Analysis of information sources in references of the Wikipedia article "Liberalismo francés" in Spanish language version.
I owe myself, in all things, to all the freemen of this city. My particular friends have a demand on me, that I should not deceive their expectations. Never was cause or man supported with more constancy, more activity, more spirit. I have been supported with a zeal indeed and heartiness in my friends, which (if their object had been at all proportioned to their endeavours) could never be sufficiently commended. They supported me upon the most liberal principles. They wished that the members for Bristol should be chosen for the City, and for their Country at large, and not for themselves./
Me debo en todas las cosas a todos los vecinos de esta ciudad. Mis amigos particulares tienen sobre mí el derecho a que no defraude las esperanzas que en mí han depositado. Nunca hubo causa que fuera apoyada con más constancia, más actividad, más espíritu. He sido apoyado con un celo y un entusiasmo por parte de mis amigos, que -de haber sido su objeto proporcionado a sus gestiones- nunca podría ser suficientemente alabado. Me han apoyado basándose en los principios más liberales. Deseaban que los diputados de Bristol fueran escogidos para representar a la ciudad y al país y no para representarles a ellos exclusivamente.
Para Vargas Llosa, Al final, ¿qué es ser un liberal?, La Nación, 27 de enero de 2014:
A fines del siglo XVIII este vocablo cambia de naturaleza y adquiere matices que tienen que ver con las ideas sobre la libertad y el mercado de los pensadores británicos y franceses de la Ilustración (Stuart Mill, Locke, Hume, Adam Smith, Voltaire). Los liberales combaten la esclavitud y el intervencionismo del Estado, defienden la propiedad privada, el comercio libre, la competencia, el individualismo y se declaran enemigos de los dogmas y el absolutismo.En el siglo XIX un liberal es sobre todo un librepensador: defiende el Estado laico, quiere separar la Iglesia del Estado, emancipar a la sociedad del oscurantismo religioso. Sus diferencias con los conservadores y los regímenes autoritarios generan a menudo guerras civiles y revoluciones. El liberal de entonces es lo que hoy llamaríamos un progresista, defensor de los derechos humanos (desde la Revolución Francesa se les conocía como los Derechos del Hombre) y la democracia.
I owe myself, in all things, to all the freemen of this city. My particular friends have a demand on me, that I should not deceive their expectations. Never was cause or man supported with more constancy, more activity, more spirit. I have been supported with a zeal indeed and heartiness in my friends, which (if their object had been at all proportioned to their endeavours) could never be sufficiently commended. They supported me upon the most liberal principles. They wished that the members for Bristol should be chosen for the City, and for their Country at large, and not for themselves./
Me debo en todas las cosas a todos los vecinos de esta ciudad. Mis amigos particulares tienen sobre mí el derecho a que no defraude las esperanzas que en mí han depositado. Nunca hubo causa que fuera apoyada con más constancia, más actividad, más espíritu. He sido apoyado con un celo y un entusiasmo por parte de mis amigos, que -de haber sido su objeto proporcionado a sus gestiones- nunca podría ser suficientemente alabado. Me han apoyado basándose en los principios más liberales. Deseaban que los diputados de Bristol fueran escogidos para representar a la ciudad y al país y no para representarles a ellos exclusivamente.
Para Vargas Llosa, Al final, ¿qué es ser un liberal?, La Nación, 27 de enero de 2014:
A fines del siglo XVIII este vocablo cambia de naturaleza y adquiere matices que tienen que ver con las ideas sobre la libertad y el mercado de los pensadores británicos y franceses de la Ilustración (Stuart Mill, Locke, Hume, Adam Smith, Voltaire). Los liberales combaten la esclavitud y el intervencionismo del Estado, defienden la propiedad privada, el comercio libre, la competencia, el individualismo y se declaran enemigos de los dogmas y el absolutismo.En el siglo XIX un liberal es sobre todo un librepensador: defiende el Estado laico, quiere separar la Iglesia del Estado, emancipar a la sociedad del oscurantismo religioso. Sus diferencias con los conservadores y los regímenes autoritarios generan a menudo guerras civiles y revoluciones. El liberal de entonces es lo que hoy llamaríamos un progresista, defensor de los derechos humanos (desde la Revolución Francesa se les conocía como los Derechos del Hombre) y la democracia.
I owe myself, in all things, to all the freemen of this city. My particular friends have a demand on me, that I should not deceive their expectations. Never was cause or man supported with more constancy, more activity, more spirit. I have been supported with a zeal indeed and heartiness in my friends, which (if their object had been at all proportioned to their endeavours) could never be sufficiently commended. They supported me upon the most liberal principles. They wished that the members for Bristol should be chosen for the City, and for their Country at large, and not for themselves./
Me debo en todas las cosas a todos los vecinos de esta ciudad. Mis amigos particulares tienen sobre mí el derecho a que no defraude las esperanzas que en mí han depositado. Nunca hubo causa que fuera apoyada con más constancia, más actividad, más espíritu. He sido apoyado con un celo y un entusiasmo por parte de mis amigos, que -de haber sido su objeto proporcionado a sus gestiones- nunca podría ser suficientemente alabado. Me han apoyado basándose en los principios más liberales. Deseaban que los diputados de Bristol fueran escogidos para representar a la ciudad y al país y no para representarles a ellos exclusivamente.
Para Vargas Llosa, Al final, ¿qué es ser un liberal?, La Nación, 27 de enero de 2014:
A fines del siglo XVIII este vocablo cambia de naturaleza y adquiere matices que tienen que ver con las ideas sobre la libertad y el mercado de los pensadores británicos y franceses de la Ilustración (Stuart Mill, Locke, Hume, Adam Smith, Voltaire). Los liberales combaten la esclavitud y el intervencionismo del Estado, defienden la propiedad privada, el comercio libre, la competencia, el individualismo y se declaran enemigos de los dogmas y el absolutismo.En el siglo XIX un liberal es sobre todo un librepensador: defiende el Estado laico, quiere separar la Iglesia del Estado, emancipar a la sociedad del oscurantismo religioso. Sus diferencias con los conservadores y los regímenes autoritarios generan a menudo guerras civiles y revoluciones. El liberal de entonces es lo que hoy llamaríamos un progresista, defensor de los derechos humanos (desde la Revolución Francesa se les conocía como los Derechos del Hombre) y la democracia.
... emplear el 1850 lenguae del liberalismo simonsimon a.n.j.o ... y de los derechos en contra de sus oponentes. De ahí, por ejemplo, la fácil adopción del lenguaje de los derechos entre los radicales británicos del siglo XIX, al invocar contra la aristocracia o la clase medie el lenguaje mismo que éstas empleaban en defensa de sus ventajas y privilegios. En Francia, como en buena parte de la Europa continental, el liberalismo terminó por significar algo muy distinto. Al igual que en la tradición anglosajona, connotaba una disposición social en la que los privilegios se protegían cuando era posible defenderlos sobre principios universales, y en donde una nueva clase dirigente y laica se apropiaba del lenguaje antiguo de la oposición para garantizarse su propio estatus frente a las exigencias de una clase revolucionaria situada por debajo. Pero al contrario que la evolución que se dio en Gran Bretaña o en Estados Unidos, el liberalismo en Francia tuvo sus raíces en su momento de origen y fue virtualmente impermeable a las nuevas exigencias e intereses. Por consiguiente, aquellos cuyos derechos quedaron desprotegidos, o aquellos cuyos intereses no quedaron cuviertos por las disposiciones existentes, buscaron instrumentos alternativos con los cuales prosperar en sus exigencias, y rechazaron la sociedad liberal y sus derechos por considerarlos inapropiados e hipócritas. Ecos de esta divergencia entre las dos concepciones del liberalismo se hallan aún en los sentidos tan distintos que se atribuyen al término liberalismo en Estados Unidos (donde denota la izquierda más permeable de las corrientes políticas dominantes) y en Italia o Alemania, donde hace referencia a la organización política y a las ideas de la élite industrial y comercial. Pero fue sobre todo en Francia donde el término liberalismo desapareció del canon político de la izquierda. Éste es un punto que no deja de ser curioso, por no decir paradójico. En ningún otro país tanto como en Francia nació la política moderna dentro de un debate en torno a la sociedad, un debate en el que los derechos estaban en boca de todos. Francia, según se ha proclamado ad nauseam, era el país de los Derechos del Hombre, la nación cuyas sucesivas constituciones han prestado atención manifiesta a los Derechos del Hombre y del Ciudadano, el país cuya revolución constituye el momento fundacional de la política moderna en toda Europa y en buena parte del mundo. No obstante, el problema en Francia era que, desde un momento muy temprano, en el desarrollo de las modernas tradiciones políticas los derechos perdieron su estatus extrapolítico y pasaron a ser objeto de recelo. Dejaron de tomarse en serio, por así decir. ... la versión más estática del pensamiento político francés, que lo trata como algo estructuralmente determinado por la omnipresencia de un Estado centralizado en toda la teoría pública... en contraste con el lugar inferior que ocupó en especulaciones comparables en Escocia, Italia y en otros países. Para muchos de los partícipes en la Ilustración francesa era axiomático que los intereses y las necesidades del individuo probablemente nunca hallasen armonía...
... emplear el 1850 lenguae del liberalismo simonsimon a.n.j.o ... y de los derechos en contra de sus oponentes. De ahí, por ejemplo, la fácil adopción del lenguaje de los derechos entre los radicales británicos del siglo XIX, al invocar contra la aristocracia o la clase medie el lenguaje mismo que éstas empleaban en defensa de sus ventajas y privilegios. En Francia, como en buena parte de la Europa continental, el liberalismo terminó por significar algo muy distinto. Al igual que en la tradición anglosajona, connotaba una disposición social en la que los privilegios se protegían cuando era posible defenderlos sobre principios universales, y en donde una nueva clase dirigente y laica se apropiaba del lenguaje antiguo de la oposición para garantizarse su propio estatus frente a las exigencias de una clase revolucionaria situada por debajo. Pero al contrario que la evolución que se dio en Gran Bretaña o en Estados Unidos, el liberalismo en Francia tuvo sus raíces en su momento de origen y fue virtualmente impermeable a las nuevas exigencias e intereses. Por consiguiente, aquellos cuyos derechos quedaron desprotegidos, o aquellos cuyos intereses no quedaron cuviertos por las disposiciones existentes, buscaron instrumentos alternativos con los cuales prosperar en sus exigencias, y rechazaron la sociedad liberal y sus derechos por considerarlos inapropiados e hipócritas. Ecos de esta divergencia entre las dos concepciones del liberalismo se hallan aún en los sentidos tan distintos que se atribuyen al término liberalismo en Estados Unidos (donde denota la izquierda más permeable de las corrientes políticas dominantes) y en Italia o Alemania, donde hace referencia a la organización política y a las ideas de la élite industrial y comercial. Pero fue sobre todo en Francia donde el término liberalismo desapareció del canon político de la izquierda. Éste es un punto que no deja de ser curioso, por no decir paradójico. En ningún otro país tanto como en Francia nació la política moderna dentro de un debate en torno a la sociedad, un debate en el que los derechos estaban en boca de todos. Francia, según se ha proclamado ad nauseam, era el país de los Derechos del Hombre, la nación cuyas sucesivas constituciones han prestado atención manifiesta a los Derechos del Hombre y del Ciudadano, el país cuya revolución constituye el momento fundacional de la política moderna en toda Europa y en buena parte del mundo. No obstante, el problema en Francia era que, desde un momento muy temprano, en el desarrollo de las modernas tradiciones políticas los derechos perdieron su estatus extrapolítico y pasaron a ser objeto de recelo. Dejaron de tomarse en serio, por así decir. ... la versión más estática del pensamiento político francés, que lo trata como algo estructuralmente determinado por la omnipresencia de un Estado centralizado en toda la teoría pública... en contraste con el lugar inferior que ocupó en especulaciones comparables en Escocia, Italia y en otros países. Para muchos de los partícipes en la Ilustración francesa era axiomático que los intereses y las necesidades del individuo probablemente nunca hallasen armonía...
I owe myself, in all things, to all the freemen of this city. My particular friends have a demand on me, that I should not deceive their expectations. Never was cause or man supported with more constancy, more activity, more spirit. I have been supported with a zeal indeed and heartiness in my friends, which (if their object had been at all proportioned to their endeavours) could never be sufficiently commended. They supported me upon the most liberal principles. They wished that the members for Bristol should be chosen for the City, and for their Country at large, and not for themselves./
Me debo en todas las cosas a todos los vecinos de esta ciudad. Mis amigos particulares tienen sobre mí el derecho a que no defraude las esperanzas que en mí han depositado. Nunca hubo causa que fuera apoyada con más constancia, más actividad, más espíritu. He sido apoyado con un celo y un entusiasmo por parte de mis amigos, que -de haber sido su objeto proporcionado a sus gestiones- nunca podría ser suficientemente alabado. Me han apoyado basándose en los principios más liberales. Deseaban que los diputados de Bristol fueran escogidos para representar a la ciudad y al país y no para representarles a ellos exclusivamente.
Para Vargas Llosa, Al final, ¿qué es ser un liberal?, La Nación, 27 de enero de 2014:
A fines del siglo XVIII este vocablo cambia de naturaleza y adquiere matices que tienen que ver con las ideas sobre la libertad y el mercado de los pensadores británicos y franceses de la Ilustración (Stuart Mill, Locke, Hume, Adam Smith, Voltaire). Los liberales combaten la esclavitud y el intervencionismo del Estado, defienden la propiedad privada, el comercio libre, la competencia, el individualismo y se declaran enemigos de los dogmas y el absolutismo.En el siglo XIX un liberal es sobre todo un librepensador: defiende el Estado laico, quiere separar la Iglesia del Estado, emancipar a la sociedad del oscurantismo religioso. Sus diferencias con los conservadores y los regímenes autoritarios generan a menudo guerras civiles y revoluciones. El liberal de entonces es lo que hoy llamaríamos un progresista, defensor de los derechos humanos (desde la Revolución Francesa se les conocía como los Derechos del Hombre) y la democracia.