"Vasari acierta con la interpretación manierista del concepto de grazia (intraducible -véase gracia-) cuando la caracteriza como un elemento indefinible dependiente del juicio instintivo del ojo. La correcta proporción produce belleza, pero no grazia. La Bella maniera, por su parte, engendra una grazia que, simplemente, no puede medirse. También depende de la facilidad en la ejecución. El artista debe ser diestro y espontáneo, ya que la grazia puede destruirse con el excesivo estudio ... como la sprezzatura de Castiglione, la grazia de Vasari no puede aprenderse. La facilidad no asegura la grazia, sino que estimula la libertad y osadía del disegno. La Bella maniera es, pues, elegante y dulce, con una atisbo de deformación graciosa y virtuosismo casual." (Rika, op. cit., pg. 21 (sección Mannerist Theory - The visual arts).