Unidad de Sistemas de Información Geográfica, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mapa interactivo de Buenos Aires v4.1, consultado el 5 de noviembre de 2018.
Atlántida13, 1930, consultado el 5 de noviembre de 2018, «El Hueco de las Cabecitas. Lllamábase antiguamente Hueco de las Cabecitas a lo que es ahora la plaza de Vicente. Era aquello un descampado abierto de la peor fama que pudiera imaginarse y pocas eran las personas que se atrevían a pasar por allí ya de noche, sino siquiera de día. Por los años 1860 y pico era una verdadera laguna formada por las lluvias, debido a que unos años antes había habido allí un horno de ladrillos. […] El nombre de Cabecitas que se dió a ese hueco, desde 1820, proviene de que en él se tiraban las cabezas de los carneros y ovejas que se mataban en los Corrales del Norte, que estaban en los alrededores.».
Borges, Jorge Luis, El tango: Cuatro conferencias, consultado el 5 de noviembre de 2018, «Antes, las lagunas estaban más cerca. Mi abuelo vio ahogarse un caballo en la plaza Vicente López… Los vecinos no pudieron salvarlo. La plaza se llamaba “Hueco de las cabecitas”, porque en Las Heras y Pueyrredón estaban los corrales del norte. Luego había los corrales del oeste, en la plaza del Once, y los corrales por excelencia, los mencionados por Echeverría en El matadero, situados a pocas cuadras de aquí, en plaza España, y luego situados en Parque de los Patricios.».