Una serie de excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los años noventa en Aksum sacaron a la luz la existencia de un cementerio, estelas y un conjunto residencial de clase alta -entre otras construcciones- en el cercano monte de Bete Giorgis, y los resultados de la datación establecieron su construcción alrededor del siglo IV a. C. El yacimiento se extiende por un total aproximado de 22 hectáreas y además de ejemplos de arquitectura autóctona se han encontrado muestras de cerámica y estelas, todas con un estilo muy parecido al del posterior reino de Aksum. Varias de las tumbas aún conservaban decoración en cristales y otros materiales datados en los siglos II y I de antes de nuestra era, algunos probablemente fabricados en Egipto y otros por manos romanas, lo que permite remontar hasta ésta época el intercambio comercial entre ambos pueblos. Además, en algunas zonas se han encontrado restos de construcciones y de manufacturas que van desde el siglo III d. C. (en las capas superiores) hasta objetos con inscripciones en el dialecto semita etio-sabeo, lo que demuestra la presencia continuada de pobladores en Axum durante los siglos previos al predominio de la ciudad sobre sus vecinos y refuerza la tesis de la influencia semítica en el desarrollo definitivo de la civilización aksumita. Se puede consultar el resultado de las excavaciones con más profundidad en este artículo escrito por Rodolfo Fattovich y Kathryn A. Bard en Annales d'Ethiopie, volumen 17, año 2001, pp. 3-24. Disponible bajo licencia Creative Commons CCby-nc-nd.
Una serie de excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los años noventa en Aksum sacaron a la luz la existencia de un cementerio, estelas y un conjunto residencial de clase alta -entre otras construcciones- en el cercano monte de Bete Giorgis, y los resultados de la datación establecieron su construcción alrededor del siglo IV a. C. El yacimiento se extiende por un total aproximado de 22 hectáreas y además de ejemplos de arquitectura autóctona se han encontrado muestras de cerámica y estelas, todas con un estilo muy parecido al del posterior reino de Aksum. Varias de las tumbas aún conservaban decoración en cristales y otros materiales datados en los siglos II y I de antes de nuestra era, algunos probablemente fabricados en Egipto y otros por manos romanas, lo que permite remontar hasta ésta época el intercambio comercial entre ambos pueblos. Además, en algunas zonas se han encontrado restos de construcciones y de manufacturas que van desde el siglo III d. C. (en las capas superiores) hasta objetos con inscripciones en el dialecto semita etio-sabeo, lo que demuestra la presencia continuada de pobladores en Axum durante los siglos previos al predominio de la ciudad sobre sus vecinos y refuerza la tesis de la influencia semítica en el desarrollo definitivo de la civilización aksumita. Se puede consultar el resultado de las excavaciones con más profundidad en este artículo escrito por Rodolfo Fattovich y Kathryn A. Bard en Annales d'Ethiopie, volumen 17, año 2001, pp. 3-24. Disponible bajo licencia Creative Commons CCby-nc-nd.
raco.cat
Francesc-Javier Marín, La Reina de Saba: Leyenda y nacionalismo etíope. Oráfrica, revista de oralidad africana, nº 1, 2005. (Consultado el 8 de diciembre de 2010)