Por tradición, la corte real británica todavía reside oficialmente en el palacio de St. James, lo que supone que, si bien los embajadores extranjeros presentan sus credenciales ante el soberano británico en Buckingham, quedan acreditados oficialmente en la «Corte de St. James». Esta anomalía es, simplemente, fruto de la tradición, ya que el palacio de Buckingham es, de hecho y para todos los efectos, la residencia oficial del monarca (el rey Carlos III, con su familia). Véase: «History of St James's Palace». The official website of the British Monarchy(en inglés). 2008/2009. Consultado el 26 de julio de 2014.