Según la fe católica Cristo mismo es el pastor (Isaías 40:11; Ezequiel 34:11-31; Juan 10:11; 1 Pedro 5:4) y la cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22; Colosenses 1:18), aunque sea gobernada por pastores humanos.[4] Los ministros llamados a este servicio pastoral ejercido en nombre de Cristo serían los obispos, los cuales son considerados sucesores de los apóstoles y forman un colegio cuya cabeza es el obispo de Roma, considerado sucesor de Pedro, a quien se cree le fueron entregadas las llaves de la Iglesia (Mateo 16:18-19) y fue instituido pastor de todo el rebaño (Juan 21:15-17).[5]
Concilio Vaticano II. Constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium (n. 27 § 1). 21 de noviembre de 1964. «Los Obispos rigen, como vicarios y legados de Cristo, las Iglesias particulares que les han sido encomendadas».