Plutarco, Vida de Licurgo: "La prole no era criada a voluntad del padre, sino que era llevada por éste a un lugar llamado Lesche, donde los ancianos de las tribus examinaban oficialmente al infante, y si estaba bien constituido y era robusto, ordenaban al padre que lo criara, y le asignaban una de las nueve mil parcelas de tierra; Pero si nacía enfermo y deforme, lo enviaban a las llamadas Apoteas, un lugar abismal al pie del monte Tágeto, convencidos de que la vida de lo que la naturaleza no había preparado bien desde el principio para la salud y la fuerza, no era ventajosa ni para sí misma ni para el Estado. ", Capítulo 16