Romero Gómez, Emilio (31 de enero de 1981). «Las tertulias de Madrid». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016.
Fernández de Córdoba y Calleja, Enrique (24 de febrero de 2011). «Un testigo del 23-F». ABC. Consultado el 23 de febrero de 2016.
«Milans y Armada se contradicen». ABC. 14 de agosto de 1981. p. 1. Consultado el 30 de marzo de 2016. «A las 23,50 horas del 23 de febrero el general Alfonso Armada entra en el Congreso. Habla con Tejero, quien no acepta la oferta de abandonar España con los oficiales que le han seguido.»
«Milans retira las tropas». ABC. 6 de febrero de 1982. p. 13. Consultado el 10 de abril de 2016. «El general Caruana se presenta en capitanía general y dice al teniente general Milans del Bosch que había recibido la orden del JEME de arrestarle. En ese momento le llama por teléfono el Rey. El general Caruana escucha las palabras con que el teniente general Miláns del Bosch se despide: "A las órdenes de Vuestra Majestad, Señor; mi lealtad hasta el fin" así como la orden de retirar las fuerzas, que el teniente general Milans del Bosch da inmediatamente después de colgar el teléfono.»
Preston, 2003, p. 447-448. "Dado el enorme prestigio en el Ejército de los generales implicados en la reunión de Játiva/Jávea, el gobierno era reacio a tomar medidas drásticas que pudieran precipitar los acontecimientos, y nada se hizo para castigar esta reunión, implícitamente sediciosa" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Preston, 2003, p. 454. "Gutiérrez Mellado, rodeado de una docena de generales, le dijo en tono sombrío [al secretario de la comisión parlamentaria] que no podría controlar la reacción del Ejército si no se limitaba el alcance de la amnistía, e incluso amenazó con dimitir si la ley se extendía a la UMD" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 40; 270. "Tejero fue sometido a juicio, pero la condena que le impuso el tribunal militar acabó siendo irrisoria [...] y que le convenció de que podía volver a intentarlo sin correr más riesgo que el de pasar una pequeña y confortable temporada en prisión, convertido en el héroe semisecreto del ejército y en el héroe clamoroso de la ultraderecha" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 480. "El lunes 28 de mayo, el general Atarés Peña fue sometido a un consejo de guerra ... El delito de Atarés Peña había sido cometido —e iba a ser juzgado— dentro de la jurisdicción de la región militar de Valencia comandada por Milans del Bosch, que era claramente simpatizante. Bajo la presidencia del general Luis Caruana Gómez de Barreda, gobernador militar de Valencia, que posteriormente tendría un importante papel en el intento golpista de Tejero de 1981, el tribunal absolvió a Atarés del cargo de indisciplina. Aunque aquello era evidentemente un juicio a Gutiérrez Mellado más que al acusado, tanto el gobierno como la oposición mantuvieron silencio sobre la absolución de Atarés" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 125-126. "Como la mayoría de los alborotos militares de aquellos años, no se trató de un fruto espontáneo de la emoción del momento, sino de un acto preparado por una alianza previa de oficiales partidarios del golpe y de grupos ultraderechistas" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 278-279. "No sabemos si el Rey lo leyó [el informe], aunque sí sabemos que lo leyó Fernández Campo y que nadie en la Zarzuela lo comentó de momento con Armada, pero en las semanas siguientes, mientras corría el rumor de que el PSOE preparaba una nueva moción de censura contra Adolfo Suárez, el texto circuló por despachos, redacciones de periódicos y agencias de noticias" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 279-280. "Quien hablaba con Armada terminaba convencido de que era el Rey quien hablaba por su boca y de que todo cuanto Armada decía lo decía también el Rey. Por supuesto, era falso..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 51-52. "Detractor implacable de la política del presidente; implacable y público: Ansón reunía periódicamente en el comedor de la agencia EFE a políticos, periodistas, financieros, eclesiásticos y militares" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 43; 59. "«Si se quiere dar el golpe de timón, el cambio de rumbo que todos sabemos necesario, se nos encontrará dispuestos a colaborar» [dijo Fraga cuatro días antes del golpe]" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 53; 204. "Carrillo fue uno de los pocos políticos de primera línea que no participó en las maniobras políticas contra Suárez que prepararon el 23 de febrero, y jamás mencionó golpes de bisturí o de timón como no fuera para denunciar que esa terminología tenebrosa y esos coqueteos con el ejército constituían la munición ideal del golpismo" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 143-144. "Sin duda intervino el miedo. [...] La mayoría de los ciudadanos seguían identificando al Rey con Suárez, de forma que el hundimiento de Suárez podía arrastrar consigo a la monarquía. Este argumento alarmante, especioso y reiterado debió de contribuir a que, forzando la neutralidad a que la ley le obligaba, el Rey se impusiera el deber y se arrogara el derecho de contribuir a la caída de Suárez" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 488-489. "La decadencia de Suárez dejó al Rey en una situación insostenible... En el otoño de 1980, Juan Carlos comprendió preocupado que Suárez estaba aislado de su gabinete, de su partido y de la prensa" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 65. "Múgica y Armada... convienen en que el único responsable de la catástrofe es Suárez y en que la salida de Suárez del poder es la única solución posible al desaguisado" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 66. "Todo esto no significa desde luego que durante el otoño y el invierno de 1980 los socialistas conspiraran en favor de un golpe militar; significa sólo que una fuerte dosis de aturullamiento irresponsable provocada por la comezón del poder les llevó a apurar hasta lo temerario el asedio al presidente legítimo del país y que, creyendo maniobrar contra Adolfo Suárez, acabaron maniobrando sin saberlo en favor de los enemigos de la democracia" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 282-283. "A partir de aquel momento [la operación Armada] era una operación más que política, puesto que guardaba en la recámara el recurso de un golpe militar para el caso de que no pudiera imponerse por medios solamente políticos" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 287. "Fiel a una estrategia consistente en no hablar nunca del golpe en presencia de más de una persona y en buscar coartadas para cualquier movimiento hipotéticamente comprometedor (de ahí que siempre hablara a solas con Milans y que siempre acudiera a Valencia en compañía de su esposa y con el pretexto de resolver asuntos privados), Armada puso una excusa de última hora y no asistió al cónclave" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 501. "Era extremadamente infrecuente que Juan Carlos interviniera de este modo, insistiendo en un determinado nombramiento, lo cual revelaba la gran estima y afecto que sentía por Armada, con quien seguía uniéndole una estrecha amistad. Es también probable que, circulando rumores de golpe de Estado, quisiera una persona de su confianza en Madrid" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 148. "Suárez no se marchó voluntariamente del poder, sino que lo echaron: le echó la calle, le echó el Parlamento, le echaron Roma y Washington, le echó su propio partido, le echó su propio derrumbe personal, al final le echó el Rey" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 148-149. "Suárez no dimitió porque le obligaran a hacerlo los militares ni dimitió para frenar un golpe militar: como presidente del gobierno adolecía de muchos defectos, pero entre ellos no figuraba la cobardía... Tampoco hay ninguna duda de que si hubiera sabido que tramaban un golpe se hubiera aprestado a pararlo" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 146. "Es imposible que Suárez no sintiera que [algunas de las frases del discurso] estaban dirigidas a él; también, que no las interpretara como lo que probablemente eran: una acusación de aferrarse al poder como un fin en sí mismo..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 290. "En los dos días siguientes la tensión se desbocó: durante una bronca sesión parlamentaria la oposición acusó al gobierno de tolerar la tortura, hubo enfrentamientos públicos entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia, hubo destituciones de funcionarios y acto seguido un plante policial que incluyó la dimisión de su directiva al completo; el 21, en fin, ETA secuestró al cónsul de Uruguay en Pamplona y a los de Austria y El Salvador en Bilbao" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 510. "Durante el periodo de consultas... el Rey no hizo mención alguna de una posible coalición dirigida por Armada... pese a que le habría resultado muy fácil plantear la posibilidad de un gobierno de coalición; la idea estaba en el aire. Todo esto indica que, con la dimisión de Suárez y su sustitución por Calvo Sotelo, el Rey consideraba que la situación había recibido el 'golpe de timón' que requería" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 290. "Ante Armada ya sólo se abrían dos alternativas: una consistía en olvidar sus ambiciones y convencer a Milans de que olvidara la operación militar y en que Milans convenciera a su vez a Tejero y a los demás conjurados de que olvidaran la operación militar; la otra consistía en descongelar la operación militar y en usarla a modo de ariete para imponer por la fuerza una receta política que no había podido imponerse por medios solamente políticos. Ni Armada ni ninguno de los demás conjurados se planteó siquiera la primera alternativa..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 296. "[Según Tejero] la entrevista se celebra, y en ella Armada vuelve a darle a Tejero las mismas instrucciones que éste recibió de Cortina días atrás: la operación debe ser discreta e incruenta, el teniente coronel debe entrar en el Congreso en nombre del Rey y de la democracia y debe salir de allí en cuanto llegue la autoridad militar que se hará cargo de todo.. Se identificará con una contraseña: «Duque de Ahumada»" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 49. "Según se había hecho en el periódico en otras ocasiones, una esfera roja advertía de que la portada encerraba una información convenida" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 164-165. "Quintana Lacaci inicia un violento forcejeo telefónico, erizado de gritos, amenazas, insultos y apelaciones a la disciplina, con los jefes de regimiento de la Brunete, que minutos atrás obedecieron eufóricos la orden de tomar Madrid y ahora se niegan a obedecer la contraorden o aplazan cuanto pueden, mediante excusas, evasivas y puntillismos castrenses, el momento de hacerlo, con la esperanza de que la crecida militar desborde los cuarteles e inunde la capital y a continuación el país entero" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 519. "Las frenéticas operaciones para desmantelar el golpe estuvieron coordinadas desde la Zarzuela por el Rey, aún vestido el chándal deportivo [estaba jugando al squash cuando le dieron la noticia], quien aportó su autoridad y su decisión, y por Sabino Fernández Campo, que fue el estratega decisivo. También tuvieron parte esencial el marqués de Mondéjar y el jefe del Cuarto Militar del Rey, general Joaquín Valenzuela" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Preston, 2003, p. 523. "Pedro Merry Gordon estaba a punto de sacar los tanques a las calles de la capital andaluza. Pero había bebido demasiado Chivas Regal después de cenar y estuvo indispuesto gran parte de la noche. El general Gustavo Urrutia, jefe de su Estado Mayor, y los gobernadores militar y civil de Sevilla, general Manuel Esquivias Franco y José María Sanz Pastor respectivamente, lograron que la II Región permaneciera leal" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Preston, 2003, p. 522. "Si el Rey hubiera estado dispuesto a vulnerar la Constitución, poca duda hay de que los capitanes generales no habrían tenido inconveniente en sacar sus tropas a la calle. En este sentido, únicamente él era el árbitro entre la democracia española y su destrucción" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 237-238. "Montaron dos cordones de seguridad —uno de la policía nacional, otro de la guardia civil— con el fin de aislar el edificio [de las Cortes] y dominar la vorágine de sus alrededores. [...] Nadie parecía tener en absoluto claro si los guardias civiles de Aramburu y Sáenz de Santamaría habían rodeado el edificio para reducir a los asaltantes o para velar por su seguridad..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 242. "Salieron de la sala en medio de un mutismo horrorizado... La mayoría de sus compañeros los vio partir con el pálpito de que serían ejecutados y que no era otra la suerte que los golpistas les reservaban a muchos de ellos. El presentimiento no los abandonó buena parte de la noche..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 235. "El general Delgado, jefe de la IX región, improvisó su cuartel general en un restaurante de las afueras de Granada donde permaneció a resguardo de las vicisitudes del golpe y sin pronunciarse a favor o en contra hasta que más allá de la media noche consideró que la situación se había despejado y regresó a su despacho en capitanía" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 520. "Los miembros de la JUJEM, la Junta de Jefes de Estado Mayor habían supuesto inicialmente que iban a tener el control absoluto de la operación [antigolpe], pero el Rey comprendió que esto equivaldría a reconocer el derecho de los militares a intervenir en política. Por ello, la JUJEM quedó subordinada al gobierno civil de secretarios de Estado y subsecretarios..." Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 311. "El único modo de arreglar las cosas consiste en que Armada... acuda al Congreso ocupado desde el Cuartel General del ejército, hable con los diputados y forme con ellos el previsto gobierno de unidad bajo su presidencia a cambio de que Tejero los libere, de que Milans revoque el estado de excepción y de que la normalidad regrese al país" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 524. "Puesto que había testigos, Armada habló en términos ambiguos. Consiguió producir en los que le escuchaban la impresión de que, para sorpresa suya, Milans le sugería que se desplazara a las Cortes para intentar formar un gobierno de coalición" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Preston, 2003, p. 526-527. "Para que funcionara el plan, el plebeyo Tejero tendría que ser sacrificado, tratado como el loco 'espontáneo' que había provocado la crisis. El comportamiento de Armada obedecía a una extraña mezcla de soberbia y paternalismo que le inducía a creer que podía ser interprete de deseos no expresados de Juan Carlos y después presentarse ante sus compañeros oficiales como portavoz del Rey. [...] Cabe deducir la astucia del doble juego de Armada del cuidado que puso siempre en no reunirse con más de un conspirador a la vez" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 324-325. "Es un hecho que Armada salió del Congreso cinco minutos después de que se emitieran las palabras del Rey, que no pudo avisar a la Zarzuela de su fracaso desde el interior del Congreso —hubiese tenido que hacerlo en presencia de Tejero y éste hubiese sido el más interesado en airearlo durante el juicio— y que cuando llegó al hotel Palace y supo por quienes dirigían el cerco a los asaltantes que el Rey acababa de hablar por televisión, el general mostró su sorpresa y su disgusto, en teoría porque la intervención del monarca podía dividir al ejército y provocar un conflicto armado, pero en la práctica porque no se resignaba a su fracaso (y sin duda también porque empezó a sentir que había calculado mal... no le iba a resultar tan sencillo como pensó en un principio esconder su auténtico papel en el golpe tras la fachada de mero negociador infructuoso de la libertad de los parlamentarios secuestrados)" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 529. "Lo cierto es que el trascendental mensaje televisado comenzó mientras Armada cruzaba la calle desde las Cortes al hotel Palace. Además, la declaración de Juan Carlos hizo referencia a las decisivas medidas que había tomado tres horas antes" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. "Mucha gente que en todo el país había permanecido hasta entonces en vilo, pegada a la radio y la televisión, se retiró a dormir, y casi todo el mundo sintió que la comparecencia del monarca señalaba el fin del golpe o el principio del fin del golpe". Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Oneto, José (1981). La noche de Tejero. GeoPlaneta. p. 186. ISBN978-84-320-3597-5. «Alfonso Armada: Acabo de ver a Tejero, he estado con él en el Congreso. No atiende a razones. Está completamente loco.»
Cercas, 2010, p. 323. "El teniente coronel rompió una cadena de mando demasiado débil y trató de imponerles su golpe a Armada y Milans: no un golpe que desembocara en un gobierno de unidad sino un golpe que desembocara en una junta militar, no un golpe con la monarquía contra la democracia sino un golpe contra la monarquía y contra la democracia" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 405-407. "No es verdad que su acto fuera un acto quijotesco. Fue un acto de guerra: en rigor, el único acto de guerra que se había producido desde que Tejero ocupara el Congreso y Milans las calles de Valencia..." Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 407-408. "Pardo Zancada se concentró en la tarea de insubordinar otras unidades: [...] Pardo Zancada les informaba de lo que había hecho y a continuación los conminaba a que siguieran su ejemplo, asegurándoles que muchos otros como ellos se disponían a imitar su gesto y que bastaba colocar un tanque en la Carrera de San Jerónimo para que el golpe fuera irreversible" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 61. "Al conocerse la noticia del asalto al Congreso la asamblea [plenaria de la Conferencia Episcopal reunida en la Casa de Ejercicios del Pinar de Chamartín, en Madrid] se disolvió sin pronunciar una sola palabra en favor de la democracia ni hacer un solo gesto de condena o de protesta por aquel atropello contra la libertad. Ni una sola palabra. Ni un solo gesto. Nada. Es cierto: como casi todo el mundo" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 534. "Visto retrospectivamente, este discurso ponía de relieve la medida en que el 23-F marcó un punto de inflexión no solo en la transición a la democracia sino también en el papel del Rey" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Cercas, 2010, p. 76. "Nadie dejó de entender lo único que podía entenderse: que Estados Unidos aprobaba el golpe y que, si éste acababa triunfando, el gobierno norteamericano sería el primero en celebrarlo" Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 418. ”Aislado, despreciado e insultado por casi todos sus compañeros de banquillo, que exigían que delatase al Rey o reconociera que había mentido” Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Cercas, 2010, p. 424. ”Tras el 23 de febrero el gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo invirtió billones en modernizar las Fuerzas Armadas y realizó una purga en profundidad ―sustituyó en bloque a la Junta de Jefes de Estado Mayor, pasó a la reserva a los generales más franquistas, rejuveneció a los mandos, controló severamente los ascensos y remodeló los servicios de inteligencia―” Cercas, Javier (2010) [2009]. Anatomía de un instante. Col. DEBOLS!LLO. Barcelona: Random House Mondadori. ISBN978-84-9908-236-3.
Preston, 2003, p. 552. "Con Narcís Serra... el PSOE inauguró un programa de modernización, reorganización, profesionalización y despolitización de las Fuerzas Armadas que iba a debilitar la mentalidad golpista de corte tercermundista de los militares" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
Preston, 2003, p. 558. "El gobierno socialista había decidido no dar publicidad alguna a las actividades golpistas y la información no fue comunicada a la prensa hasta seis años después. Los nombres de los implicados en los preparativos del golpe no fueron revelados hasta octubre de 1997" Preston, Paul (2003). Juan Carlos. El rey de un pueblo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN84-01-37824-9.
«Grabaciones de Garcia Carres, 23F». CronoHistoria. 23 de febrero de 2009. Consultado el 9 de abril de 2016. «García Carrés: Y me ha dicho que os transmita a todos vosotros lo siguiente: la segunda, la tercera, la cuarta y la quinta región militar apoyan el nombramiento de Jaime Milans del Bosch como presidente del Gobierno.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 36. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «José Marin Quesada fue el realizador de aquella transmisión. Según me comentó años después había distribuido en el Hemiciclo cuatro cámaras, dos centrales y dos en las esquinas. Las centrales fueron desactivadas por los asaltantes a base de golpes con las culatas de sus armas. Destrozaron las ópticas, los objetivos. Siguieron trabajando con las de los laterales. Hasta que un guardia civil inutiliza la situada a la derecha de la presidencia pidiendo al operador que la cierre. Al efectuar esta operación la cámara se apaga. Quedaba una cámara útil era la que manejaba Pedro Francisco Martín. En medio de aquel caos tuvo la sangre fría y el temple para apagar el piloto rojo, el “chivato” por el que se detecta que una cámara está activa. Gracias a ella pudimos ver lo que ocurría en el interior del hemiciclo. Esa cámara estuvo transmitiendo hasta el instante en el que el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez se levantó de su escaño en el banco azul y se dirigió a uno de los asaltantes. Es cuando una voz le conminó a que ocupara de nuevo su asiento y se escucha la frase pronunciada por uno de los asaltantes que se hizo tristemente famosa en aquella jornada: “se sienten, ¡coño!”.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 35. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Televisión Española transmitía aquella tarde, por circuito interno, el acto de investidura del que iba a ser presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 34. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Las imágenes del Congreso se estaban grabando para darlas en diferido; así lo había acordado por unanimidad el Consejo de Administración del Ente Público por entender que la sustitución de un Presidente del Gobierno dimitido es un acontecimiento que debe considerarse “normal” en un país democrático. Cuando llegué a Prado del Rey lo primero que hice fue verlas; pero ya me anunciaron que, con toda probabilidad, un grupo militar armado iba a ocupar la sede de RTVE; ello, unido a la lógica precaución por lo que podía suceder a los parlamentarios si dábamos las imágenes, me determinó a esperar hasta que la situación se aclarase. Por todo ello, decidí dar las imágenes en TV tan pronto como Tejero y sus hombres abandonaran el Congreso y no quedó ningún parlamentario dentro del Palacio de la Carrera de San Jerónimo; y así se hizo.»
«El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano sabían lo que iba a pasar». 22 de febrero de 2009. Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009. Consultado el 23 de febrero de 2009. «Lo que no cabe duda es que el Gobierno de EE. UU. estaba al corriente de que iba a haber una sublevación. Las declaraciones del secretario de Estado americano, que era un general, en los primeros momentos consistieron en decir que aquel era un problema interno de los españoles que no les afectaba a ellos. El Vaticano también conocía lo que iba a pasar. Sucedió algo muy significativo. El día 23 estaba reunida en Madrid la Asamblea episcopal y uno de sus miembros, que no era un obispo, era un cura que había sido la mano derecha del cardenal Tarancón, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución... no lo logró. Sólo al día siguiente, cuando el golpe ya había fracasado, se produjo una declaración de la asamblea favorable a la legalidad democrática.»
elmundo.es
Pinilla García, Alfonso (23 de febrero de 2009). «¿Y si Tejero hubiera aceptado?». El Mundo. Consultado el 29 de febrero de 2016. «"Mi general: yo no he asaltado el Congreso para esto", afirma ante Armada un Tejero indignado al ver que su acción puede servir para que las poltronas del Ejecutivo sean ocupadas por quienes él considera los responsables de todos los males acaecidos en España desde la muerte de Franco.»
«23-F: El golpe, 20 años después». El Mundo. febrero de 2001. Consultado el 29 de febrero de 2016. «A la 1.14 horas de la madrugada, el Rey Juan Carlos I compareció a través de la primera cadena de televisión, para dar un mensaje de tranquilidad a los españoles, la mayoría de los cuales permanecían encerrados en sus domicilios, con la oreja pegada al transistor.»
Rubio, Antonio (23 de febrero de 2006). «Informes confidenciales desvelan cómo se planificó desde Valencia el golpe de Estado del 23-F». El Mundo. Consultado el 10 de abril de 2016. «01.00 horas. "Llamada telefónica de S. M. a S. E. [Milans del Bosch] ordenándole retirar las tropas. Inmediatamente, el CAPGE [capitán general] lo ordena. Se despide con un fuerte abrazo. Estaba allí presente el general gobernador militar que llevaba el encargo del JEME [jefe del Estado Mayor del Ejército] de relevar a S. E. del Mando de la Capitanía General, por desobediencia".»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 24 de febrero de 2016. «18:00. Comienza la segunda votación para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo como presidente del Gobierno, después de la dimisión de su compañero de partido en la UCD Adolfo Suárez. El proceso es nominal. El primero en votar es el diputado José Manuel García Margallo.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 2. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo las dieciocho horas ventitrés minutos, cuando el Secretario Primero de la Cámara (Sr. Carrascal) llama a votar al Sr. Núñez Encabo, se escuchan gritos, voces y disparos procedentes del exterior del Salón de Sesiones.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 5. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero se dirige al vicepresidente primero del gobierno y con ayuda de otros guardias, le zarandea y golpea violentamente. Incluso le agrede por la espalda, sin que el teniente general caiga al suelo. El vicepresidente primero ocupa su escaño.»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 10 de abril de 2016. «19.13. Estado de excepción. El capitán general de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch, emite un bando por las emisoras valencianas La voz de Castellón y Radio Castellón, que parecen haber sido tomadas también por los soldados. El general ha establecido el estado de excepción y el toque de queda en la región de 21 a 7 horas.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 6. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Posteriormente, una persona que vestía uniforme de capitán de la Guardia Civil y que, según nuestra información, resultó ser el capitán Muñecas, se dirige a la tribuna de oradores diciendo lo siguiente: "Buenas tardes. No va a ocurrir nada; pero vamos a esperar un momento a que venga la autoridad militar competente para disponer lo que tenga que ser y lo que él mismo diga a todos nosotros. O sea, esténse tranquilos"».
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. pp. 9 y 10. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo, aproximadamente, las diecinueve horas treinta y cinco minutos, el presidente del Gobierno en funciones abandona el banco azul y se dirige a uno de los asaltantes diciendo: "¡Quiero hablar con el que manda la fuerza!". Se oyen gritos y voces que dicen: "¡Retírese! ¡Silencio! ¡Schsss!" Un guardia, situado en la parte superior derecha del hemiciclo, dice con toda claridad: "Tranquilos, señores; al próximo movimiento de manos, se mueve esto, ¿eh? (Señalando la metralleta). Así que los de las manitas ésas, tranquilos. Eso cuando estén solos. Aquí se ha acabado". Inmediatamente, el Señor Suárez, presidente del gobierno en funciones, se pone en pie. Una voz: "¡Señor Suárez, permanezca en su escaño!". Suárez dice: "Yo tengo la facultad, como presidente del Gobierno... (no se perciben las últimas palabras)". Suárez es interrumpido con diversos gritos del siguiente tenor literal: "¡Señor Suárez! ¡Se siente, coño! ¡Se siente! ¡Se siente! ¡Que se siente!" Mientras que estos gritos se producen, el Señor Presidente del Congreso hace repetidas llamadas a la tranquilidad, diciendo: "¡Por favor, por favor...!".»
Galán, Lola (20 de febrero de 2011). «Los que quedan del golpe». El País. Consultado el 15 de abril de 2016. «Otra de las frases célebres que se le atribuyen: "Se sienten, coño", no está claro que la pronunciara él, y hay quien sostiene que fue dicha por Vicente Ramos Rueda, uno de los oficiales de la Guardia Civil que le acompañaban.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 11. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero coge por el brazo al presidente del Gobierno en funciones, y ambos salen del Hemiciclo; son aproximadamente, las diecinueve horas cuarenta minutos.»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «19.40. Tejero coge por el brazo a Suárez y ambos salen del hemiciclo.»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:10. Un capitán y un individuo con metralleta y anorak verde pero sin distintivo de guardia, conminan a Felipe González (PSOE) y a Manuel Gutiérrez Mellado a que les acompañen. Se produce en la Cámara un grave silencio.»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20:12. Los dos mismos individuos proceden de igual forma con Alfonso Guerra (PSOE) y Santiago Carrillo (PCE), uno de los tres diputados que se han mantenido sentado cuando los militares han entrado.»
«23-F en directo 35 años después». El País. 23 de febrero de 2016. Consultado el 2 de marzo de 2016. «20.15. Los mismos individuos requieren a Agustín Rodríguez Sahagún (UCD) a hacer lo mismo. Se escuchan en el hemiciclo estentóreos vivas y arribas de varios números en respuesta a uno de sus jefes. Parece que estén colocando a cada uno en habitaciones separadas.»
López Enano, Virginia (4 de marzo de 2016). «Un periódico frente al golpe de Estado del 23-F». En El País, ed. https://elpais.com/(en español). Consultado el 23 de febrero de 2021. «Delkáder recuerda todavía las palabras que Cebrián dijo en aquel momento: “A lo mejor es lo último que haga como director, pero el periódico va a salir a la calle y lo va a hacer con un editorial contra los golpistas”. Dos horas más tarde se publicaba un cuadernillo de 16 páginas con un titular de cuerpo 72 (el doble del tamaño habitual de entonces) que sacudía a los lectores: Golpe de Estado. El País, con la Constitución.»
«El Rey ordenó a los subsecretarios y secretarios de Estado que asuman la gobernación del país». El País. 24 de febrero de 1981. Consultado el 30 de marzo de 2016. «En estas circunstancias, los secretarios de Estado y subsecretarios de los diversos ministerios se han constituido en sesión permanente, por instrucciones de su majestad el Rey, para asegurar la gobernación del país, dentro de cauces civiles y en estrecho contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor, que igualmente se halla reunida».
G. Basterra, Francisco (27 de febrero de 1981). «Así se grabó y emitió el trascendental mensaje del Rey en la madrugada del martes». El País. Consultado el 10 de abril de 2016. «Son las 0.15 horas de la madrugada del martes 24 de febrero, la más larga de la historia de España de los últimos tiempos. El rey Juan Carlos, vestido con el uniforme de Capitán General del Ejército, con gesto serio y con voz firme, inicia desde su despacho, en el primer piso del palacio de la Zarzuela, su mensaje a la nación».
Ruiz Mantilla, Jesús (12 de abril de 2009). «23-F. El juicio de los hijos». El País. Consultado el 29 de febrero de 2016. «Armada abandonó la sala en la que discutió con Tejero muy irritado: "¡Este hombre está loco!".»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 24. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Hacia las diez horas, el teniente Álvarez anuncia que, a petición de varios miembros del Gobierno y de otros Sres. Diputados, se va a autorizar la salida de las Diputadas. Estas, todas, se resisten tenazmente a abandonar la Cámara; ceden, ante los argumentos de sus compañeros, y salen todas las que se encontraban en ese momento en el Salón, con excepción de Doña María Izquierdo Rojo y Doña Pilar Brabo Castells.»
«Golpe de Estado. El País con la constitución»(PDF). El País. 23 de febrero de 1981. Consultado el 23 de febrero de 2021. «¡Viva la Constitución! En la hora que un atentado alevoso contra el pueblo español a manos de unos hombres armados que pretenden por la fuerza sustituir la soberanía de los ciudadanos, El País sale a la calle en defensa de la ley y la Constitución.»
Amando de Miguel sostiene que «la familia militar es la que menos rasgos definidos tiene, y por tanto es la más vacía ideológicamente» (citado por Juan Carlos Losada Malvárez, Ideología del Ejército franquista (1939-1959), Istmo, 1990, ISBN 8470902253, pg. 19). Para Javier Tusell, «la familia militar tenía muy poco de propuesta propia; fue, fundamentalmente, el testimonio de una oposición contra Serrano y contra lo que se considera como la inepcia y la corrupción falangista; resultó especialmente peligrosa para Franco porque era la oposición de sus iguales. Las pruebas de la irritación contra la persona de Franco por parte de este sector son numerosísimas» (A los diez años de la muerte de Franco. Por una historia del franquismo desde dentro, en Cuenta y razón, 1985, nº 20, pg. 139).
«Haig: "Es un asunto interno"». La Vanguardia. 24 de febrero de 1981. p. 11. Consultado el 11 de febrero de 2009. «El secretario de Estado norteamericano Alexander Haig, declaró hoy que el incidente ocurrido en el Congreso español es un asunto interno de España», sin querer hacer de momento otro comentario.»
«Reagan felicita a Su Majestad». La Vanguardia. 25 de febrero de 1981. p. 16. Consultado el 11 de febrero de 2009. «Un portavoz del Departamento de Estado, a través de su Embajada en Madrid, difundió un comunicado oficial en el que expresaba su congratulación «por la feliz resolución de la crisis y por la fortaleza mostrada por las instituciones y por los dirigentes de la nueva democracia española. El papel desempeñado por el rey Juan Carlos I y la conducción de la nación española han contribuido de manera sobresaliente a la solución de la crisis y merecen especial admiración».
levante-emv.com
Parrilla, José (23 de febrero de 2011). «El día de los tanques». Levante-EMV. Consultado el 10 de abril de 2016. «El único obstáculo que encontró Milans del Bosch en ese despliegue fue el Ala 11 del Ejército del Aire con base en Manises. Su coronel jefe se negó a acatar la orden y cuando una columna de vehículos se dirigía a la base para rendirla, éste amenazó con enviar dos cazas equipados con misiles aire-tierra para destruir a los tanques. Cuando el general golpista dio la orden de volver, dos de estos aviones ya tenían encendidos su motores, según reveló después el ministro Alberto Oliart en una entrevista radiofónica.»
«Foreign Affairs; SPAIN: A NERVOUS NEW ALLY?». New York Times(en inglés). 24 de agosto de 1981. «Secretary of State Alexander Haig's gaffe calling the February putsch attempt an "internal issue"».
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 2. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo las dieciocho horas ventitrés minutos, cuando el Secretario Primero de la Cámara (Sr. Carrascal) llama a votar al Sr. Núñez Encabo, se escuchan gritos, voces y disparos procedentes del exterior del Salón de Sesiones.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 5. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero se dirige al vicepresidente primero del gobierno y con ayuda de otros guardias, le zarandea y golpea violentamente. Incluso le agrede por la espalda, sin que el teniente general caiga al suelo. El vicepresidente primero ocupa su escaño.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 36. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «José Marin Quesada fue el realizador de aquella transmisión. Según me comentó años después había distribuido en el Hemiciclo cuatro cámaras, dos centrales y dos en las esquinas. Las centrales fueron desactivadas por los asaltantes a base de golpes con las culatas de sus armas. Destrozaron las ópticas, los objetivos. Siguieron trabajando con las de los laterales. Hasta que un guardia civil inutiliza la situada a la derecha de la presidencia pidiendo al operador que la cierre. Al efectuar esta operación la cámara se apaga. Quedaba una cámara útil era la que manejaba Pedro Francisco Martín. En medio de aquel caos tuvo la sangre fría y el temple para apagar el piloto rojo, el “chivato” por el que se detecta que una cámara está activa. Gracias a ella pudimos ver lo que ocurría en el interior del hemiciclo. Esa cámara estuvo transmitiendo hasta el instante en el que el Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez se levantó de su escaño en el banco azul y se dirigió a uno de los asaltantes. Es cuando una voz le conminó a que ocupara de nuevo su asiento y se escucha la frase pronunciada por uno de los asaltantes que se hizo tristemente famosa en aquella jornada: “se sienten, ¡coño!”.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 35. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Televisión Española transmitía aquella tarde, por circuito interno, el acto de investidura del que iba a ser presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo.»
Pulido, Sara (marzo de 2009). «Testigos del 23-F». AcademiaTV (109). p. 34. Archivado desde el original el 8 de julio de 2013. Consultado el 13 de marzo de 2016. «Las imágenes del Congreso se estaban grabando para darlas en diferido; así lo había acordado por unanimidad el Consejo de Administración del Ente Público por entender que la sustitución de un Presidente del Gobierno dimitido es un acontecimiento que debe considerarse “normal” en un país democrático. Cuando llegué a Prado del Rey lo primero que hice fue verlas; pero ya me anunciaron que, con toda probabilidad, un grupo militar armado iba a ocupar la sede de RTVE; ello, unido a la lógica precaución por lo que podía suceder a los parlamentarios si dábamos las imágenes, me determinó a esperar hasta que la situación se aclarase. Por todo ello, decidí dar las imágenes en TV tan pronto como Tejero y sus hombres abandonaran el Congreso y no quedó ningún parlamentario dentro del Palacio de la Carrera de San Jerónimo; y así se hizo.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 6. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Posteriormente, una persona que vestía uniforme de capitán de la Guardia Civil y que, según nuestra información, resultó ser el capitán Muñecas, se dirige a la tribuna de oradores diciendo lo siguiente: "Buenas tardes. No va a ocurrir nada; pero vamos a esperar un momento a que venga la autoridad militar competente para disponer lo que tenga que ser y lo que él mismo diga a todos nosotros. O sea, esténse tranquilos"».
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. pp. 9 y 10. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «Siendo, aproximadamente, las diecinueve horas treinta y cinco minutos, el presidente del Gobierno en funciones abandona el banco azul y se dirige a uno de los asaltantes diciendo: "¡Quiero hablar con el que manda la fuerza!". Se oyen gritos y voces que dicen: "¡Retírese! ¡Silencio! ¡Schsss!" Un guardia, situado en la parte superior derecha del hemiciclo, dice con toda claridad: "Tranquilos, señores; al próximo movimiento de manos, se mueve esto, ¿eh? (Señalando la metralleta). Así que los de las manitas ésas, tranquilos. Eso cuando estén solos. Aquí se ha acabado". Inmediatamente, el Señor Suárez, presidente del gobierno en funciones, se pone en pie. Una voz: "¡Señor Suárez, permanezca en su escaño!". Suárez dice: "Yo tengo la facultad, como presidente del Gobierno... (no se perciben las últimas palabras)". Suárez es interrumpido con diversos gritos del siguiente tenor literal: "¡Señor Suárez! ¡Se siente, coño! ¡Se siente! ¡Se siente! ¡Que se siente!" Mientras que estos gritos se producen, el Señor Presidente del Congreso hace repetidas llamadas a la tranquilidad, diciendo: "¡Por favor, por favor...!".»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 11. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 2 de marzo de 2016. «El teniente coronel Tejero coge por el brazo al presidente del Gobierno en funciones, y ambos salen del Hemiciclo; son aproximadamente, las diecinueve horas cuarenta minutos.»
«Actas oficiales de los Secretarios del Congreso de los Diputados». Actas oficiales. 15 de marzo de 1981. p. 24. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2013. Consultado el 3 de marzo de 2016. «Hacia las diez horas, el teniente Álvarez anuncia que, a petición de varios miembros del Gobierno y de otros Sres. Diputados, se va a autorizar la salida de las Diputadas. Estas, todas, se resisten tenazmente a abandonar la Cámara; ceden, ante los argumentos de sus compañeros, y salen todas las que se encontraban en ese momento en el Salón, con excepción de Doña María Izquierdo Rojo y Doña Pilar Brabo Castells.»
«El Gobierno de Estados Unidos y el Vaticano sabían lo que iba a pasar». 22 de febrero de 2009. Archivado desde el original el 25 de febrero de 2009. Consultado el 23 de febrero de 2009. «Lo que no cabe duda es que el Gobierno de EE. UU. estaba al corriente de que iba a haber una sublevación. Las declaraciones del secretario de Estado americano, que era un general, en los primeros momentos consistieron en decir que aquel era un problema interno de los españoles que no les afectaba a ellos. El Vaticano también conocía lo que iba a pasar. Sucedió algo muy significativo. El día 23 estaba reunida en Madrid la Asamblea episcopal y uno de sus miembros, que no era un obispo, era un cura que había sido la mano derecha del cardenal Tarancón, trató de conseguir que ese mismo día la asamblea hiciera una declaración contra el golpe y a favor de la Constitución... no lo logró. Sólo al día siguiente, cuando el golpe ya había fracasado, se produjo una declaración de la asamblea favorable a la legalidad democrática.»