Lobato, Oscar. «¡QUE ALGUIEN DISPARE A ESE HOMBRE! CONSIDERACIONES SOBRE EL NIVEL DE APRECIACIÓN PROFESIONAL A LOS PERIODISTAS CIENTÍFICOS». Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias1 (2): 88-93. ISSN1697-011X. Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2008. «‘Nessie’ saltó a la fama en 1934, gracias a una instantánea de su jeta, captada por la cámara del médico londinense Robert Kennet Wilson. Pronto, todos los medios de comunicación, británicos o extranjeros, se apresuraron a relatar por boca de sus enviados especiales las terribles hazañas y siniestras andanzas de la criatura. Esta práctica ha seguido empleándose, sin el más mínimo pudor, hasta la actualidad, con diferentes variaciones sobre el mismo tema y ha originado la expresión “serpientes de verano”.»
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Lobato, Oscar. «¡QUE ALGUIEN DISPARE A ESE HOMBRE! CONSIDERACIONES SOBRE EL NIVEL DE APRECIACIÓN PROFESIONAL A LOS PERIODISTAS CIENTÍFICOS». Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias1 (2): 88-93. ISSN1697-011X. Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2008. «‘Nessie’ saltó a la fama en 1934, gracias a una instantánea de su jeta, captada por la cámara del médico londinense Robert Kennet Wilson. Pronto, todos los medios de comunicación, británicos o extranjeros, se apresuraron a relatar por boca de sus enviados especiales las terribles hazañas y siniestras andanzas de la criatura. Esta práctica ha seguido empleándose, sin el más mínimo pudor, hasta la actualidad, con diferentes variaciones sobre el mismo tema y ha originado la expresión “serpientes de verano”.»
Lobato, Oscar. «¡QUE ALGUIEN DISPARE A ESE HOMBRE! CONSIDERACIONES SOBRE EL NIVEL DE APRECIACIÓN PROFESIONAL A LOS PERIODISTAS CIENTÍFICOS». Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias1 (2): 88-93. ISSN1697-011X. Archivado desde el original el 4 de diciembre de 2008. «‘Nessie’ saltó a la fama en 1934, gracias a una instantánea de su jeta, captada por la cámara del médico londinense Robert Kennet Wilson. Pronto, todos los medios de comunicación, británicos o extranjeros, se apresuraron a relatar por boca de sus enviados especiales las terribles hazañas y siniestras andanzas de la criatura. Esta práctica ha seguido empleándose, sin el más mínimo pudor, hasta la actualidad, con diferentes variaciones sobre el mismo tema y ha originado la expresión “serpientes de verano”.»
Luis Alfonso Gámez, «Serpientes de verano» en el sitio web de la asociación Círculo escéptico, publicado originalmente el 23 de agosto de 2005 en El Correo.