De ahí que ese artificio consistente en abrir cada capítulo con una posición de jugada y que la resolución de esta cumpla, punto a punto, con aquello que hace el protagonista en un Madrid que se nos antoja un enorme tablero imaginario, nos entusiasme porque está construido con esa destreza que está más allá del mero juego de la inteligencia. Aquí el autor parece haber tenido en cuenta el ejemplo de la estética cortazariana, donde la exactitud no está reñida con la verdad que se debe al corazón (“Del ajedrez y sus nostalgias”, Juan Ángel Juristo. ABC Cultural, 6/07/02).
Por encima de todo es un autor que apuesta por un estilo personal e intransferible, alejado de modas y estéticas. Tras abordar varios géneros literarios, ahora se ha metido a fondo en la época victoriana con su nueva novela, Yo también fui Jack el Destripador, una narración de intriga en la que de forma cabal se hace una investigación sobre quién fue el asesino más famoso del mundo a través de un retrato preciso de una galería de personajes decimonónicos de la talla de Lewis Carroll, H.G. Wells o Conan Doyle (“García Calderón desmonta a Jack el Destripador en su nueva novela”. Andrés González-Barba, ABC, 01/04/15).
El autor no le da respiro a su lector: le sorprende, le asusta, le desconcierta, le asalta con claves literarias —el París de los exiliados sudamericanos en el que aparecen nombres como Julio, Borges, Arlt, las constantes citas— o con descensos en picado hacia el alma del protagonista (Care Santos. El Cultural, 17/05/2000).
elnortedecastilla.es
García Calderón aplica la intriga policíaca a un relato intimista que recorre la vida de un grupo de amigos nacido en la Universidad de finales de los setenta y que veinte años después, por una muerte, se reencuentran. Pero no hay que fiarse de una síntesis tan fácil. El autor juega con el lector, como parece que han jugado sus personajes y su memoria con él. Logra enganchar la atención desde el primer momento sin mitigar el desconcierto [...]. Entretenida y audaz, con momentos de gran lirismo [...], el esfuerzo merece la pena. Ganador del premio Ateneo de Valladolid, es uno de los casos en los que un galardón sirvió para impulsar una buena pluma (“Intriga intimista”, Victoria Martín Niño. El Norte de Castilla, 7/10/06).
elpais.com
La noticia trasciende los límites de las novelas de intriga para adentrarse en el desengaño de la generación de la transición (S. Belausteguigoitia. El País, 29/03/06).
farodevigo.es
Todos estos elementos, bien manejados por el autor, hacen de esta novela un gratificante ejercicio de lectura (está muy bien escrita) en el que se mezclan episodios y personajes reales coetáneos (Floridablanca, el Conde de Aranda, Quevedo) e históricos (Isaac Newton, Leibniz, Maupertuis) con elementos mágicos y mitológicos sobre los que se desarrolla una trama que atrapa la atención del lector hasta su final. (“La novela histórica, una aproximación”. Francisco R. Pastoriza, Faro de Vigo, 22/09/2018).
granadahoy.com
El escritor sevillano Fernando García Calderón propone una ingeniosa intriga literaria en torno a la inacabable fascinación por Jack el Destripador [...] Sin duda, la novela de García Calderón pertenece a la posmodernidad anunciada por Eco: volver sobre lo escrito y lo leído, usados ambos como material literario, proporciona aquí una fantasía consistente (“Una sombra en la noche”. Manuel Gregorio González, Granada Hoy, 29/03/15).
latormentaenunvaso.blogspot.com.es
Lo que sé de ti demostraba un rigor en la construcción y un riesgo en el lenguaje poco comunes en nuestra tradición literaria. Tenía la sensación de estar leyendo a una especie de Gesualdo Bufalino excelentemente traducido. Con su última novela me ha sucedido algo similar: extrañeza inicial por el estilo y seducción casi inmediata por el riesgo formal del autor y por su prosa personalísima [...]. Esta llama helada que ilumina la obra de García Calderón es uno de sus atractivos. Es un autor raro, realmente singular, apasionante. (“Solo con invitación: Fernando García Calderón”. Óscar Esquivias, La tormenta en un vaso, 12/07/06).
todoliteratura.es
El elemento diferenciador de esta novela es el cambio de protagonista de la misma, lo que siempre es muy arriesgado. Un cambio que Fernando García Calderón ha sabido gestionar con solvencia y elegancia [...]. Para olvidar quién fuiste es una gran novela que se merece una amplia aceptación por parte de los lectores. Una novela que nadie debería perderse si se quiere conocer ese abyecto mundo de los nazis huidos y cómo fueron cazados por un puñado de valientes que lucharon contra viento y marea para hacer justicia (Javier Velasco Oliaga, Revista Todo Literatura, 03/05/2020).