García Sánchez, Jairo J. (2003). Centro Virtual Cervantes, ed. «Baleares y sus topónimos (II)». Consultado el 5 de abril de 2009. «Buena parte de las localidades mallorquinas poseen un nombre de origen latino. Vemos, si no, que Manacor se deriva de un lat. (villa/pinna) monachorum ‘(villa o peña) de los monjes’; Llucmajor es evolución del lat. lucum maiorem ‘bosque grande, mayor’; Pollensa (Pollença) es un nombre favorecedor a partir del lat. Pollentia ‘poderosa, potente’, del mismo tipo que Valencia (< lat. Valentia) o Plasencia (< lat. Placentia); Felanich (Felanitx) procede del lat. Fenales ‘terrenos de heno’ —término que en zona castellana ha dado Henares—, con alternancia de consonantes, cambio de acento y palatalización de la -s final por influencia árabe; y Andrach (Andratx) puede provenir de un lat. antra ‘cuevas’, con adición de -s hipercaracterizante del plural y mismo fenómeno de palatalización que en Felanich. Dejamos pendiente para un último capítulo otros topónimos característicos y de procedencia distinta.»
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Vegas, 1795, p. 10. Vegas, Antonio (1795). «Felanítx, ó Felanich». Diccionario geográfico universalIII. Madrid: Imprenta de Don Joseph Doblado.
Dameto, Juan; Mut, Vicente; Alemany, Gerónimo (1841). Historia general del reino de Mallorca. Palma de Mallorca: Juan Guasp y Pascual. p. 500, 527 y 543.