Escribiendo acerca del significado de los animales en el arte cananeo e israelita, Jean Perrot indica que ellos poseen persistentes funciones simbólicas (Jewish Art, 1961, cols. 69-70). La imagen del becerro de oro, no como ídolo pagano, sino como símbolo o figura simbólica simplemente representativa de una divinidad ética y celestial (a la manera de, por ejemplo, un ángel) es también sostenida por James F. Driscoll ("Golden Calf", The Catholic Encyclopedia, Nueva York: Robert Appleton Company, 1909, vol. 6; Kevin Knight, "Golden Calf", New Advent, 2009; y traducción de Luz María Hernández Medina en la Enciclopedia Católica, 31 de mayo de 2009; consultados 25 de julio de 2014).
Driscoll, "Golden Calf", The Catholic Encyclopedia, 1909, vol. 6: no pocos "escritores han aceptado la opinión de Filo Judeo y los primeros Padres que consideraban el culto a los becerros dorados como tomado de Egipto, y a favor de esta opinión está el hecho de que tanto Aarón como Jeroboam vivieron en Egipto poco antes de construir sus respectivos ídolos; esta opinión, sin embargo, tiene sus dificultades, entre las cuales está la improbabilidad de que una deidad egipcia fuera puesta como un dios «que sacó a Israel de la tierra de Egipto». De ahí que algunos eruditos se inclinan a buscar el origen del culto hebreo al toro en las condiciones y alrededores de los israelitas como pueblo agrícola, para quienes el toro era naturalmente un símbolo apropiado de fuerza y energía vital" (Enciclopedia Católica).
Baruch S. Davidson, "¿Fue Aarón responsable del becerro de oro?", Chabad, febrero de 2011 (accedido 22 de julio de 2014). Dado que Moisés aún estaba en la cumbre del Monte Sinaí, Aarón habría cedido ante las demandas del populacho, mas sólo hasta cierto punto: las celebraciones, según había expresado Aarón, serían dedicadas al Señor, es decir, a Yahvé (y no a algún otro dios).
En la nota de Davidson, su argumento es precedido por un comentario anónimo pero no por ello carente de validez: "Estoy completamente molesto con la interpretación rabínica de la Biblia"; a ello se le agrega otro comentario, publicado en febrero de 2014, tan o más clarificador que el inicial: "Aaron sucumbió a la presión [del] público, cuando debió mantenerse firme y decirle al pueblo que [sus] actitudes y corazones estaban equivocados sobre el becerro de oro" Chabad (consultado 24 de julio de 2014).
jewishencyclopedia.com
Entre los muchos Sumos Sacerdotes que tuvo Israel, Aarón fue designado por Dios para encabezar un extenso linaje sacerdotal que llegaría a contar con 81 sucesores, quienes a su debido momento ejercieron el mismo cargo que Aarón.
Escribiendo acerca del significado de los animales en el arte cananeo e israelita, Jean Perrot indica que ellos poseen persistentes funciones simbólicas (Jewish Art, 1961, cols. 69-70). La imagen del becerro de oro, no como ídolo pagano, sino como símbolo o figura simbólica simplemente representativa de una divinidad ética y celestial (a la manera de, por ejemplo, un ángel) es también sostenida por James F. Driscoll ("Golden Calf", The Catholic Encyclopedia, Nueva York: Robert Appleton Company, 1909, vol. 6; Kevin Knight, "Golden Calf", New Advent, 2009; y traducción de Luz María Hernández Medina en la Enciclopedia Católica, 31 de mayo de 2009; consultados 25 de julio de 2014).
El argumento de tales eruditos es que los numerosos dioses hititas, arameos y asirios fueron escultóricamente representados estando parados sobre animales, mayormente terneros. C.J. Gadd, Iraq 16, 1954, p. 180 (Diccionario Bíblico Cristiano; consultado 29 de julio de 2014).