Pío Moa, El pacto de San Sebastián[1]: «...Los pactantes (un "acuerdo de caballeros", sin documento escrito) representaban en principio muy poco, pues sólo el PSOE-UGT constituía en aquellos momentos un partido organizado, disciplinado y masivo, gracias a su colaboración con la dictadura de Primo de Rivera. Pero de los socialistas sólo asistió Prieto, a título personal: los otros dirigentes principales, Besteiro y Largo Caballero, despreciaban abiertamente a los republicanos. Sin embargo, Prieto maniobraría para comprometer al PSOE en el golpe proyectado, y lo conseguiría, para disgusto de Besteiro...»