Existe una propuesta de considerarla Colonia Iulia Augusta Emerita. Véanse los trabajos de R. Étienne y F. Mayet "La dénomination antique de Mérida", en Lucerna, Homenaje a D.D. de Pinho Brandão, Porto, 1984, 159-172, para los que el epíteto Iulia se debería a Augusto, y Alicia M. Canto, "Colonia Iulia Augusta Emerita: Consideraciones en torno a su fundación y territorio", Gerión 7, 1989, 149-205, "Las tres fundaciones de Augusta Emerita (1987-1990)", Múnich, 1990, 289-297, y, muy recientemente, "Colonia Iulia Augusta Emerita. Su posible fundación cesariana, 30 años después (video)" (Museo Arqueológico Nacional, 2016); esta autora por su parte, entre una veintena de argumentos textuales y arqueológicos, atribuye el epíteto Iulia de la ciudad (documentado en más de una decena de inscripciones, como tuberías de plomo públicas), a una posible fundación cesariana entre 48 y 44 a.C., como praesidium militar o como municipium, anterior por tanto a la única fecha admitida de la creación colonial ex novo, la de Augusto. No obstante, José María Álvarez Martínez, director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, y otros muchos autores, rechazan la propuesta de lectura I(ulia) (de la cual sólo está documentada la I), y sugieren otros desarrollos de esa inicial, como "I(mmunis)", ya que sabemos por fuentes clásicas su condición de colonia inmune, a diferencia del apelativo Iulia.
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Existe una propuesta de considerarla Colonia Iulia Augusta Emerita. Véanse los trabajos de R. Étienne y F. Mayet "La dénomination antique de Mérida", en Lucerna, Homenaje a D.D. de Pinho Brandão, Porto, 1984, 159-172, para los que el epíteto Iulia se debería a Augusto, y Alicia M. Canto, "Colonia Iulia Augusta Emerita: Consideraciones en torno a su fundación y territorio", Gerión 7, 1989, 149-205, "Las tres fundaciones de Augusta Emerita (1987-1990)", Múnich, 1990, 289-297, y, muy recientemente, "Colonia Iulia Augusta Emerita. Su posible fundación cesariana, 30 años después (video)" (Museo Arqueológico Nacional, 2016); esta autora por su parte, entre una veintena de argumentos textuales y arqueológicos, atribuye el epíteto Iulia de la ciudad (documentado en más de una decena de inscripciones, como tuberías de plomo públicas), a una posible fundación cesariana entre 48 y 44 a.C., como praesidium militar o como municipium, anterior por tanto a la única fecha admitida de la creación colonial ex novo, la de Augusto. No obstante, José María Álvarez Martínez, director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, y otros muchos autores, rechazan la propuesta de lectura I(ulia) (de la cual sólo está documentada la I), y sugieren otros desarrollos de esa inicial, como "I(mmunis)", ya que sabemos por fuentes clásicas su condición de colonia inmune, a diferencia del apelativo Iulia.