Vargas, Isaías (1956) Monografía de la Santa Basílica Catedral del Cuzco Garcilaso p. 133 «Entregó su alma en manos de Dios, después de recibir los auxilios de la religión, el 1º de Mayo de 1909, primer viernes, a hs. 6 de la mañana, en esta ciudad. Murió paupérrimo, pues todas sus rentas había invertido en bien del Obispado y en dar limosnas a los pobres y en sostener a familias vergonzantes. Sus funerales se celebraron, en medio del sentimiento general, en el templo de San Francisco, pronunciando la oración fúnebre el canónigo, entonces Tesorero, Mons. Mariano N. García, y sus restos fueron inhumados en la cripta de la Catedral. Obsequió a a la Catedral su pectoral de oro, adornado con algunas esmeraldas, y un cajón de utensilios pontificales de metal cincelados y dorados.» consultado el 5 de noviembre de 2021.