Kelly, 2006, p. 31. «El activo apoyo de Constantino a su nueva religión fue vital para la expansión y el éxito de la Cristiandad... En este punto el biógrafo admirador de Constantino, Eusebio de Cesarea, es claro: sin la intervención del emperador, la Cristiandad no habría sido más que una religión minoritaria. Sin los generosos subsidios estatales y sin el apoyo imperial, los cristianos habrían seguido siendo una secta aislada en los márgenes sociales y políticos del mundo mediterráneo». Kelly, Christopher (2006). «Constantine, Britain's roman emperor». History Today(en inglés)56 (7): 25-31.
Kelly, 2006, p. 29. «Este notable conjunto de reliquias cristianas y clásicas en el centro de Constantinopla es clave para entender la autopresentación de Constantino. Abierta y orgullosamente se proclamó como heredero de un imperio cuya historia se remontaba trescientos años atrás hasta el emperador Augusto y ocho siglos más allá hasta la fundación de Roma por un refugiado de Troya, Eneas. Sin embargo, notablemente, para Constantino este sentido de la historia romana, y su propio lugar en asegurar su continuidad, no era incompatible con su propio compromiso para llevar a cabo una misión cristiana, encomendada a él en York y confirmada por su visión en el Puente Milvio». Kelly, Christopher (2006). «Constantine, Britain's roman emperor». History Today(en inglés)56 (7): 25-31.
Potter, 2013, p. 1. «Para muchos millones de personas a través de este planeta, una institución que él introdujo y promovió se ha convertido en una parte central de sus vidas; usan y oyen palabras que él aprobó. En el siglo XXI, Constantino es mejor conocido como el emperador romano que se convirtió al cristianismo y haciendo eso hizo posible que el cristianismo se convirtiera en una religión mundial. Sin Constantino, el cristianismo probablemente no ocuparía el lugar que tiene hoy. Sin él es improbable que el cristianismo hubiera emergido de la masa de sistemas de creencias conflictivos, si no similares a menudo, que coexistían en el imperio en el que había nacido». Potter, David (2013). Constantine the Emperor(en inglés). New York: Oxford University Press. ISBN978-0-19-975586-8.
Potter, 2013, p. 63. «No podemos estar seguros cuando fue, pero puede que en el 297 ya había abandonado la corte de su padre y se había mudado a la de Diocleciano». Potter, David (2013). Constantine the Emperor(en inglés). New York: Oxford University Press. ISBN978-0-19-975586-8.
Potter, 2013, p. 225-232. «La situación estaba tan polarizada que sin recurrir a la intervención imperial directa no había una manera real de resolver la disputa». Potter, David (2013). Constantine the Emperor(en inglés). New York: Oxford University Press. ISBN978-0-19-975586-8.
Potter, 2013, p. 239-241. «Constantino parece haber participado en los ritos (que puede que incluyeran la elaboración de un horóscopo, posiblemente en sustitución de un augurio) el 8 de noviembre de 324, antes de la rendición de Licinio. Es probable que él dirigiera la procesión, y, si formó parte de la ceremonia, pudo incluso haber arado él mismo el surco (o parte de él), pero no habría habido ningún sacrificio animal: la ceremonia habría sido una adaptación cristiana de una vieja tradición...». Potter, David (2013). Constantine the Emperor(en inglés). New York: Oxford University Press. ISBN978-0-19-975586-8.
Potter, 2013, p. 289. «El nombramiento por Constantino de su sobrino/yerno con el título de Rey de Reyes y rey de los Pueblos Pónticos fue una declaración virtual de guerra (ciertamente, había sido leída como una declaración de intenciones), porque el título "Rey de Reyes" era el título del rey de Persia. La historia que circuló de que Constantino había sido engañado por un mercader mentiroso que le dijo que los tesoros confiados a él para el emperador por un rey de la India habían sido robados por Sapor fue inventada posiblemente para esconder lo avanzado de los planes». Potter, David (2013). Constantine the Emperor(en inglés). New York: Oxford University Press. ISBN978-0-19-975586-8.