Analysis of information sources in references of the Wikipedia article "Crisis cíclicas" in Spanish language version.
La dinámica del capitalismo, sus fases de auge y sus crisis de acumulación han determinado los procesos de estructuración-reestructuración del territorio en cualquiera de sus escalas: local, regional, nacional o global. La globalización es un proceso relativamente nuevo, con aproximadamente cinco siglos de existencia, desde que el orden capitalista dominó al mercantilismo en la esfera económica y sobre el absolutismo guillotinado encontró su expresión política en la filosofía liberal y en el Estado nacional su expresión territorial.Diversas son las fases que el capitalismo, entendido como un orden social y económico, y su instrumento –el capital–, ha adoptado. Su fase mercantil preindustrial llega hasta el siglo XVIII y da paso a la época del capitalismo industrial determinado por las técnicas pero sobre todo por los procesos de trabajo de la primera revolución industrial. La ley marxista de la centralización y concentración del capital ayuda a entender su paso a la fase del capitalismo monopolista –segunda revolución industrial– hasta la fase del capitalismo global. El imperativo de la ganancia y de la acumulación –su leitmotiv– exige cada vez más mercados, tanto de materias primas como de productos manufacturados. Es así como se ha ido tejiendo este planeta, integrando los continentes, rotando sus coordenadas, estructurando los territorios y jerarquizando sus espacios.
Marx, al desnudar el edificio capitalista visibilizando su lógica y sus contradicciones internas puso de presente que el capitalismo funcionaba en períodos de auge y receso. Paralelo a las discusiones entre Trotsky y Parvus sobre las ondas largas del capitalismo, a las tesis de los ciclos cortos, cinco a diez años de Jutglar [sic, error frecuente, por Clement Juglar] y Kitchin, fue un antiguo viceministro de alimentación de la época de Kerensky, Nicolás Kondratieff, quien acuñó el concepto de los ciclos que llevan su nombre, cuya duración oscila entre cuarenta y cincuenta años.
Posteriormente el economista Ernest Mandel –dirigente del marxismo revolucionario– fue el continuador de este tipo de análisis donde por supuesto el comportamiento de la tasa de ganancia determina las fases de auge o de receso, que en términos de Kondratieff se denominan las fases A y B. En las primeras los niveles de inversión, empleo y la tasa de ganancia son altos, mientras que en la fase B o de receso se presenta el caso contrario.
Desde la perspectiva de la ortodoxia económica, las tesis neoclásicas explican este proceso con base en la movilidad de los factores de producción a través del comercio internacional y la hipótesis de convergencia. En las primeras épocas, tanto la fuerza de trabajo –grandes migraciones a los Estados Unidos– como el capital en forma de mercancías circulaban libremente. Ahora existen restricciones para la movilidad de la fuerza de trabajo de la periferia mas no para las mercancías o los capitales.
Por otra parte, por fuera del pensamiento marxista, fue Schumpeter quien hizo uno de los mayores aportes a la comprensión de los ciclos económicos al vincular las innovaciones tecnológicas y la capacidad empresarial como determinantes de las fases de auge y receso. A través de sus investigaciones puso de presente cómo estas fases duraban cerca de cincuenta años en los cuales las oleadas de innovaciones tecnológicas marcaban la fase de auge y su declive la fase contraria.
La dinámica del capitalismo, sus fases de auge y sus crisis de acumulación han determinado los procesos de estructuración-reestructuración del territorio en cualquiera de sus escalas: local, regional, nacional o global. La globalización es un proceso relativamente nuevo, con aproximadamente cinco siglos de existencia, desde que el orden capitalista dominó al mercantilismo en la esfera económica y sobre el absolutismo guillotinado encontró su expresión política en la filosofía liberal y en el Estado nacional su expresión territorial.Diversas son las fases que el capitalismo, entendido como un orden social y económico, y su instrumento –el capital–, ha adoptado. Su fase mercantil preindustrial llega hasta el siglo XVIII y da paso a la época del capitalismo industrial determinado por las técnicas pero sobre todo por los procesos de trabajo de la primera revolución industrial. La ley marxista de la centralización y concentración del capital ayuda a entender su paso a la fase del capitalismo monopolista –segunda revolución industrial– hasta la fase del capitalismo global. El imperativo de la ganancia y de la acumulación –su leitmotiv– exige cada vez más mercados, tanto de materias primas como de productos manufacturados. Es así como se ha ido tejiendo este planeta, integrando los continentes, rotando sus coordenadas, estructurando los territorios y jerarquizando sus espacios.
Marx, al desnudar el edificio capitalista visibilizando su lógica y sus contradicciones internas puso de presente que el capitalismo funcionaba en períodos de auge y receso. Paralelo a las discusiones entre Trotsky y Parvus sobre las ondas largas del capitalismo, a las tesis de los ciclos cortos, cinco a diez años de Jutglar [sic, error frecuente, por Clement Juglar] y Kitchin, fue un antiguo viceministro de alimentación de la época de Kerensky, Nicolás Kondratieff, quien acuñó el concepto de los ciclos que llevan su nombre, cuya duración oscila entre cuarenta y cincuenta años.
Posteriormente el economista Ernest Mandel –dirigente del marxismo revolucionario– fue el continuador de este tipo de análisis donde por supuesto el comportamiento de la tasa de ganancia determina las fases de auge o de receso, que en términos de Kondratieff se denominan las fases A y B. En las primeras los niveles de inversión, empleo y la tasa de ganancia son altos, mientras que en la fase B o de receso se presenta el caso contrario.
Desde la perspectiva de la ortodoxia económica, las tesis neoclásicas explican este proceso con base en la movilidad de los factores de producción a través del comercio internacional y la hipótesis de convergencia. En las primeras épocas, tanto la fuerza de trabajo –grandes migraciones a los Estados Unidos– como el capital en forma de mercancías circulaban libremente. Ahora existen restricciones para la movilidad de la fuerza de trabajo de la periferia mas no para las mercancías o los capitales.
Por otra parte, por fuera del pensamiento marxista, fue Schumpeter quien hizo uno de los mayores aportes a la comprensión de los ciclos económicos al vincular las innovaciones tecnológicas y la capacidad empresarial como determinantes de las fases de auge y receso. A través de sus investigaciones puso de presente cómo estas fases duraban cerca de cincuenta años en los cuales las oleadas de innovaciones tecnológicas marcaban la fase de auge y su declive la fase contraria.