Se interpreta así: Parece ser que la destrucción de Roma simboliza que el sucesor de san Pedro volverá a la ciudad donde comenzó éste su andadura, a Jerusalén, asiento original de la Iglesia católica. Terminarían los papas romanos para dar paso a los papas de Jerusalén porque, según las profecías, el pueblo de Israel se convertiría al Señor Dios en el fin de los tiempos. más en [1]
"Art. 1.1. Il Sommo Pontefice, Sovrano dello Stato della Città del Vaticano, ha la pienezza deipoteri legislativo, esecutivo e giudiziario." en https://www.redalyc.org/pdf/825/82510702.pdf
En la interpretación de Petrus Iohannis Olivi, teólogo de los Franciscanos espirituales, del siglo XIII, la renuncia de un papa puede ser justa y legítima (refiriéndose a la del papa Celestino V). También enfatiza que: "toda jurisdicción no está vinculada al lugar donde se la ejerce. La prueba cabal de ello es que el propio san Pedro transfirió su obispado dos veces, fijándolo por último en Roma, por juzgar que sería más útil a la Iglesia que la Sede Apostólica fuese establecida en la capital del Imperio Romano." Y agrega: "¿acaso la razón no ordena que el papa pueda legítimamente transferir el sumo pontificado a otro lugar más apropiado, si por ventura la Cristiandad llegase a ser invadida y conquistada por los mahometanos y los fieles se tuviesen que refugiar en otro lugar?" en http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/petm/article/view/7877/6935