato della pittura de Leonardo pero no será publicado hasta 1551; en 1525 publica Dürer su Underweysung der messung mit dem zirkel und richtscheyt y posteriormente, en 1528, su Vier Bücher von Menschlicher Proportion. Cierra este ciclo la obra de Vasari Le vite, 1550, el primer estudio histórico sobre la pintura renacentista.