Nacionalismo español (Spanish Wikipedia)

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  • M. OliverMedio millón de estudiantes recibirán un libro sobre el Bicentenario del 2 de mayo (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)., ABC, 22 de noviembre de 2007. La fundación se creó por Decreto 120/2007, de 2 de agosto de 2007 y está preparando un extenso programa de exposiciones y publicaciones. Véase su página web. Su director es el historiador Fernando García de Cortázar, y el patronato que la rige está presidido por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid.
  • La existencia de reivindicaciones nacionalistas ha permitido la retroalimentación del nacionalismo español, que ha recurrido al menosprecio de éstos y a su asociación con el terrorismo. Así, Edurne Uriarte replica a Gregorio Peces-Barba en Los nacionalistas españoles, ABC, 28 de enero de 2005:
    Existe un nacionalismo español, sí, aunque algunos prefieran llamarlo patriotismo constitucional, y consiste en el conjunto de sentimientos y creencias alrededor de la centralidad de la nación española para la articulación territorial de nuestro Estado. De hecho, millones de españoles comparten ese nacionalismo español, más allá de las élites políticas e intelectuales que han intentado definirlo... son lamentables las falsificaciones de quienes equiparan este nacionalismo español con los nacionalismos étnicos excluyentes, porque los nacionalistas españoles son los que acordaron en la Transición la construcción de un Estado profundamente descentralizado, en el máximo nivel de descentralización de las democracias del planeta. Son nacionalistas que creen que España es un país plural, de identidades complejas, y son los que defienden el Estado de las autonomías frente a quienes lo quieren destruir. Y estos nacionalistas españoles nada tienen que ver con el nacionalismo español del franquismo, en contra de lo que insinúan y hasta afirman en ocasiones sus detractores. Su concepto de nación española y su concepto de estado están en los antípodas del franquismo, y no sólo desde el punto de la oposición de la democracia a la dictadura. Otra cosa es que los antifranquistas menos evolucionados políticamente se empeñen en ver nacionalismo español franquista en cualquier defensa de la nación española. Pero ése es el problema de sus fantasmas del pasado y no de los españoles modernos, de derecha y de izquierda, que han sabido conjugar nación española con democracia.
  • ABC, 22-4-2007. Cita como fuente el Diccionario de frases célebres de Vicente Vega, para quien la frase fue respuesta a una carta del ministro de Estado del 26 de enero de 1865, que decía: ...que más vale sucumbir con gloria en mares enemigos que volver a España sin honra ni vergüenza. La respuesta de Méndez Núñez habría sido del 24 de marzo del mismo año, en el sentido de haber cumplido fielmente sus órdenes, concluyendo de esta manera: ...primero honra sin Marina, que Marina sin honra. En el mismo artículo, se cita también a la Enciclopedia Espasa, según la cual la frase estaría dirigida por Méndez Núñez a los almirantes inglés y estadounidense como respuesta a su amenaza de atacarle si bombardeaba Valparaíso, tal como le había ordenado el Gobierno de España. Según ésta fuente, la frase literal sería: La reina, el Gobierno, el país y yo preferimos más tener honra sin barcos, que barcos sin honra.
  • Homenaje a la bandera en la plaza de Colón Archivado el 25 de diciembre de 2011 en Wayback Machine. ABC, 7 de diciembre de 2003.
  • Duran esquivará el debate independentista durante la campaña, El Mundo, 5 de diciembre de 2007. Duran destapa el punto débil de CDC, ABC, 8 de noviembre de 2007.

hemeroteca.abc.es

actashistoria.com

aguaron.net

almendron.com

  • José Luis de la Granja Sainz Aguirre y Prieto, vidas Paralelas, en El Correo, 1 de octubre de 2006, en la misma web, la versión del mismo artículo publicada El País, 7 de octubre de 2006: Entre el pacto y la hegemonía. También deja clara la actitud de la izquierda vasca este texto de Bernardo Estornés Lasa Guerra Civil, 1936-1939, en Auñamendi Entziklopedia:
    en general, la izquierda vasca (dirigida por el socialista Indalecio Prieto) fue lealmente republicana. Otro tanto ocurrió con la navarra. Y si en alguna ocasión realizaron algún acto insurreccional, fue "en defensa de la República" (Pamplona, febrero de 1936). Su propósito confesado era "republicanizar" Vasconia. Disolver la "Gibraltar vaticanista" (Prieto), que Vasconia se implicara en el proyecto de estado social y de derecho que constituía la República española. Para ello, resultó clave desde 1932 el proyecto de Estatuto de autonomía.

    La relación histórica entre PSOE y PNV ha sido objeto de particular análisis desde medios críticos, como éste artículo de Pío Moa: 1934: La extraña alianza izquierdista-peneuvista, Libertad Digital, 20 de febrero de 2004.

antoniodenebrija.org

arbil.org

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bastaya.org

  • Citado en Periodista Digital: Savater y Ciutadans
    El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. Afortunadamente en Cataluña la situación es diferente a la del País Vasco, aunque esa minoría es una alarma que nos dice que algo hay que hacer. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice.
    . Este filósofo, que defiende posiciones contrarias a los nacionalismos periféricos, llegó a decir, en el transcurso de un coloquio España me la suda o me la sopla, con lo que quería expresar que era el Estado como garante de los derechos ciudadanos y no la nación lo que le motivaba a defender la unidad de la nación española. Savater se explicó en Basta Ya: Por allí resopla. Se vio obligado a insistir sobre el tema, como se recoge en Libertad Digital, el 9 de octubre de 2007Fernando Savater insiste: "La idea de España me la sopla"

blogia.com

macondo.blogia.com

  • Vicenç Navarro La Gestapo en España, EL PAÍS Cataluña, 26 de febrero de 2003. F. ROBERTI, Diccionario de Teología Moral, Barcelona 1960; L. SCREMIN, «Eugenesia», en Diccionario de Moral Profesional Médica, Barcelona 1954; E. ARCUSA, Responsabilidad médica, Bogotá 1966, 60-66; T. TOTH, Eugenesia y catolicismo, Madrid 1940; A. VALLEJO-NÁJERA, Eugenesia de la hispanidad, Burgos 1937; A. DE SOBRADILLO, El certificado médico prematrimonial, Salamanca 1943; J. LECLERCQ, La familia, Barcelona 1964, 48-58, 242-254; J. FORD, Genetics for medical students, 4 ed. Methuen 1956; C. C. LI, Population genetics, Chicago 1955; C. BRESCH, Genética clásica y molecular, Madrid 1966, 521-541; V. CONILL, «Reconocimiento médico prematrimonial», en Temas de Sexología humana, Barcelona 1964 «Copia archivada». Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 23 de noviembre de 2007. . [9].

canalsocial.net

  • Vicenç Navarro La Gestapo en España, EL PAÍS Cataluña, 26 de febrero de 2003. F. ROBERTI, Diccionario de Teología Moral, Barcelona 1960; L. SCREMIN, «Eugenesia», en Diccionario de Moral Profesional Médica, Barcelona 1954; E. ARCUSA, Responsabilidad médica, Bogotá 1966, 60-66; T. TOTH, Eugenesia y catolicismo, Madrid 1940; A. VALLEJO-NÁJERA, Eugenesia de la hispanidad, Burgos 1937; A. DE SOBRADILLO, El certificado médico prematrimonial, Salamanca 1943; J. LECLERCQ, La familia, Barcelona 1964, 48-58, 242-254; J. FORD, Genetics for medical students, 4 ed. Methuen 1956; C. C. LI, Population genetics, Chicago 1955; C. BRESCH, Genética clásica y molecular, Madrid 1966, 521-541; V. CONILL, «Reconocimiento médico prematrimonial», en Temas de Sexología humana, Barcelona 1964 «Copia archivada». Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 23 de noviembre de 2007. . [9].

cervantesvirtual.com

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  • Ignacio Fernández Sarasola, La primera Constitución española: El Estatuto de Bayona
    Del fracaso del Estatuto de Bayona puede desprenderse fácilmente que su influencia en la historia constitucional española fue prácticamente nula. Su principal aportación derivó por una vía negativa, ya que sirvió de revulsivo a los «patriotas» para que elaborasen la Constitución de 1812, verdadero envés liberal del Estatuto. Positivamente la influencia del Estatuto de Bayona en el célebre texto de Cádiz es inapreciable, puesto que respondían a filosofías muy distintas: autoritaria e ilustrada la del primero; netamente liberal, la del segundo. Nada más errado que las interesadas palabras del afrancesado Marchena, quien decía que la Constitución de Cádiz sólo tenía de bueno lo que había copiado al texto de Bayona
  • En [5] (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). se habla de estas películas, como Amaya, de 1952 (dirigida por Luis Marquina), adaptación de la novela Amaya o los vascos del siglo VIII de Francisco Navarro Villoslada, de la que también hay una ópera de Jesús Guridi con libreto de José María Arroitajáuregui. Cita como fuente a PRIETO ARCINIEGA, ALBERTO, "El franquismo en el cine: 'Amaya'", en La historia a través del cine. Memoria e Historia en la España de la Postquerra, David Romero Campos (ed.), Vitoria, Universidad del País Vasco – Diputación Foral de Alava, 2002, pp 35-64.
  • La frase abre el artículo “Por capitales de provincia” (septiembre de 1913), publicado junto con otros en Andanzas y visiones españolas Archivado el 27 de agosto de 2006 en Wayback Machine. (1922):
    A mí que tanto me duele España, mi patria, como podía dolerme el corazón, o la cabeza o el vientre, cada uno de estos viajes que hago por nuestras capitales de provincia me llena de cierto pesar no exento de hondas inquietudes.

    El artículo, no obstante, no es tan pesimista como pueda parecer, e incluso denuncia:

    la manía lamentabilísima que aqueja a casi todos los españoles, la manía de quejarse. (...) Yo creo que es una secuela de aquella pordiosería que nuestra literatura picaresca tan bien retrata. (...) cuando oigais a un español quejarse de las cosas de su patria no le hagais mucho caso. Siempre exagera; la mayor parte de las veces miente. Por un atavismo mendicante busca ser compadecido y no sabe que es desdeñado.

    En ese punto coincide con tópicos similares debidos a muchos artículos de Mariano José de Larra (como En este país, 1833); uno de ellos convertido en poema por Joaquín Bartrina: si habla mal de España, es español.

    Oyendo hablar a un hombre, fácil es

    acertar dónde vio la luz del sol;

    si os alaba a Inglaterra, será inglés,

    si os habla mal de Prusia, es un francés,

    y si habla mal de España, es español.

    Arabescos, segunda serie. En Obras Poéticas.

    Véase citado por el propio Unamuno en Obras completas de Unamuno, volumen 8, Ensayos. Ha sido utilizado como título por Fernando Sánchez Dragó para su ensayo (2008) Y si habla mal de España... es español. Barcelona: Planeta. ISBN 978-84-08-07697-1.

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  • La frase abre el artículo “Por capitales de provincia” (septiembre de 1913), publicado junto con otros en Andanzas y visiones españolas Archivado el 27 de agosto de 2006 en Wayback Machine. (1922):
    A mí que tanto me duele España, mi patria, como podía dolerme el corazón, o la cabeza o el vientre, cada uno de estos viajes que hago por nuestras capitales de provincia me llena de cierto pesar no exento de hondas inquietudes.

    El artículo, no obstante, no es tan pesimista como pueda parecer, e incluso denuncia:

    la manía lamentabilísima que aqueja a casi todos los españoles, la manía de quejarse. (...) Yo creo que es una secuela de aquella pordiosería que nuestra literatura picaresca tan bien retrata. (...) cuando oigais a un español quejarse de las cosas de su patria no le hagais mucho caso. Siempre exagera; la mayor parte de las veces miente. Por un atavismo mendicante busca ser compadecido y no sabe que es desdeñado.

    En ese punto coincide con tópicos similares debidos a muchos artículos de Mariano José de Larra (como En este país, 1833); uno de ellos convertido en poema por Joaquín Bartrina: si habla mal de España, es español.

    Oyendo hablar a un hombre, fácil es

    acertar dónde vio la luz del sol;

    si os alaba a Inglaterra, será inglés,

    si os habla mal de Prusia, es un francés,

    y si habla mal de España, es español.

    Arabescos, segunda serie. En Obras Poéticas.

    Véase citado por el propio Unamuno en Obras completas de Unamuno, volumen 8, Ensayos. Ha sido utilizado como título por Fernando Sánchez Dragó para su ensayo (2008) Y si habla mal de España... es español. Barcelona: Planeta. ISBN 978-84-08-07697-1.

cis.es

confebask.es

congreso.es

  • el artículo del 5 EAC, este autogobierno se fundamenta en los derechos históricos del pueblo catalán, en sus instituciones seculares y en la tradición jurídica catalana, lo cual, especialmente en lo relativo a los derechos históricos, sólo se admite por la STC 31/2010, FFJJ 8 y 10, en la medida en que se entienda que el autogobierno no es sino el que el artículo 2 de la Constitución reconoce y garantiza a las nacionalidades y regiones que integran la Nación española, y que los derechos históricos del pueblo catalán no son equiparables a los de la disposición adicional primera de la Constitución, ni son fundamento jurídico propio del autogobierno catalán, al margen de la Constitución misma.[10] congreso

cope.es

  • La identificación con la condición de "español", sea en exclusiva, sea compartida con la condición de "catalán", "vasco", etc. es muy mayoritaria, incluso en cada una de las comunidades autónomas con nacionalismos periféricos. Las interpretaciones políticas de estos datos y sus tendencias pueden ser variables y hasta opuestas, pero los estudios sociológicos son en este punto claros:
    según las investigaciones serias, manifiestan un sólido y creciente apoyo al llamado pacto constitucional del 78 (por las dudas: Enric Martínez-Herrera y Thomas Milley, The Constitution and the Politics of National Identity in Contemporary Spain, en Nations & Nationalism 2010, 16, 1).
    (Félix Ovejero Lucas La sentencia y la hidráulica, El País, 21 de julio de 2010)

    La perspectiva del Partido Popular se refleja en éste artículo de César Alcalá: El "patriotismo constitucional".

    La de un artículo de Fernando Savater Vivere libero (EL PAÍS 6 de diciembre de 2001), citado por Bernat Castany Prado en Literatura posnacional, Editum, 2007, ISBN 978-84-8371-684-7, pg. 71.

    “La dictadura y el régimen de Franco desacreditaron el españolismo y los nacionalismos -sobre todo el vasco y el catalán- que se redefinieron como liberación nacional y se identificó democracia en España con derechos de las nacionalidades. Eso es una interpretación muy criticable, en parte falsa, pero que se ha producido y es difícil reconstruir una idea fuerte de España sobre eso que hace años llamábamos patriotismo constitucional”
    Juan Pablo Fusi, profesor de la universidad Complutense de Madrid, en “Breve historia del mundo contemporáneo” (entrevistas en COPE, 5 de octubre de 2013).

crisyc.com

cuentayrazon.org

ed-critica.es

editorial-club-universitario.es

elconfidencial.com

elinconformistadigital.com

  • En cuyo capital está La Caixa, entidad financiera catalana a la que se presumía dirigida por el Gobierno de la Generalitat y el ministerio de industria del gobierno central, que en el reparto interno de poder del gobierno de Zapatero correspondía al Partido Socialista de Cataluña. Entre la gran cantidad de análisis que se hicieron de la OPA está el de Edmundo Fayanás ¿Qué pasa con la OPA sobre Endesa? Archivado el 2 de abril de 2015 en Wayback Machine. en El Inconformista digital

elmundo.es

elpais.com

  • Benedict Anderson (op. cit.) define a toda nación como una comunidad imaginada, en un sentido similar al de Eric Hobsbawm cuando hablaba de tradiciones inventadas (Seton-Watson, H.: Manufactured Mythologies: Review of The Invention of Tradition página 1270 de Times Literary Supplement, Volumen 4207, 18 de noviembre de 1983). Santos Juliá, específicamente para el proceso de construcción nacional en España apunta que Los historiadores están volcados en el estudio de lo que llaman procesos de construcción nacional: no hay cosa que venda hoy más que todo lo relacionado con la memoria y la identidad, ambas colectivas. Santos Juliá Un respiro, El País, 23/03/2008. Gabriel Tortella indica:
    A menudo se habla y se escribe como si el único nacionalismo que hubiera aparecido sobre la faz de la Tierra a principios del siglo XIX fuera el español. En realidad se trata de un fenómeno universal, o casi. (...) El Estado-nación es producto de la gran revolución moderna que se inicia en Holanda e Inglaterra en el siglo XVII y que se generaliza un siglo más tarde con la independencia de Estados Unidos y la Revolución francesa, que, en realidad, es una Revolución Europea. Todo esto ya lo establecieron hace medio siglo Louis Gottschalk y Jacques Godechot, entre otros. Lo interesante del caso español no me parece ser su pugna por ser una nación moderna en el siglo XIX. Eso les ocurre a todas, empezando por Francia, e incluyendo a las anglosajonas, donde también hay una larga y compleja pugna por la modernidad. La originalidad española estriba en que, siendo un país atrasado económica e intelectualmente a comienzos del siglo XIX, lucha con una gallardía extraordinaria por preservar su identidad a la vez que se esfuerza por adoptar y adaptar lo mejor del programa revolucionario: el parlamentarismo, la Constitución, la soberanía popular, las libertades básicas.
    El Dos de Mayo y la nación, El País, 21/05/2008.
  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013
  • Gregorio Peces-Barba Los nacionalismos en España, El País 23/11/2010, utiliza la expresión nacionalismos abiertos y cerrados; su artículo es contestado en el mismo medio por Hilari Raguer De nacionalismos abiertos y cerrados, 10/01/2011.
  • La prentensión centralizadora de la monarquía era parte de su búsqueda de ampliar los límites de su autoridad ante los privilegios locales, estamentales y particularismos de todo tipo. Constantemente venía siendo sometida a pruebas y tensiones, desde la Baja Edad Media, y en la Edad Moderna destacadamente desde las diferentes formulaciones de la idea imperial de Carlos V (Guerra de las Comunidades de Castilla, guerras religiosas en Alemania) y desde la hispanización de la monarquía con Felipe II (Corte en Madrid, Rebelión de las Alpujarras, Revuelta de Flandes, incorporación de Portugal, Alteraciones de Aragón). La voluntad o decisión de incrementar la capacidad de rey para intervenir en cada reino, fue notablemente menor entre los Habsburgo que entre los Borbones, aunque siempre tuvo momentos de mayor o menor intensidad, y llegó a explicitarse en documentos entre los que destaca el Gran Memorial del Conde-Duque de Olivares a Felipe IV en 1624:
    Tenga Vuestra Majestad por el negocio más importante de su monarquía el hacerse rey de España; quiero decir, Señor, que no se contente Vuestra Majestad con ser rey de Portugal, de Aragón, de Valencia, Conde de Barcelona, sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y las leyes de Castilla sin ninguna diferencia, que si Vuestra Majestad lo alcanza, será el Príncipe más poderoso del mundo.

    El concepto de natio (nación) utilizado desde el Renacimiento, seguirá subordinado a un campo semántico presidido por la noción de Monarquía (José María Jover Zamora, como comentario al memorial de Olivares y otros textos contemporáneos, como el de Juan de Palafox y Mendoza Historia y civilización: escritos seleccionados Volumen 13, pg. 78 Universitat de València, 1997 ISBN 978-84-370-2692-3). La pretensión de control de la monarquía (tanto la autoritaria como la absoluta) sobre los súbditos tenía causas y objetivos muy diferentes a las del posterior nacionalismo.

    El carácter irreductiblemente feudal del absolutismo permaneció... Ejército, burocracia, diplomacia y dinastía formaban un inflexible complejo feudal que regía toda la maquinara del estado y guiaba sus destinos. La dominación del Estado absolutista fue la dominación de la nobleza feudal en la época de la transición al capitalismo. Su final señalaría la crisis del poder de esa clase: la llegada de las revoluciones burguesas y la aparición del Estado capitalista.
    Perry Anderson El Estado Absolutista, pg. 37

    La consideración de "naciones-estado" a los de Europa occidental desde finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna es un tópico de la historiografía y la ciencia política, y se vincula a la propia construcción de los conceptos de Estado, nación y soberanía, como refiere aquí Gregorio Peces-Barba (El País, 1/12/2011):

    España con Francia e Inglaterra es uno de los países que antes alcanzaron un Estado unitario en los orígenes de la modernidad y que solo tuvo dos soberanos desde que este concepto expresa la unidad del poder moderno, la soberanía a partir de su construcción teórica para Jean Bodino en Los seis libros de la República 1576. En el Estado absoluto el soberano era el rey que estaba por encima de las leyes, y en el liberal, a partir de la Constitución de 1812, el soberano fue la nación, entendida como el conjunto de los ciudadanos.
  • Aunque la etiqueta nacionalista no ha tenido éxito en España como autodenominación, la existencia de un fenómeno similar al de los nacionalismos contemporáneos europeos ha sido ampliamente estudiada. El hecho se trata en este artículo de Joan B. Culla i Clarà Nacionalistas sin espejo, El País, 16 de marzo de 2007.
  • José Álvarez Junco (2001) Mater dolorosa. La idea de España en el siglo XIX Madrid: Taurus. Fragmentos seleccionados por José Uría, Página Abierta, 157, marzo de 2005 [1]. Los planteamientos de este autor han suscitado un debate intelectual sobre el surgimiento del concepto de nación española, con el también historiador Antonio Elorza en un sonado cruce de artículos y cartas publicadas en El País; para Elorza la Nación precede a la entrada en escena del proceso constituyente; para Álvarez Junco, más escéptico en cuestiones esencialistas, no es la previa existencia de la nación lo que importa, mientras que por ese lado [el puramente militar] la lucha no tiene nada que ver con una liberación o independencia nacional. Una nueva exposición de la postura de Antonio Elorza:
    Por supuesto, no existía un sujeto colectivo que entonces permitiera hablar de nación como titular de la soberanía. Sí existía, en cambio, una conciencia en las élites de identidad nacional que venía de muy atrás y que la voluntad de reforma acentúa
    El Dos de Mayo y la nación, El País, 28/04/2008
  • Joan Romero, op. cit., además de este artículo publicado en El País, 16/01/2008: La tensión entre nacionalismos en España
    Reconocer la existencia de diversas naciones en España no supone que se tenga que ser nacionalista. Muchos españoles no somos nacionalistas, pero eso no impide saber de un proceso que hunde sus raíces en nuestra(s) historia(s), más o menos fabulada(s) e interesada(s), y en la incapacidad de articular un proyecto colectivo capaz de integrar a distintos pueblos que se sienten diferentes. Precisamente ahí radica la diferencia fundamental entre quienes son nacionalistas y quienes no lo somos. Para algunos sectores del nacionalismo democrático vasco o catalán, el objetivo perseguido será conseguir que su nación se convierta en un Estado-(nación) o aspirar a algún tipo de asociación confederal, confundiendo de paso la parte con el todo en su propio ámbito cultural y negando la realidad crecientemente multicultural allí existente. Los riesgos y los costos de iniciar ese camino, poco realista a mi juicio, son tan importantes como imprevisibles. Por su parte, un nacionalista español procurará negar toda opción a las otras culturas sociales minoritarias. Persistir en esa posición, negando la diversidad y el reconocimiento en serio de hechos diferenciales, es igualmente indefendible e insostenible.
  • La identificación con la condición de "español", sea en exclusiva, sea compartida con la condición de "catalán", "vasco", etc. es muy mayoritaria, incluso en cada una de las comunidades autónomas con nacionalismos periféricos. Las interpretaciones políticas de estos datos y sus tendencias pueden ser variables y hasta opuestas, pero los estudios sociológicos son en este punto claros:
    según las investigaciones serias, manifiestan un sólido y creciente apoyo al llamado pacto constitucional del 78 (por las dudas: Enric Martínez-Herrera y Thomas Milley, The Constitution and the Politics of National Identity in Contemporary Spain, en Nations & Nationalism 2010, 16, 1).
    (Félix Ovejero Lucas La sentencia y la hidráulica, El País, 21 de julio de 2010)

    La perspectiva del Partido Popular se refleja en éste artículo de César Alcalá: El "patriotismo constitucional".

    La de un artículo de Fernando Savater Vivere libero (EL PAÍS 6 de diciembre de 2001), citado por Bernat Castany Prado en Literatura posnacional, Editum, 2007, ISBN 978-84-8371-684-7, pg. 71.

    “La dictadura y el régimen de Franco desacreditaron el españolismo y los nacionalismos -sobre todo el vasco y el catalán- que se redefinieron como liberación nacional y se identificó democracia en España con derechos de las nacionalidades. Eso es una interpretación muy criticable, en parte falsa, pero que se ha producido y es difícil reconstruir una idea fuerte de España sobre eso que hace años llamábamos patriotismo constitucional”
    Juan Pablo Fusi, profesor de la universidad Complutense de Madrid, en “Breve historia del mundo contemporáneo” (entrevistas en COPE, 5 de octubre de 2013).
  • siempre la lengua fue compañera del imperio: y de tal manera lo siguió: que junta mente començaron. crecieron. y florecieron. y después junta fue la caída de entrambos
    La frase es muy a menudo citada con alguna variante, como la Lengua va con el Imperio, como lo hace Martínez de Sousa, en Cerida, odiada ortografía. Las propuestas de reformar el español escrito tropiezan con el escepticismo y el desinterés, en El País, 26/11/1989. Un informe sobre La cuestión lingüística en siglo XVI, por Ricardo García Cárcel en Artehistoria.
  • Rosa Díez pregunta al Gobierno sobre la discriminación lingüística en Baleares, en El Mundo, 30 de abril de 2008. Dos lenguas, una imposición Archivado el 21 de mayo de 2008 en Wayback Machine. (sobre el valenciano y el catalán). El 23 de junio de 2008 Una veintena de intelectuales reclama reformas para defender el castellano, en un "Manifiesto por una lengua común". Documento presentado en el Ateneo de Madrid y firmado inicialmente por Mario Vargas Llosa, José Antonio Marina, Aurelio Arteta, Félix de Azúa, Albert Boadella, Carlos Castilla del Pino, Luis Alberto de Cuenca, Arcadi Espada, Alberto González Troyano, Antonio Lastra, Carmen Iglesias, Carlos Martínez Gorriarán, José Luis Pardo, Álvaro Pombo, Ramón Rodríguez, José María Ruiz Soroa, Fernando Savater y Fernando Sosa Wagner (El País, 24 de junio de 2008).
    Desde hace algunos años hay crecientes razones para preocuparse en nuestro país por la situación institucional de la lengua castellana, la única lengua juntamente oficial y común de todos los ciudadanos españoles. Desde luego, no se trata de una desazón meramente cultural -nuestro idioma goza de una pujanza envidiable y creciente en el mundo entero, sólo superada por el chino y el inglés- sino de una inquietud estrictamente política: se refiere a su papel como lengua principal de comunicación democrática en este país, así como de los derechos educativos y cívicos de quienes la tienen como lengua materna o la eligen con todo derecho como vehículo preferente de expresión, comprensión y comunicación.

    El documento ha sido objeto de un debate extenso. Un ejemplo de respuesta crítica, por parte del viceconsejero de Política Lingüística del Gobierno vasco, Patxi Baztarrika Galparsoro: Los temores de Goliat, El País, 18/07/2008.

    Manifiesto que, más que a favor de "la lengua común", parece abogar por el monolingüismo de facto... Sería deseable que los firmantes y vitoreadores de tan trasnochados principios, en lugar de abogar por una "modificación constitucional y de algunos Estatutos autonómicos" (¡eso mismo que, en otros contextos, acarrea inmediato anatema!), petición harto sospechosa de nostalgia preconstitucional, regresaran al espíritu de regeneración democrática que ha permitido en Euskadi la construcción de un amplísimo acuerdo político y social en torno al euskera. Sin coacción, pero con firmeza; sin agresiones, pero también sin tibieza.
  • Gustavo Suárez Pertierra: Ambiciones globales para España. España tiene prestigio y capacidad de atracción internacionales, amén del capital de su lengua y cultura. Pero puede y debe explotar mejor sus recursos en el mundo. Necesita una estrategia colectiva como país., en El País, 14/04/2008:
    los espacios privilegiados del poder blando: la cultura y, sobre todo, la lengua, que es nuestro principal activo. Así lo avalan 400 millones de hispanohablantes en Latinoamérica y 40 millones en EE UU. Según algunos expertos, el valor económico del español alcanza al 15% del PIB.
  • Manuel Vázquez Montalbán publicó una serie de artículos titulada Crónica sentimental de España, en la revista Triunfo en el año 1969. Posteriormente, como libro (2000), el Cancionero General del Franquismo, Barcelona: Crítica. Belén Guinart comenta una adaptación teatral en su artículo La mítica 'Crónica sentimental de España', de Vázquez Montalbán, llega a los escenarios en El País, 4 de noviembre de 2006. Puede considerarse similares algunos libros, como El peso de la Paja, autobiografía de Terenci Moix, o la película de Pedro Almodóvar La mala educación, que está en la misma línea.
  • Sin honores militares, pero con devoción castrense. Polémica en el Corpus de Toledo por el papel del Ejército, El País, 3 de junio de 2010.
  • El impulsor del concepto Edad de Plata es José Carlos Mainer, quien, además titula precisamente Modernidad y nacionalismo 1900-1939 el volumen 6 de la Historia de la literatura española, Crítica, 2010. Reseña en El País, 19 de marzo de 2010.
  • Francesc Valls: El 'Ja sóc aquí' cumple 25 años, El País, 29/09/2002
  • Página web de Confebassk, que en algunos casos muestran sus puntuales discrepancias, y las de Fomento, con la confederación a nivel español, dirigida por José María Cuevas: Egunon, resumen de prensa (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). 21 de marzo de 2006. Una de las últimas noticias ha sido la reacción ante la crisis de las infraestructuras de Barcelona, que se vincula a la carencia de inversión del Estado y la mala gestión de la Comunidad Autónoma. Ha sido calificada como La revuelta del empresariado catalán. El colectivo se moviliza por la crisis de infraestructuras y la pérdida de liderazgo, Ariadna Trillas, El País, 18 de noviembre de 2007.
  • Miguel González Una decena de militares embozados da una paliza a tres soldados inmigrantes. Dos arrestados por la agresión xenófoba en el cuartel barcelonés de El Bruc El País, 01/03/2008
  • Jesús Duva La policía calcula que en España hay casi 10.000 'ultras' y neonazis. Sólo en Madrid han sido detenidas este año 64 personas por 59 actos delictivos El País, 18 de noviembre de 2007
  • Pablo Ximénez de Sandoval: Entre la "nación" y la "comunidad histórica", El País, 10 de diciembre de 2007.
  • El PP reúne a más de 75.000 personas al grito de "Viva Navarra española", El País, 18 de marzo de 2007.
  • Citado por Antonio Zoido El viaje andaluz de José Jiménez Lozano, EL País, 15 de enero de 2003

eumed.net

  • Juan Velarde Fuertes El español como base del desarrollo, en II Congreso Internacional de la Lengua Española, Valladolid, octubre de 2001
    En España, precisamente, desde el Arancel de los Moderados de 1847, acentuado con el mensaje proteccionista de Cánovas del Castillo maximizado por el Arancel de Guerra de 1891, y continuado, de modo cada vez más fuerte, hasta 1957, existió una clarísima mentalidad autárquica.

euskomedia.org

  • José Luis de la Granja Sainz Aguirre y Prieto, vidas Paralelas, en El Correo, 1 de octubre de 2006, en la misma web, la versión del mismo artículo publicada El País, 7 de octubre de 2006: Entre el pacto y la hegemonía. También deja clara la actitud de la izquierda vasca este texto de Bernardo Estornés Lasa Guerra Civil, 1936-1939, en Auñamendi Entziklopedia:
    en general, la izquierda vasca (dirigida por el socialista Indalecio Prieto) fue lealmente republicana. Otro tanto ocurrió con la navarra. Y si en alguna ocasión realizaron algún acto insurreccional, fue "en defensa de la República" (Pamplona, febrero de 1936). Su propósito confesado era "republicanizar" Vasconia. Disolver la "Gibraltar vaticanista" (Prieto), que Vasconia se implicara en el proyecto de estado social y de derecho que constituía la República española. Para ello, resultó clave desde 1932 el proyecto de Estatuto de autonomía.

    La relación histórica entre PSOE y PNV ha sido objeto de particular análisis desde medios críticos, como éste artículo de Pío Moa: 1934: La extraña alianza izquierdista-peneuvista, Libertad Digital, 20 de febrero de 2004.

filosofia.net

aafi.filosofia.net

filosofia.org

  • La Fiesta de la Raza artículo firmado Por los emigrantes, aparecido en El Carbayón, Oviedo, 14 de octubre de 1921.

foroporlamemoria.info

generalisimofranco.com

  • Gonzalo Fernández de la Mora: Franco, en ABC, 21 de noviembre de 1975
  • Artículo de Manuel Vázquez Montalbán sobre Franco y sus obsesiones:[7] Archivado el 18 de mayo de 2007 en Wayback Machine.. Página biográfica muy afín a Franco donde se reproduce su interpretación del Desastre del 98, marcadamente autobiográfica —su padre era oficial de marina y el no pudo llegar a serlo por la pérdida de las colonias— extraída del «Anecdotario» del propio Franco (bajo el pseudónimo Jaime de Andrade) para el guion de Raza, película dirigida por José Luis Sáez de Heredia:
    «en Filipinas, el extranjero fomenta perturbaciones. La masonería lo invade todo. En Cuba, los insurrectos tienen protecciones poderosas; las mismas logias, pero una gran nación detrás». Jaime de Andrade pone en labios del personaje estas palabras:

    «Abandonados el Ejército y la Marina por España; prisioneros de España. Yo he leído en el Estado Mayor del Capitán General de la Isla cartas que destilaban sangre. El Gobierno no quiere aventuras; hay que contemporizar. No se pueden enviar más hombres. La guerra no es popular».

    Uno de los oficiales presentes interrumpe: «¿Qué han hecho para que lo sea? ¡Cuánta vergüenza!». Y el jefe de Estado Mayor sentencia: «Al final, sin armas, sin efectivos, sin política exterior, aislados del mundo, tendremos la culpa los militares».

google.es

books.google.es

  • La prentensión centralizadora de la monarquía era parte de su búsqueda de ampliar los límites de su autoridad ante los privilegios locales, estamentales y particularismos de todo tipo. Constantemente venía siendo sometida a pruebas y tensiones, desde la Baja Edad Media, y en la Edad Moderna destacadamente desde las diferentes formulaciones de la idea imperial de Carlos V (Guerra de las Comunidades de Castilla, guerras religiosas en Alemania) y desde la hispanización de la monarquía con Felipe II (Corte en Madrid, Rebelión de las Alpujarras, Revuelta de Flandes, incorporación de Portugal, Alteraciones de Aragón). La voluntad o decisión de incrementar la capacidad de rey para intervenir en cada reino, fue notablemente menor entre los Habsburgo que entre los Borbones, aunque siempre tuvo momentos de mayor o menor intensidad, y llegó a explicitarse en documentos entre los que destaca el Gran Memorial del Conde-Duque de Olivares a Felipe IV en 1624:
    Tenga Vuestra Majestad por el negocio más importante de su monarquía el hacerse rey de España; quiero decir, Señor, que no se contente Vuestra Majestad con ser rey de Portugal, de Aragón, de Valencia, Conde de Barcelona, sino que trabaje y piense con consejo mudado y secreto por reducir estos reinos de que se compone España al estilo y las leyes de Castilla sin ninguna diferencia, que si Vuestra Majestad lo alcanza, será el Príncipe más poderoso del mundo.

    El concepto de natio (nación) utilizado desde el Renacimiento, seguirá subordinado a un campo semántico presidido por la noción de Monarquía (José María Jover Zamora, como comentario al memorial de Olivares y otros textos contemporáneos, como el de Juan de Palafox y Mendoza Historia y civilización: escritos seleccionados Volumen 13, pg. 78 Universitat de València, 1997 ISBN 978-84-370-2692-3). La pretensión de control de la monarquía (tanto la autoritaria como la absoluta) sobre los súbditos tenía causas y objetivos muy diferentes a las del posterior nacionalismo.

    El carácter irreductiblemente feudal del absolutismo permaneció... Ejército, burocracia, diplomacia y dinastía formaban un inflexible complejo feudal que regía toda la maquinara del estado y guiaba sus destinos. La dominación del Estado absolutista fue la dominación de la nobleza feudal en la época de la transición al capitalismo. Su final señalaría la crisis del poder de esa clase: la llegada de las revoluciones burguesas y la aparición del Estado capitalista.
    Perry Anderson El Estado Absolutista, pg. 37

    La consideración de "naciones-estado" a los de Europa occidental desde finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna es un tópico de la historiografía y la ciencia política, y se vincula a la propia construcción de los conceptos de Estado, nación y soberanía, como refiere aquí Gregorio Peces-Barba (El País, 1/12/2011):

    España con Francia e Inglaterra es uno de los países que antes alcanzaron un Estado unitario en los orígenes de la modernidad y que solo tuvo dos soberanos desde que este concepto expresa la unidad del poder moderno, la soberanía a partir de su construcción teórica para Jean Bodino en Los seis libros de la República 1576. En el Estado absoluto el soberano era el rey que estaba por encima de las leyes, y en el liberal, a partir de la Constitución de 1812, el soberano fue la nación, entendida como el conjunto de los ciudadanos.
  • Lira, 1979, p. 127. Lira, Osvaldo (1979). Nostalgia de Vázquez De Mella (2.ª edición). Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello. 
  • Vazquez de Mella, Juan (1932). Afirmaciones patrióticas. «Discursos parlamentarios V». Obras completas del Excmo. señor don Juan Vázquez de Mella y Fanjul. pp. 296-303. 
  • Muñoz Mendoza, 2012, p. 160. Muñoz Mendoza, Jordi (2012). La construcción política de la identidad española: ¿del nacionalcatolicismo al patriostismo democrático?. CIS. p. 254. ISBN 9788474766080. 
  • Saz Campos y Archilés Cardona, 2011, p. 292. Saz Campos, Ismael; Archilés Cardona, Ferran (2011). Estudios sobre nacionalismo y nación en la España contemporánea. Prensas Universitarias de Zaragoza. p. 342. ISBN 978-84-15-27413-1. 
  • La identificación con la condición de "español", sea en exclusiva, sea compartida con la condición de "catalán", "vasco", etc. es muy mayoritaria, incluso en cada una de las comunidades autónomas con nacionalismos periféricos. Las interpretaciones políticas de estos datos y sus tendencias pueden ser variables y hasta opuestas, pero los estudios sociológicos son en este punto claros:
    según las investigaciones serias, manifiestan un sólido y creciente apoyo al llamado pacto constitucional del 78 (por las dudas: Enric Martínez-Herrera y Thomas Milley, The Constitution and the Politics of National Identity in Contemporary Spain, en Nations & Nationalism 2010, 16, 1).
    (Félix Ovejero Lucas La sentencia y la hidráulica, El País, 21 de julio de 2010)

    La perspectiva del Partido Popular se refleja en éste artículo de César Alcalá: El "patriotismo constitucional".

    La de un artículo de Fernando Savater Vivere libero (EL PAÍS 6 de diciembre de 2001), citado por Bernat Castany Prado en Literatura posnacional, Editum, 2007, ISBN 978-84-8371-684-7, pg. 71.

    “La dictadura y el régimen de Franco desacreditaron el españolismo y los nacionalismos -sobre todo el vasco y el catalán- que se redefinieron como liberación nacional y se identificó democracia en España con derechos de las nacionalidades. Eso es una interpretación muy criticable, en parte falsa, pero que se ha producido y es difícil reconstruir una idea fuerte de España sobre eso que hace años llamábamos patriotismo constitucional”
    Juan Pablo Fusi, profesor de la universidad Complutense de Madrid, en “Breve historia del mundo contemporáneo” (entrevistas en COPE, 5 de octubre de 2013).
  • De Arantzadi Y Etxebarria, Engracio (2010). Ereintza, siembra de nacionalismo vasco. Editorial MAXTOR. p. 87. 
  • http://books.google.es/books?id=70UI8ZQt56QC&pg=PA677&hl=es&source=gbs_selected_pages&cad=3#v=onepage&q&f=false Diccionario
  • Según José María Iribarren El porqué de los dichos fue una frase privada de Cánovas, publicada por Agustín González de Amezúa. Benito Pérez Galdós la recoge en el capítulo XI de Cánovas, uno de los Episodios Nacionales:
    Y ahora, lector mío, a mi modo continuaré la Historia de España, como decía Cánovas. En cuanto terminaron los desaboridos festejos, las Cortes enredáronse en el arduo trajín de fabricar la nueva Constitución, la cual si no me sale mal la cuenta, era la sexta que los españoles del siglo XIX habíamos estatuido para pasar el rato. Naturalmente, se nombró una Comisión cuyos individuos trabajaban como fieras para pergeñar el documento, y a este propósito os diré que la última nota del regocijo público, en los jolgorios de la paz, la dio don Antonio Cánovas con una frase graciosísima que vais a conocer. Hallábase una tarde en el banco azul el Presidente del Consejo, fatigado de un largo y enojoso debate, cuando se le acercaron dos señores de la Comisión para preguntarle cómo redactarían el artículo del Código fundamental que dice: son españoles los tales y tales... Don Antonio, quitándose y poniéndose los lentes, con aquel guiño característico que expresaba su mal humor ante toda impertinencia, contestó ceceoso: «Pongan ustedes que son españoles... los que no pueden ser otra cosa».

    Parafraseando el tópico, Luis Cernuda escribió, en su "Díptico español": "Si yo soy español, lo soy|A la manera de aquellos que no pueden|Ser otra cosa [...]"

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  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

lenguacatalana.com

libertaddigital.com

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  • José Luis de la Granja Sainz Aguirre y Prieto, vidas Paralelas, en El Correo, 1 de octubre de 2006, en la misma web, la versión del mismo artículo publicada El País, 7 de octubre de 2006: Entre el pacto y la hegemonía. También deja clara la actitud de la izquierda vasca este texto de Bernardo Estornés Lasa Guerra Civil, 1936-1939, en Auñamendi Entziklopedia:
    en general, la izquierda vasca (dirigida por el socialista Indalecio Prieto) fue lealmente republicana. Otro tanto ocurrió con la navarra. Y si en alguna ocasión realizaron algún acto insurreccional, fue "en defensa de la República" (Pamplona, febrero de 1936). Su propósito confesado era "republicanizar" Vasconia. Disolver la "Gibraltar vaticanista" (Prieto), que Vasconia se implicara en el proyecto de estado social y de derecho que constituía la República española. Para ello, resultó clave desde 1932 el proyecto de Estatuto de autonomía.

    La relación histórica entre PSOE y PNV ha sido objeto de particular análisis desde medios críticos, como éste artículo de Pío Moa: 1934: La extraña alianza izquierdista-peneuvista, Libertad Digital, 20 de febrero de 2004.

  • La defensa de un radical nacionalismo español es muy marcada en periodistas y colaboradores habituales del programa de Federico Jiménez Losantos, como César Vidal o Pío Moa, que también se destacan por sus libros que proponen el llamado revisionismo histórico de la Guerra Civil. Lo mismo ocurre en un medio digital muy conectado con este grupo, llamado Libertad Digital; aquí unos ejemplos: Jorge Viches Por qué ser nacionalista español, Pío Moa Un nacionalismo español y Nacionalismo español tradicionalista Archivado el 14 de julio de 2006 en Wayback Machine.

libertaddigital.com

  • La defensa de un radical nacionalismo español es muy marcada en periodistas y colaboradores habituales del programa de Federico Jiménez Losantos, como César Vidal o Pío Moa, que también se destacan por sus libros que proponen el llamado revisionismo histórico de la Guerra Civil. Lo mismo ocurre en un medio digital muy conectado con este grupo, llamado Libertad Digital; aquí unos ejemplos: Jorge Viches Por qué ser nacionalista español, Pío Moa Un nacionalismo español y Nacionalismo español tradicionalista Archivado el 14 de julio de 2006 en Wayback Machine.
  • Citado en Periodista Digital: Savater y Ciutadans
    El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. Afortunadamente en Cataluña la situación es diferente a la del País Vasco, aunque esa minoría es una alarma que nos dice que algo hay que hacer. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice.
    . Este filósofo, que defiende posiciones contrarias a los nacionalismos periféricos, llegó a decir, en el transcurso de un coloquio España me la suda o me la sopla, con lo que quería expresar que era el Estado como garante de los derechos ciudadanos y no la nación lo que le motivaba a defender la unidad de la nación española. Savater se explicó en Basta Ya: Por allí resopla. Se vio obligado a insistir sobre el tema, como se recoge en Libertad Digital, el 9 de octubre de 2007Fernando Savater insiste: "La idea de España me la sopla"

march.es

  • Conferencia de José Luis Abellán: El "¡que inventen ellos!" de Unamuno [6]. Fundación Juan March, 10/05/1994.

mcu.es

prensahistorica.mcu.es

memoriacatalunya.org

  • Vicenç Navarro La Gestapo en España, EL PAÍS Cataluña, 26 de febrero de 2003. F. ROBERTI, Diccionario de Teología Moral, Barcelona 1960; L. SCREMIN, «Eugenesia», en Diccionario de Moral Profesional Médica, Barcelona 1954; E. ARCUSA, Responsabilidad médica, Bogotá 1966, 60-66; T. TOTH, Eugenesia y catolicismo, Madrid 1940; A. VALLEJO-NÁJERA, Eugenesia de la hispanidad, Burgos 1937; A. DE SOBRADILLO, El certificado médico prematrimonial, Salamanca 1943; J. LECLERCQ, La familia, Barcelona 1964, 48-58, 242-254; J. FORD, Genetics for medical students, 4 ed. Methuen 1956; C. C. LI, Population genetics, Chicago 1955; C. BRESCH, Genética clásica y molecular, Madrid 1966, 521-541; V. CONILL, «Reconocimiento médico prematrimonial», en Temas de Sexología humana, Barcelona 1964 «Copia archivada». Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 23 de noviembre de 2007. . [9].

noticiasdealava.com

orientatzaile.blogspot.com

ortegaygasset.edu

  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

pensamientocritico.org

  • José Álvarez Junco (2001) Mater dolorosa. La idea de España en el siglo XIX Madrid: Taurus. Fragmentos seleccionados por José Uría, Página Abierta, 157, marzo de 2005 [1]. Los planteamientos de este autor han suscitado un debate intelectual sobre el surgimiento del concepto de nación española, con el también historiador Antonio Elorza en un sonado cruce de artículos y cartas publicadas en El País; para Elorza la Nación precede a la entrada en escena del proceso constituyente; para Álvarez Junco, más escéptico en cuestiones esencialistas, no es la previa existencia de la nación lo que importa, mientras que por ese lado [el puramente militar] la lucha no tiene nada que ver con una liberación o independencia nacional. Una nueva exposición de la postura de Antonio Elorza:
    Por supuesto, no existía un sujeto colectivo que entonces permitiera hablar de nación como titular de la soberanía. Sí existía, en cambio, una conciencia en las élites de identidad nacional que venía de muy atrás y que la voluntad de reforma acentúa
    El Dos de Mayo y la nación, El País, 28/04/2008

periodistadigital.com

blogs.periodistadigital.com

  • José Álvarez Junco (2001) Mater dolorosa. La idea de España en el siglo XIX Madrid: Taurus. Fragmentos seleccionados por José Uría, Página Abierta, 157, marzo de 2005 [1]. Los planteamientos de este autor han suscitado un debate intelectual sobre el surgimiento del concepto de nación española, con el también historiador Antonio Elorza en un sonado cruce de artículos y cartas publicadas en El País; para Elorza la Nación precede a la entrada en escena del proceso constituyente; para Álvarez Junco, más escéptico en cuestiones esencialistas, no es la previa existencia de la nación lo que importa, mientras que por ese lado [el puramente militar] la lucha no tiene nada que ver con una liberación o independencia nacional. Una nueva exposición de la postura de Antonio Elorza:
    Por supuesto, no existía un sujeto colectivo que entonces permitiera hablar de nación como titular de la soberanía. Sí existía, en cambio, una conciencia en las élites de identidad nacional que venía de muy atrás y que la voluntad de reforma acentúa
    El Dos de Mayo y la nación, El País, 28/04/2008

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  • Citado en Periodista Digital: Savater y Ciutadans
    El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. Afortunadamente en Cataluña la situación es diferente a la del País Vasco, aunque esa minoría es una alarma que nos dice que algo hay que hacer. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice.
    . Este filósofo, que defiende posiciones contrarias a los nacionalismos periféricos, llegó a decir, en el transcurso de un coloquio España me la suda o me la sopla, con lo que quería expresar que era el Estado como garante de los derechos ciudadanos y no la nación lo que le motivaba a defender la unidad de la nación española. Savater se explicó en Basta Ya: Por allí resopla. Se vio obligado a insistir sobre el tema, como se recoge en Libertad Digital, el 9 de octubre de 2007Fernando Savater insiste: "La idea de España me la sopla"

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publico.es

blogs.publico.es

  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

rae.es

dle.rae.es

  • La palabra tiene tres acepciones, según el DRAE, y ninguna puede identificarse estrictamente como definición propia de un "nacionalismo": "Amor o apego a las cosas características o típicas de España. / Hispanismo. / Carácter genuinamente español" (Real Academia Española. «españolismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). ). La primera acepción es a su vez ambigua, y puede identificarse tanto con patriotismo como con costumbrismo, folclore -peyorativamente, folclorismo-, o tradicionalismo; la segunda es una disciplina académica y la tercera puede identificarse con el estereotipo casticista o búsqueda esencialista del "ser de España"

robertexto.com

scielo.br

proceedings.scielo.br

tebeosfera.com

tecnimar.com

  • J. L. Taberner, El anarcosindicalismo y los estatutos de Cataluña Archivado el 25 de octubre de 2020 en Wayback Machine., en Bicicleta, revista de comunicaciones libertarias, 9 de octubre de 1978:
    Del Estatuto de Nuria al efectivo que concedieron las Cortes Republicanas, media un abismo. El primero contemplaba el hecho de la autonomía de Cataluña como algo completo que incluía al pueblo, y pueblo eran los trabajadores libertarlos de la CNT. El segundo no suponía más que la sujeción del proletariado catalán a la burguesía, que en todo momento se reservaba la última palabra, recurriendo, si lo creía oportuno, al apoyo del Estado republicano. La actitud contraria al Estatuto de Nuria en las Cortes de Madrid por parte de los más conspicuos representantes de la Lliga Regionalista Catalana, es suficientemente demostrativa. La CNT, que en ningún momento se opuso a la autonomía y libertades de ningún pueblo, acogió la concesión del Estatuto del 32 sin ningún entusiasmo, y yo creo que las razones son más que obvias; la experiencia histórica iba a demostrar con hechos cómo est -ha pensado para utilizarse en contra del proleta. riado catalán.

telecinco.es

informativos.telecinco.es

uam.es

  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

uc3m.es

umh.es

  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

uned.es

  • La expresión no es peyorativa y es la más utilizada tanto mediáticamente como en los programas de asignaturas en la Universidad: UNED,Autónoma de Madrid Archivado el 12 de septiembre de 2019 en Wayback Machine., Universidad Miguel Hernández, y en todo tipo de textos:El laberinto español y los nacionalismos periféricos (22-4-97), artículo de Luis Bouza-Brey, La nación post-imperial. España y su laberinto identitario Archivado el 24 de septiembre de 2015 en Wayback Machine. de José Álvarez Junco. Véase también Historia de dos ciudades (29-9-2013), del mismo autor.
    Desde el fin del Antiguo Régimen, que en España no llega hasta 1975, asistimos a una incómoda cohabitación de nacionalismos. En cabeza, el más inicuo de todos por desconocerse como tal, el nacionalismo español, y a la zaga, los llamados nacionalismos periféricos, que suelen presentarse de forma cándida o taimada como los únicos realmente existentes.
    Vladimir López, La nación exhausta, Público, 12 de octubre de 2013
    Los nacionalistas catalanes nos dicen que todos somos nacionalistas pero el ejercicio del reconocimiento únicamente han de realizarlo aquellos a los que, paradójicamente, ellos mismos no reconocerán jamás su identidad nacional. España, en su discurso, no es nunca una nación sino un Estado. ... Bajo este punto de vista, el Estado español, lo que los nacionalistas españoles llamarían España, es un ente artificial y, por tanto, de naturaleza contingente que, por medio de la fuerza y de la violencia, busca formar una nación artificial sacrificando las verdaderas naciones, naturales, que habitan su territorio. ... para el nacionalismo catalán todos somos nacionalistas, pero no de la misma manera. Los nacionalistas catalanes, gallegos y vascos defenderían una nación natural y, por tanto, errados o no en los medios que utilizan para convertir sus naciones en estados, tienen a su favor el defender una causa legítima. Sin embargo, los nacionalistas españoles defenderían una nación antinatural, artificiosa, que al no acomodarse al orden natural de las cosas resulta indefectiblemente violenta. De modo que, con toda naturalidad, los nacionalistas catalanes nos dicen que lo que ha de hacer el nacionalismo español para abandonar su violenta catalanofobia es reconocer a Cataluña como nación e, implícitamente, renunciar a la suya propia, esto es, a España. En resumen, que la reiterada demanda del reconocimiento del carácter plurinacional del Estado no significa otra cosa que la exigencia de renuncia a la idea de España como nación por parte de aquellos que participan de este sentimiento de identidad. Los españoles habrán de rendirse.
    Ángel Rivero, ¿Nosotros no somos nada?, La Razón, 13 de octubre de 2013

vespito.net

  • Manuel Vázquez Montalbán publicó una serie de artículos titulada Crónica sentimental de España, en la revista Triunfo en el año 1969. Posteriormente, como libro (2000), el Cancionero General del Franquismo, Barcelona: Crítica. Belén Guinart comenta una adaptación teatral en su artículo La mítica 'Crónica sentimental de España', de Vázquez Montalbán, llega a los escenarios en El País, 4 de noviembre de 2006. Puede considerarse similares algunos libros, como El peso de la Paja, autobiografía de Terenci Moix, o la película de Pedro Almodóvar La mala educación, que está en la misma línea.
  • Artículo de Manuel Vázquez Montalbán sobre Franco y sus obsesiones:[7] Archivado el 18 de mayo de 2007 en Wayback Machine.. Página biográfica muy afín a Franco donde se reproduce su interpretación del Desastre del 98, marcadamente autobiográfica —su padre era oficial de marina y el no pudo llegar a serlo por la pérdida de las colonias— extraída del «Anecdotario» del propio Franco (bajo el pseudónimo Jaime de Andrade) para el guion de Raza, película dirigida por José Luis Sáez de Heredia:
    «en Filipinas, el extranjero fomenta perturbaciones. La masonería lo invade todo. En Cuba, los insurrectos tienen protecciones poderosas; las mismas logias, pero una gran nación detrás». Jaime de Andrade pone en labios del personaje estas palabras:

    «Abandonados el Ejército y la Marina por España; prisioneros de España. Yo he leído en el Estado Mayor del Capitán General de la Isla cartas que destilaban sangre. El Gobierno no quiere aventuras; hay que contemporizar. No se pueden enviar más hombres. La guerra no es popular».

    Uno de los oficiales presentes interrumpe: «¿Qué han hecho para que lo sea? ¡Cuánta vergüenza!». Y el jefe de Estado Mayor sentencia: «Al final, sin armas, sin efectivos, sin política exterior, aislados del mundo, tendremos la culpa los militares».

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  • Según José María Iribarren El porqué de los dichos fue una frase privada de Cánovas, publicada por Agustín González de Amezúa. Benito Pérez Galdós la recoge en el capítulo XI de Cánovas, uno de los Episodios Nacionales:
    Y ahora, lector mío, a mi modo continuaré la Historia de España, como decía Cánovas. En cuanto terminaron los desaboridos festejos, las Cortes enredáronse en el arduo trajín de fabricar la nueva Constitución, la cual si no me sale mal la cuenta, era la sexta que los españoles del siglo XIX habíamos estatuido para pasar el rato. Naturalmente, se nombró una Comisión cuyos individuos trabajaban como fieras para pergeñar el documento, y a este propósito os diré que la última nota del regocijo público, en los jolgorios de la paz, la dio don Antonio Cánovas con una frase graciosísima que vais a conocer. Hallábase una tarde en el banco azul el Presidente del Consejo, fatigado de un largo y enojoso debate, cuando se le acercaron dos señores de la Comisión para preguntarle cómo redactarían el artículo del Código fundamental que dice: son españoles los tales y tales... Don Antonio, quitándose y poniéndose los lentes, con aquel guiño característico que expresaba su mal humor ante toda impertinencia, contestó ceceoso: «Pongan ustedes que son españoles... los que no pueden ser otra cosa».

    Parafraseando el tópico, Luis Cernuda escribió, en su "Díptico español": "Si yo soy español, lo soy|A la manera de aquellos que no pueden|Ser otra cosa [...]"

xlsemanal.com

  • Cabo Trafalgar en la web oficial del autor, con enlaces a otros artículos. En éste:Pérez-Reverte: 'España no ha aprendido del error de Trafalgar, El Mundo, 25 de octubre de 2004 también se expresa la posición del novelista. También es famosa su polémica con el historiador británico Henry Kamen, a raíz de los últimos libros de éste en los que hace un tratamiento polémico de la historia del Imperio español: (2006) Del Imperio a la Decadencia. Los mitos que forjaron la España moderna ISBN 84-8460-606-2, Temas de Hoy (previamente avanzada en Empire. How Spain Became a World Power, 1492-1763, New York, Harper and Collins, 2003, ISBN 0-06-019476-6, — Imperio: la forja de España como potencia mundial ISBN 84-663-1277-3. Contestación Arturo Pérez-Reverte: 10 de septiembre de 2005 La Historia, la sangría y el jabugo «Copia archivada». Archivado desde el original el 7 de febrero de 2009. Consultado el 6 de septiembre de 2014. ; 16 de septiembre de 2007, El hispanista de la No Hispania [4]