(Gaztelaniaz) «Esta era la situación en la que se produjo la decisión de trasladar la sede del Gobierno vasco a Barcelona, una situación marcada por los esfuerzos de racionalizar y mejorar la asistencia a los refugiados, por la llegada de una nueva oleada de vascos desde Francia y, tras los violentos enfrentamientos de mayo, por una mayor centralización de la política republicana. Como sede se eligió el mismo palacete en el Paseo de Gracia que había albergado a la Delegación, que cesó en sus funciones al ser absorbidos sus departamentos por las carteras correspondientes del gobierno. La presidencia se estableció en el palacio de Pedralbes [...].» Tan lejos, tan cerca. El Gobierno Vasco en Barcelona y las complejas relaciones entre el nacionalismo vasco y catalán. Ludger Mees, EHU.