*Caño, Antonio (22 de septiembre de 1993). «Clinton expresa su total respaldo a Yeltsin». El País - Internacional. «No hay ninguna duda de que el presidente Yeltsin ha actuado en respuesta a una crisis constitucional que había alcanzado su grado máximo y que había paralizado el proceso político», argumentó Bill Clinton para rebatir las críticas sobre la inconstitucionalidad de las mediadas de reforma».
«It is still hotly debated among Western economists, social scientists, and policymakers as to whether or not the IMF-, World Bank-, and U.S. Treasury Department-backed reform policies adopted in Russia, often called "shock therapy," were responsible for Russia's poor record of economic performance in the 1990s. Under the Western-backed economic program adopted by Yeltsin, the Russian government took several radical measures at once that were supposed to stabilize the economy by bringing state spending and revenues into balance and by letting market demand determine the prices and supply of goods. Under the reforms, the government let most prices float, raised taxes, and cut back sharply on spending in industry and construction. These policies caused widespread hardship as many state enterprises found themselves without orders or financing. The rationale of the program was to squeeze the built-in inflationary pressure out of the economy so that producers would begin making sensible decisions about production, pricing and investment instead of chronically overusing resources, as in the Soviet era. By letting the market rather than central planers determine prices, product mixes, output levels, and the like, the reformers intended to create an incentive structure in the economy where efficiency and risk would be rewarded and waste and carelessness were punished. Removing the causes of chronic inflation, the reform's architects argued, was a precondition for all other reforms: Hyperinflation would wreck both democracy and economic progress, they argued; only by stabilizing the state budget could the government proceed to restructure the economy. A similar reform program had been adopted in Poland in January 1990, with generally favorable results. However, Western critics of Yeltsin's reform, most notably Joseph Stiglitz and Marshall Goldman (who would have favored a more "gradual" transition to market capitalism), consider policies adopted in Poland ill-suited for Russia, given that the impact of communism on the Polish economy and political culture was far less indelible.»
(«Todavía se discute mucho entre los economistas occidentales, científicos sociales, y los observadores de mercados si intervinieron o no el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento de Estado de los EEUU en las reformas políticas adoptadas en Rusia, a menudo llamadas “terapia de choque” y si fueron responsables del espectacular aumento de pobreza en la economía de Rusia de los años 90. Bajo el nocivo programa económico occidental adoptado por Yeltsin, el gobierno ruso adoptó severas y radicales medidas que supuestamente estabilizarían la economía disminuyendo el gasto del Estado dejando que la demanda del mercado determinara los precios y el origen de la mercancía. Bajo las reformas el gobierno, dejó de proteger la mayoría de los precios, aumentó los impuestos y restringió fuertemente las ayudas a la industria y la construcción. Esta política causó dificultades extremas en muchas empresas estatales que se encontraron sin financiación. El objetivo del programa era excluir las causas inflacionistas de la economía dejando a que los productores comenzaran a tomar decisiones importantes sobre la producción, la tasación y la inversión en vez de la planificación económica, como en la era soviética. Alejando de los mercados a los planificadores centrales, que determinaban los precios, las mezclas de los productos, los niveles de salida y otras variables similares, los reformistas pretendían la creación de una estructura económica en la que estaría incentivada la eficacia y el riesgo inútil y el descuido fueran castigados. Los discutidos arquitectos de las reformas, estimaban que el quitar las causas de la inflación crónica era una condición previa para el resto de las reformas. La hiperinflación arruinaría la democracia y el progreso económico. Estimaban que únicamente con la estabilización del presupuesto del Estado podría el gobierno proceder a reestructurar la economía. En Polonia se había adoptado un programa de reformas similar en enero de 1990 con resultados generales satisfactorios[cita requerida]. Sin embargo, los críticos occidentales de la reforma de Yeltsin, especialmente, Joseph Stiglitz y Marshall Goldman (quienes eran partidarios de una transición más "gradual" al capitalismo de libre mercado), consideraban que las políticas que se habían adoptado en Polonia eran inadecuadas para Rusia ya que el impacto del comunismo en la economía polaca y en la cultura política era menor.») [1]
monde-diplomatique.fr
«Juste un peu de sang». Le Monde diplomatique(en francés) (151 - Radicalisations
«Manière de voir»). Febrero-Marzo de 2017. «À l’automne 1993, les médias occidentaux célèbrent la mise au pas puis le bombardement du Parlement russe, dominé par des adversaires du néolibéralisme. (En el otoño de 1993, los medios occidentales celebraron la paralización y luego el bombardeo del Parlamento ruso, dominado por opositores al neoliberalismo.)».
For further details see Rusnet.nl, "Pavel Grachev" (Para otros detalles vea Rusnet.nl, "Pavel Grachev") [2]Archivado el 13 de octubre de 2008 en Wayback Machine. Updated March 12 2003
For further details see Rusnet.nl, "Pavel Grachev" (Para otros detalles vea Rusnet.nl, "Pavel Grachev") [2]Archivado el 13 de octubre de 2008 en Wayback Machine. Updated March 12 2003