Lodish, Harvey (2005), Biología celular y molecular, Ed. Médica Panamericana, p. 79, ISBN9789500613743, consultado el 17 de diciembre de 2015, «Por el otro lado, los materiales dentro de una célula se transportan en direcciones específicas y por distancias más largas. Este tipo de trabajo es el resultado del trabajo mecánico llevado a cabo por proteínas que funcionan como motores. Primero describiremos brevemente los tipos y propiedades generales de los motores moleculares y luego veremos cómo un tipo de proteína motor genera fuerza para el movimiento.
Los motores moleculares convierten energía en movimiento
(…) Para generar las fuerzas necesarias para muchos movimiuentos celulares, las células dependen de enzimas especializadas denominadas proteínas motoras. Estas enzimas mecanoquímicas convierten la energía liberada por la hidrólisis del ATP o por gradientes de iones en una fuerza mecánica. (…) Algunas proteínas motoras son componentes de ensamblajes macromoleculares, excepto las que se mueven a lo largo de las fibras de los citoesqueletos. Este último grupo comprende las miosinas, cinesinas y dineínas: proteínas motoras lineales que llevan adheridas “carga” a medida que avanzan a lo largo de cualquiera de los microfilamentos o de los microtúbulos (fig. 3-22a). Las DNA y RNA polimerasas también son proteínas motoras lineales porque se trasladan a lo largo del DNA durante la replicación y la transcripción.».