Benedicto XVI se ha enfrentado, además, a sus seguidores más acérrimos, los conservadores. No es que se haya convertido de pronto a la modernidad, pero su idea de que “la Iglesia no debe esconderse” le permitió abordar asuntos que otros prelados consideran vedados. Un ejemplo fue el de los preservativos. Benedicto XVI es partidario de su uso “en algunos casos”. Sorprendidos, la idea fue matizada hasta por los obispos españoles. El Papa, seguro de sí mismo, zanjó la polémica con la afirmación de que lo dicho por él “no necesita aclaraciones”, Juan G. Bedoya en El País
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Arzobispo Vincenzo Paglia: “no estoy en contra de las uniones civiles” Espíritu Gay