Los Trastámara y la Unidad Española, Volumen 5. Rialp. p. 565. «Talavera trabajó con intensidad: aprendió árabe y dio a los musulmanes tan buen ejemplo que éstos le llamaron el alfaquí santo. Los progresos de la predicación que se atenían a normas más estrictamente espirituales eran, sin embargo, demasiado lentos. El monje jerónimo quería solo conversiones voluntarias y sinceras.»