Romero, 1982, p. 17-18. "Cuando en la tarde del 20 de febrero de 1936 los españoles oyeron por radio el discurso que pronunció el recién nombrado presidente del Gobierno, Manuel Azaña, experimentaron una sensación de alivio, primer momento de reposo después de unos días vividos en un frenético estado de ánimo... Azaña, desde su actitud aparentemente arrogante, cruzando las manos a la espalda tal como le muestra la fotografía ante el micrófono instalado en el Ministerio de la Gobernación, se había dirigido a todos los españoles 'con palabras de paz'... Afirmando su autoridad, declara que este gobierno 'es el único ejecutor del programa político que ha servido de base a la coalición electoral'. Su discurso es ponderado, conciliador en la medida que el Frente Popular y él mismo pueden serlo..." Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 159-160. "Estaba convencido Largo Caballero de que la única salida del estancamiento político y de la confusión que conmovían al país había que buscarla en la dictadura de la clase trabajadora y que el Gobierno estaba incapacitado para aportar soluciones válidas y justas" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 102-103. "Este artículo molestaría personalmente a Indalecio Prieto por el tono desabrido y de superioridad con que se le amonestaba; lo que es peor, le haría ver que un amplio sector del socialismo se iba a oponer a que se formara el pretendido gobierno de concentración [presidido por él]" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 76. "Entre los diputados el ambiente era de confusión e inquietud, pues, aunque las noticias llegaban incompletas y fraccionadas, se conocía la gravedad de los incidentes y hasta qué punto la exasperación dominaba la calle. Prieto recomendó a Besteiro que acudiera al despacho de la Presidencia de las Cortes y se quedara allá junto a Jiménez de Asúa, y él se dirigió a recoger a Azaña en la Presidencia del Consejo" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 76-77. "Estas palabras no parecen las más adecuadas para ser pronunciadas por un jefe de Gobierno... El efecto de la amenaza de pasividad por parte del Gobierno ante los atropellos [de las fuerzas que le apoyaban], sólo podía provocar reacciones defensivas en la derecha, reacciones cuyo resultado se manifestaría en forma ofensiva" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 87. "Hasta ese momento [11 de marzo] había sido [gobernador civil] de Huesca... Durante la guerra iba a ser detenido y permaneció en la cárcel de Zaragoza hasta que una noche él y otros presos, entre los cuales estaba el gobernador civil, fueron sacados y ejecutados sin formación de causa" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 153-156. "El 16 de junio, salvo la la CNT, que no tenía ni voz ni voto en el Parlamento (el sindicalista Pabón no los representaba), miembros de todas las minorías manifestaron sus respectivas posturas; hablaron los portavoces de quienes un mes después iniciarían una lucha con las armas en la mano. [...] La República estaba descomponiéndose; los enemigos de la derecha conspiraban, todavía con escasa fortuna, pero con tesón afanosos; desde la izquierda trataban de arrollarla y sustituirla por una dictadura de clase que conservaría su nombre; los gobernantes, que eran minoría, se autoconsideraban los únicos y legítimos republicanos, con lo cual el espacio natural de la joven República quedaba reducido; los anarcosindicalistas, si se exceptúan los escasos seguidores de Pestaña, se hallaban fuera del juego: contra" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 164-165. "El discurso, que transcurría por vías plausibles, en un momento deriva hacia la polémica, cuando Calvo Sotelo, desviándose del tema principal [la situación económica del campo], denuncia que se ha entregado por parte del Gobierno un millón de pesetas al periódico Avance, de Oviedo. El socialista asturiano Belarmino Tomás interrumpe: '¡Se ha pagado lo que vosotros destruisteis!', y el incidente se generaliza. Calvo Sotelo se hace oír: '¡Por fortuna no implantaréis vuestras especulaciones fantasmagóricas!', a lo que responden voces socialistas: '¡Las implantaremos!' Y Calvo Sotelo, en tono imprecatorio replica: '¡No os dejaremos!, con lo cual el griterío se hace mayor y cualquier asomo de serenidad se disipa. En medio de la crispación general, el orador reemprende el discurso: 'El campo español no encontrará su remedio ni en este Gobierno, ni en el Frente Popular, ni en la República, si...' El escándalo cubre las palabras de Calvo Sotelo, y el presidente, haciendo sonar la campanilla, repite por tres veces en tono admonitorio: '¡Señor Calvo Sotelo, señor Calvo Sotelo, señor Calvo Sotelo...!' Y éste, que ha quedado un instante en suspenso, grita: '¡Bueno, pues me siento y no hablo!' Y mientras los diputados de la derecha le aplauden, los de la mayoría le abuchean" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 113. "Ese martes 19 de mayo, todavía era posible la paz. Ni los socialistas de Largo Caballero y los comunistas tenían fijada fecha, ni próxima ni distante, para emprender una acción revolucionaria que mereciera el nombre de tal, ni Mola tenía organizado nada verdaderamente serio; ni siquiera estaba redactada aún aquella instrucción número 2, que una semana después iba a difundir con el título 'El objetivo, los medios y los itinerarios'" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 114. "En los escaños opuestos [a la mayoría] la impresión fue penosa, no tanto porque declarara su beligerancia contra el fascismo, como por la interpretación que daba a la palabra, bajo cuyo concepto incluía a todos aquellos que no pertenecían al Frente Popular, es decir, a media España" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.
Romero, 1982, p. 170. "Prieto está ya convencido de que va a producirse una sublevación y abandona la política seguida hasta este momento que, si se manifestaba en ocasiones con agresividad que venía engendrada por su carácter y por no ser acusado de contemporizador por miembros de su propio partido, dejaba una puerta abierta o entreabierta, al diálogo con sus adversarios del centro y la derecha" Romero, Luis (1982). Por qué y cómo mataron a Calvo Sotelo. Premio Espejo de España 1982. Barcelona: Planeta. ISBN84-320-5678-2.