En Inglaterra el East End de Londres o las zonas de Manchester que estudió Friedrich Engels en los años 1840. En España hasta la segunda mitad del siglo XX, debido a lo tardío de la industrialización y el éxodo rural; barrios periféricos de Madrid, Pozo del Tío Raimundo y los reflejados en la novela Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, Barcelona, Barrio de Somorrostro, reflejado en Los Tarantos- o Bilbao, margen izquierda del Nervión. Curiosamente, para Bilbao, “Los barrios altos” era el término popular con el que se denominaba, al menos hasta el año 1937, a los distritos de San Francisco y Las Cortes. El nombre hacía clara referencia a la población en zona elevada, cuando Bilbao no tenía prácticamente más población que las Siete Calles, Atxuri, Ascao, entre otros, pero otra denominación alternativa era la de “los barrios obreros”, en referencia al componente social mayoritario de los barrios altos (Presentación de Los Barrios Altos de BilbaoArchivado el 20 de marzo de 2011 en Wayback Machine. de Arturo Izarzelaia Izagirre).
El uso de los términos barrios altos y barrios bajos aparece en Mesonero Romanos aplicado a los barrios del Madrid de mediados del siglo XIX, que estaba experimentando las transformaciones revolucionarias, demográficas y sociales, entre el Antiguo y el Nuevo Régimen (El Antiguo Madrid, 1861, pg. 191). Así identifica como barrios bajos los de Lavapiés, Rastro, Inclusa y Embajadores, centrándose su referencia a las calles entre Lavapiés y Atocha: Zurita, los Tres Peces, La Esperanza, A estas nuevas barriadas, apartadas y humildes, debieron naturalmente refluir las clases más desvalidas de la población cuando, creciendo ésta en número e importancia, rebasó las antiguas cercas y cubrió de edificios costosos las calles y términos de la villa. Formose, pues, la natural división de barrios altos y bajos, y ocupando los primeros los empleados de la corte y las clases acomodadas, tocaron naturalmente los segundos a los jornaleros menestrales; aquéllos, renovándose continuamente con los favores del poder y de la fortuna, con la inmigración constante de forasteros, y con el trasiego de los propios en viajes y comisiones, modificaron infinitamente su carácter y tipo primitivo, perdieron el colorido local, y de la reunión de aquellos matices, adaptados de tan diferentes orígenes y fundidos en el crisol de la corte, vino a formarse otro especial, y por cierto bien interesante, que es el del habitante de Madrid; pero los signos característicos del madrileño (especialmente en la parte menos culta de la población) que pudieron escapar al roce continuo de los otros pueblos y a las tendencias, intrigas y favores cortesanos, han llegado hasta nosotros transmitidos de generación en generación en los habitadores de los barrios bajos. Mesonero Romanos mezcla los significados social y topográfico de alto y bajo al indicar que posteriormente los de Maravillas y calle de Barquillo y otros de la parte alta de la población comprendieron con los demás el albergue de estas clases. También distingue el nombre popular que recibían sus habitantes, que aun siendo todos ellos clases populares, los primeros se conocen como manolería y los segundos como chisperos.
Particularmente en el Casco Antiguo de León para referirse a la Plaza de San Martín y calles adyacentes (Eria, nº 68, 2005, Universidad de Oviedo, Departamento de Geografía. Universidad de Cantabria (Santander), Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio. Pg. 370.
En Inglaterra el East End de Londres o las zonas de Manchester que estudió Friedrich Engels en los años 1840. En España hasta la segunda mitad del siglo XX, debido a lo tardío de la industrialización y el éxodo rural; barrios periféricos de Madrid, Pozo del Tío Raimundo y los reflejados en la novela Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, Barcelona, Barrio de Somorrostro, reflejado en Los Tarantos- o Bilbao, margen izquierda del Nervión. Curiosamente, para Bilbao, “Los barrios altos” era el término popular con el que se denominaba, al menos hasta el año 1937, a los distritos de San Francisco y Las Cortes. El nombre hacía clara referencia a la población en zona elevada, cuando Bilbao no tenía prácticamente más población que las Siete Calles, Atxuri, Ascao, entre otros, pero otra denominación alternativa era la de “los barrios obreros”, en referencia al componente social mayoritario de los barrios altos (Presentación de Los Barrios Altos de BilbaoArchivado el 20 de marzo de 2011 en Wayback Machine. de Arturo Izarzelaia Izagirre).