José Mª. Pemán, «Del sentido civil y su expresión en la poesía española» (discurso de ingreso en la R. A. Española, contestado por D. Llorenç Riber i Campins). El acto estuvo presidido por Franco y a él acuden nueve ministros, diecinueve embajadores, el conde de Romanones y el arzobispo de Madrid [47]
El profesor Enrique Álvarez López en enero de 1932, [5] invita a Cádiz a Manuel Azaña, presidente del Gobierno de la República y expresidente del Ateneo de Madrid. El 1 de enero de 1932 se hospeda en el Hotel Atlántico y visita el Ateneo. Pemán se encuentra desaparecido de la ciudad y ni siquiera pretende saludar a tan alta magistratura del país.
bibliotecavirtualdeandalucia.es
Plegaria a la Virgen. La Voz del Pueblo. Carmona. 1930 [25]
Pemán fue el firmante de la Circular de 7 de diciembre de 1936 (B.O.E. de 10.12.1936) que sistematizó la represión contra el personal docente [42]
El Ministerio del Aire concedió a Pemán la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo blanco [62]
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Imagen arquetípica del último Pemán en un sello postal [18]
bremaneur.wordpress.com
Al parecer, uno de los libros del bando sublevado fue el atribuido a José R. Camacho (sargento de morteros, se consigna en el mismo) titulado Los versos del combatiente[8], del que se hizo en 1938 una notable tirada para ser repartida en los frentes. Tuvo un gran éxito y sus versos se repetían por todos los frentes. Sin embargo, hoy sabemos gracias a Luis Rosales Camacho, que el mencionado José R. Camacho —su hermano—, sólo compuso los seis primeros versos del poema «Presentes en nuestro afán» y que el libro fue un encargo hecho en Burgos por Dionisio Ridruejo, entonces Jefe del Servicio de Propaganda, a poetas amigos como Vivanco, Manuel Machado o Pemán (incluso se duda acerca de la colaboración de Foxá, Panero y el mismo Ridruejo).
Como ejemplo del control religioso de las conciencias, véase en Pablo Ladrón de Guevara, S.J.. Novelistas malos y buenos. Júzganse más de 2115 novelistas. Las novelas juzgadas son sin número, Bilbao, Mensajero del Corazón de Jesús, 1911. [2](enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
«Peleas de familia», El País, 5 de octubre de 1998. [57]
filosofia.org
Pemán no estaba entre los primeros 100 suscriptores cotizantes de la revista [6]. Pero desde el número 28 (1 de mayo de 1933) se produce una reorganización: se constituye una Sociedad civil titulada «Cultura Española», presidida por Ramiro de Maeztu y formada por el conde de Santibáñez del Río, José María Pemán, Jorge Vigón, el marqués de las Marismas, el marqués de la Eliseda, Luis Vela y Eugenio Vegas Latapie. Como la sociedad del mismo nombre fue clausurada tras la Sanjurjada, se creó para sustituirla, en escritura de 21 de diciembre de dicho año 1932, la Sociedad Limitada Cultura Española. Al reinaugurarse los locales el 3 de mayo de 1934 formaban: José María Pemán, presidente; Pradera, Ruiz del Castillo y Sainz Rodríguez, vicepresidentes; Ramiro de Maeztu, el marqués de Lozoya, Calvo Sotelo, Ibáñez Martín, González de Amezúa, Juan Antonio Ansaldo, el marqués de Quintanar, Manuel Pombo Polanco, vocales; Eugenio Vegas, secretario; marqués de la Eliseda, tesorero; Javier Vela del Campo, contador.
El compositor austríaco Richard Klatovsky, que residió durante algún tiempo en Lima y se interesó vivamente por la música española e hispanoamericana, estrenó en Viena las suites de tres ballets sobre temas del teatro español del Siglo de Oro. Klatovsky desarrolló una amplia labor por la música latinoamericana en el Rundfunk de Berlín y es autor de un Concierto Ibérico para violín y orquesta y de una ópera sobre la comedia de Lope de Vega titulada «La Viuda de Valencia».En una carta a J. Mª. Arizmendi-Arrieta se atribuye numerosas funciones, entre ellas la de asesor musical de Pemán y Tamayo; ver [17]
Pemán había premiado a su valedor el P. Llorenç Riber (refugiado en Mallorca durante la guerra) con una sinecura de profesor de Religión y Moral en el Instituto Ramon Llull de Palma en contra de la opinión de su obispo. Véase Andrés-Gallego/Pazos, eds., Archivo Gomá, núm. 9, enero-marzo 1938, págs. 280-281. CSIC [13]
«Al fin acabaron firmando también el Manifiesto el teniente general Ponte y el almirante Moreu, y se produjo la dimisión del ex ministro Valentín Galarza, así como la dimisión de Pemán de la presidencia de la Real Academia Española que llevaba anejo su nombramiento como procurador en Cortes, y de la que acababa de ser elegido presidente». Antonio Gallego Morell, Pedro Villalar, «El Rey en Estoril. Vargas Llosa, desorientado», Ideal, Granada, 2 de octubre de 2007. [15]
En una de sus habituales tertulias familiares, una de sus hijas le preguntó a don José María: «Papá, ¿tú eres del Opus Dei?» A lo que «el señor Pemán» —como cariñosamente solían llamarle entre ellos sus hijos— contestó: «No. Soy católico, apostólico y romano y tengo que ser libre para que nadie me copie mi vida». Esa libertad le llevó a una popularidad de la que muchas asociaciones o grupos quisieron apoderarse, pero que no lograron: Pemán fue un ser libre toda su vida. La Voz Digital, Cádiz, 19 de julio de 2006. [16]
J. R. García Bertolín, «La batalla del Ebro por Bobby Deglané»
- Valencia - Diciembre 2003 [38]. (Bobby Deglané y Pemán colaboraron en la revista de Falange Vértice).
Advertencia. «Diccionario de la lengua española». Real Academia Española. 1939.
rediris.es
hispanianova.rediris.es
Jaume Claret Miranda, «Cuando las cátedras eran trincheras. La depuración política e ideológica de la Universidad española durante el primer franquismo», Hispania Nova, núm. 6, 2006. [43]
María del Carmen Domecq Rivero Núñez de Villavicencio y González,nacida en el palacio Aladro, en la plaza del Mamelón de Jerez de la Frontera, era hija del I Marqués de Casa Domecq, título nobiliario pontificio creado y otorgado por Pio X. [3]
tiempodehistoriadigital.com
José Antonio Gómez Marín, «Los fascistas y el 98», Tiempo de Historia, núm. 1, 1974, págs. 26–39. [35]
Pelayo Quintero Atauri, que era monárquico, fue durante muchos años una autoridad cultural importante en el mundo del Arte, de la Arqueología y de la Historia en Cádiz, ostentando la presidencia de la Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes, del Museo de Bellas Artes, de la Comisión Provincial de Monumentos de Cádiz (más tarde Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas) y de otras entidades apetecibles por gente «de la situación» con más empuje. Véase Manuel J. Parodi Álvarez, «Arqueología española en Marruecos, 1939-1946. Pelayo Quintero y Atauri», SPAL, 15, 2006, págs. 9-20. [11]Archivado el 19 de octubre de 2013 en Wayback Machine.
web.archive.org
En los archivos de la Administración provincial marianista de Madrid se conserva el manuscrito original de Pemán de «Si me quieres o me dejas». En su primera página, antes del título y subtítulo, está escrito: «A la Compañía de María, y especialmente al Colegio de San Felipe Neri de Cádiz, para cuyo cincuentenario se escribió, dedico este esbozo de comedia, que si algo tiene de bueno, es lo que en espíritu y en letras, me dieron los hijos del Padre Chaminade. José María Pemán. Cádiz. 1942». «Si me quieres o me dejas» es una obra de ocasión, que hace memoria de aquel 1892 en el que la Compañía de María se instalaba en la ciudad.[1]
Como ejemplo del control religioso de las conciencias, véase en Pablo Ladrón de Guevara, S.J.. Novelistas malos y buenos. Júzganse más de 2115 novelistas. Las novelas juzgadas son sin número, Bilbao, Mensajero del Corazón de Jesús, 1911. [2](enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
Fotografía de Enrique Álvarez López en funciones de alcalde de Cádiz en la inauguración del monumento a José Celestino Mutis en el parque Genovés. [4]
Pemán [9] escribió una obra sobre los alféreces provisionales con estos versos:
«Alférez... Provisional./ Triste y bella cosa por/ su misma fragilidad./ Como una flor en el viento,/ como un vaso de cristal,/ soy español por alférez /y más... por provisional. /Yo aquí, ofreciéndote, España,/ veinte años, igual/ que veinte dalias frescas,/ y la Muerte/ de jardinero detrás». Véase en la bibliografía Alféreces Provisionales. Héroes de Leyenda.
Representación española a la Italia fascista. [10]
Pelayo Quintero Atauri, que era monárquico, fue durante muchos años una autoridad cultural importante en el mundo del Arte, de la Arqueología y de la Historia en Cádiz, ostentando la presidencia de la Academia Hispano Americana de Ciencias y Artes, del Museo de Bellas Artes, de la Comisión Provincial de Monumentos de Cádiz (más tarde Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas) y de otras entidades apetecibles por gente «de la situación» con más empuje. Véase Manuel J. Parodi Álvarez, «Arqueología española en Marruecos, 1939-1946. Pelayo Quintero y Atauri», SPAL, 15, 2006, págs. 9-20. [11]Archivado el 19 de octubre de 2013 en Wayback Machine.