Analysis of information sources in references of the Wikipedia article "Ovo de Colombo" in Portuguese language version.
Una anécdota de origen más cierto es la que dio por resultado la frase del huevo de Colón. Sabido es que ante los comentarios maliciosos dirigidos a quitar mérito al descubrimiento del insigne navegante, este se limitó a pedir un huevo y preguntar si alguno de los presentes era capaz de mantenerlo derecho sobre uno de los extremos. Naturalmente todos fracasaron en el intento y entonces, Colón quebró ligeramente la punta de modo que el huevo se quedara en pie. Todos vieron qué sencillo resultaba, pero a nadie se le había ocurrido hacerlo. Esta alusión está implícita cada vez que mencionamos la frase. El presbítero Mancebo, tan aficionado a la lotería, opina acerca de ciertos cartones que explican la manera de jugar con la certeza de obtener un premio que «es de esas cosas que se dan por imposibles antes que se le ocurran al primero, y después que sale uno y dice: "Pues esto hay", a todos nos parece lo más natural del mundo... como lo del huevo de Colón» (AG, 1337).
Todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles. Se atribuye esta especie de proverbio á Cristóbal Colón, cuando algunos de los envidiosos de su gloria trataban de rebajar el mérito del descubrimiento del Nuevo Mundo. Con este motivo cuéntase que estando comiendo un dia con varios de aquellos detractores, tomó uno de los huevos pasado por agua que acababan de servir á la mesa y les propuso si se empeñaba alguno en hacerle tener derecho por la punta. Todos lo ensayaron varias veces, mas ninguno lo consiguió, y entonces tomando otra vez Cristóbal Colon el huevo les dijo: Señores, no creo que la cosa sea tan difícil como parece, y dando un golpecito sobre la mesa con la punta del huevo y aplastándole un poco consiguió que se mantuviese derecho. Oh!!! Esclamaron todos, esta es la cosa mas fácil del mundo. Es verdad, repuso Cristóbal Colon, todas las cosas son difíciles antes de ser fáciles. “Convengamos, sin embargo, continuó Colón, en que á pesar de su sencillez y facilidad no habeis dado en ello, y que yo solo he sido el que ha soltado la dificultad. Lo mismo sucedió pues con el descubrimiento del Nuevo Mundo. Todo lo que es natural parece fácil, cuando una vez se ha conocido ó encontrado. La dificultad está en ser el inventor, el primero en conocerlo y en demostrarlo.” Esta anécdota atribuida á Cristóbal Colon, que muchos creen apócrifa, se contaba ya de Brunelleschi, célebre arquitecto florentino, anterior de muchos años á Colon. (Bastús, La sabiduría, I, 189; pp. 226-227) (Iribarren [El porqué, pp. 214b-215a: El huevo de Colón], que no menciona a Bastús, sentencia tras contar la relación con otras palabras: “Esta anécdota de Colón, que muchos creen apócrifa, se contaba de Brunelleschi, el célebre arquitecto florentino, anterior en muchos años al inmortal genovés.)
Há casos, aliás, em que há motivaçăo para surgir a tecnologia, ou seja, há demanda pela soluçăo que constitui a tecnologia, mas ela năo surgiu antes. É o chamado “ovo de Colombo”: a fórmula de colocá-lo em pé era óbvia, mas ninguém, até entăo, imaginara essa possibilidade.
In the famous story of Columbus's egg, the explorer, irritated at being told that his exploits were easy, challenged the guests at a banquet to balance an egg on its end. When all had failed, he succeeded by flattening one end by tapping it against the table, a trick that any would have been able to repeat.
Christopher Columbus—while arguing with skeptics, who did not believe that one could reach China by sailing west from Europe—is said to have challenged his opponentes to make an egg stand upright on a table. When they were unable to do so, Columbus seized the egg and smashed it onto the table, where it remained standing. The egg of Columbus has become a metaphor for any attempt to solve an intractable problem by disregarding the implicit conditions upon which it depends.
the egg of Columbus is the proverbial symbol of great discovery.
This was like the proverbial "Egg of Columbus".
It is part of Italian folkore that Christopher Columbus challenged a group of colleagues to make an egg stand on one end. They tried and tried in vain. Columbus smiled and solved the conundrum by crushing the egg against the table. Since then, "Columbus's egg" is synonymous with an ingenious solution found outside the box of conventional thinking.
If you mix with Spaniards at all you will soon hear a reference to huevo de Colón (Columbus' egg). The history is told in all parts of Spain an goes as follows: 'One day Columbus was with some of his enemies who tried to make little of his great exploits. So Columbus asked them to balance an egg on end on the table. All tried without success. Then Columbus tapped one end of the egg and balanced it easily (presumably it was hard-boiled like the ones you see in Spanish bars today). They all replied that it was too easy and simple - but Columbus replied with an ironic smile, "but it did not occur to you first."'
Pero mientras el moderno Diccionario de la Real Academia Española no admite nombres propios y sí la curiosa expresión Huevo de Colón como «cosa que aparenta tener mucha dificuldad, pero resulta ser fácil al conocer su artificio»[...]
To demonstrate the principle of the rotating magnetic field, he created the "Egg of Columbus", a small metallic ovoid on a meta plate, that rose on its end with the pressing of a switch and began to spin rapidly, first in one direction and then in the other, providing smooth and beautiful proof of alternating current's versatility.
Todo mundo conhece a história do ovo de Colombo. Mas a história por trás da história é ainda melhor. A história diz que o Cardeal Mendoza, da Espanha, ofereceu um banquete após Colombo ter descoberto a América, chamada Novo Mundo, mas isso não tem importância. Como muita gente invejosa havia sido convidada para a boca-livre, algumas pessoas se puseram a diminuir os méritos de Colombo, dizendo que qualquer um, com um barquinho e um pouco de sorte, podia ter chegado onde Colombo chegara. Colombo então os desafiou a colocar um ovo em pé. O garçom, que não época também não chamava garçom, chamava Juan, providenciou um ovo fresquinho e todo mundo tentou, mas ninguém conseguiu. Porque ninguém pensou no que Colombo faria a seguir. Quebrar uma das extremidades do ovo. Moral da história, depois que alguém mostra o caminho, é fácil segui-lo. A história é ótima, mas os historiadores afirmam que o verdadeiro pai do ovo não foi Colombo. Foi um arquiteto italiano da Renascença, Filipo Bruneleschi, que havia feito o mesmo truque alguns anos antes. Colombo, que era italiano, sabia da história. Mas os espanhóis não sabiam e ficaram encantados com a criatividade de Colombo. Segunda moral da história. Quando uma idéia é boa e sua autoria é duvidosa, leva vantagem quem tem mais prestígio.
SOLUCIONES SENCILLAS Se cuenta, en una ocasión, Cristóbal Colón fue invitado a un banquete donde se le había asignado, como es natural, un puesto de honor. Uno de los invitados era un cortesano que se sentía muy celoso con el grande descubridor. En cunato tuvo ocasión, se dirigió hacia él y le preguntó de forma un tanto altiva: -Si usted no hubiera descubierto América, ¿acaso no hay otros hombres en España que habrían podido hacerlo? Colón prefirió no responder directamente a aquel hombre. Le propuso un juego de ingenio. Se levantó, tomó um huevo de gallina fresco e invitó a todos los presentes a que intentaram colocarlo de forme que se mantuviera en pie sobre uno de sus extremos. La ocurrencia tuvo bastante aceptación. Casi todos los presentes entraron al reto de aquel juego y lo intentaron uno tras otro, con mayor o menor convicción, ante la atenta mirada de los demás. Pero pasaba el tiempo y ninguno lograba encontrar el modo de que aquel maldito huevo gaurdara el equilibrio. Finalmente, Colón se levantó de nuevo, con aire solemne, se acercó, tomó el huevo y lo golpeó ligeramente contra la superficie de la mesa hasta que se hundió un poco la cáscara de uno de los extremos. Gracias a ese pequeño acahtamiento, se mantenía perfectamente en posición vertical. —¡Claro, de esa manera , cualquiera puede hacerlo! -objetó, algo alterado, el cortesano. -Sí, cualquiera. Pero «cualquiera» al que se le hubiera ocurrido hacerlo. Y añadió: -Una vez que y mostré el camino al Nuevo Mundo, «cualquiera» puede seguirlo. Pero «alguien» tuvo antes que tener la idea. Y «alguien» tuvo después que decidirse a llevarla a la práctica.
El huevo de Colón. Como se sabe, Colón fue tratado como un loco por los sabios que iba exponiendo su sueño y sus planes de buscar un nuevo camino para llegar a las Indias; pero, después del descubrimiento, algunos de aquellos sabios quitaron importancia a la hazaña, diciendo que cualquiera, con un poco de fortuna y con el apoyo económico con el que había contado Colón, hubiera sido capaz de hacer lo mismo. Entonces, Colón, moleston con razón, para ridicularizarlos a todos, los retó a ver quién era capaz de poner un huevo derecho sobre la mesa, todos dijeron que era imposible; Colón, hundiendo con un pequeño golpe una punta del cascarón, colocó el huevo verticalmente sobre la mesa; ante esto, algunos todavía repetían a regañadientes que aquello era muy fácil, pero nadie lo había pensado ni intentado. Algunos sitúan la anécdota antes del descubrimiento de América en una reunión celebrada por Colón en el convento dominico de San Esteban con los maestros salmantinos. Outros atribuyen parecida anécdota al arquitecto florentino Brunelleschi (1377-1446), anterior a Colón, y otros, al célebre constructor Juanelo Turriano (Cremona, 1501-Toledo, 1585), que llegó a España como relojero de Carlos V, y que ideó extraordinarios ingenios mecáncos como un artificio que subía el agua del Tajo hasta el alcázar, la parte más alta de Toledo.
A la vuelta de su viaje, había personas que murmuraban que el haber llegado a las «Indias» viajando hacia occidente no tenía tanta importancia y que el hecho no suponía ningún mérito, etc. En una reunión a la que asistián los que habían estado quitando importancia a su viaje, Colón puso un huevo sobre la mesa y retó a los presentes a que consiguieran ponerlo vertical. Algunos lo probaron y otros desistieron sin tan siquiera intentarlo; entonces Colón tomó el huevo y, cascándolo um poco al apoyarlo con fuerza sobre la mesa, logró que quedara derecho.
O primeiro a contar a história de como Cristóvão Colombo equilibrou um ovo foi Girolano Benzoni em sua History of the New World [História do Novo Mundo], publicada em 1565. Dizia-se que Colombo teria ido a uma festa em que alguém lhe teria dito que se ele não houvesse encontrado as Índias algum outro espanhol as teria encontrado depois. Colombo pediu um ovo. Desafiou os presentes a equilibrá-lo. Depois de falharem as tentativas, ele equilibrou o ovo amassando a extremidade mais larga. Queria dizer que depois de feito, é fácil ver como se faz. Cinqüenta anos antes uma história semelhante fora contada por Giorgio Vasari em seu Life of the Most Eminent Painters, Sculptors and Architect [Vidas dos mais eminentes pintores, escultores e arquitetos], publicado em 1550. O arquiteto italiano Filipo Brunelleschi havia projetado um domo para a catedral de Santa Maria dei Fiore, em Florença. Os governantes da cidade exigiram ver o modelo, mas ele se recusou. Em vez de mostrar seu modelo, Brunelleschi desafiou um grupo de arquitetos a colocar um ovo de pé e disse-lhes que quem o conseguisse poderia construir o domo. Depois de falharem todos, ele demonstrou como se poderia fazer batendo o ovo de leve sobre uma mesa de mármore para achatar a extremidade. "Os artífices protestaram, alegando que poderiam fazer a mesma coisa, mas Filippo respondeu rindo que eles também poderiam levantar a cúpula se vissem o seu modelo. Assim, foi decidido que ele seria encarregado da obra". Quando foi construída, anos antes da viagem de Colombo, a igreja tinha no topo a forma de um meio ovo levemente achatado.
Poor Christopher Columbus! They have even taken the egg away! They have made it known, those relentless, kill-joy historians, that that little story of the upended egg "belongs to the class of migratory myths, having already been told of Brunelleschi, the great architect who built the dome of the cathedral at Florence," long before Columbus was born!
This ſtory, Voltaire ſays, has been told ot Brunelleſchi, who ſtruck out ſome improvements in the architecture of Florence, many years before Columbus was born, and, as is commonly the caſe with anecdotes, it has been ſince related of many others.
Tesla explained the principles of rotating magnetic field and induction motor by demonstrating howto make a cooper egg stand on end. This phenomenon, which he constructed, is known as the “Egg of Columbus”.
In commemoration of the claim that Sant Antoni de Portmany in the island of Ibiza (Spain) is the birthplace of Columbus, a statue of "The Egg" shown in Fig. 1 was erected in the early 1990s. Its center contains a model of a 15th century ship.
huevo de de Colón: cosa que aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su artificio.
That is why the egg of Columbus is the proverbial symbol of great discovery.
Tesla also explained the principles of the rotating magnetic field and induction motor by demonstrating how to make an egg made of copper stand on end in his demonstration of the device he constructed known as the “Egg of Columbus”.
Many of the historical proverbs have a doubtful paternity. Columbus's egg is claimed for Brunelleschi.
Para começar, o ovo está “em pé”, posição impossível se levarmos em conta a racionalidade física, o que já leva à história do Ovo de Colombo que é conhecida pelo senso comum e que, resumidamente, trata de uma metáfora que Cristóvão Colombo fez após a descoberta da América, para mostrar que qualquer um poderia ter feito o mesmo. Bastava ter tido a ideia. Hoje em dia, a expressão é utilizada para descrever coisas que aparentemente são naturais, mas que alguém, um dia, teve que pensá-las para que hoje elas pudessem ser consideradas naturais.[ligação inativa]
Esta característica perpassa a obra, acentuando-se quando é narrada a estada de Colombo numa taberna onde é questionado sobre suas façanhas – agora já conhecidas em todas as partes e por todas as pessoas. O orgulho espanhol se manifesta na fala de um dos seus interlocutores, que expressa que “[...] si no hubiese ido vos algún español hubiese ido.” [...]. É então que Colombo pede um ovo cozido e desafia a todos para pô-lo de pé. Como ninguém consegue fazê-lo, ele o faz e assevera: “[...] todos sabéis cómo hacerlo, ahora es muy fácil.” [...]. O narrador não deixa também de mencionar “[...] de que manera la imagen de equilibrio de un huevo inmóvil sería incorporado a la Historia.” [...].
Conta-se que num banquete comemorativo da descoberta da América por Colombo, um cortesão perguntou-lhe: Se a América não tivesse sido descoberta por si, acha que algum outro homem seria capaz de fazê-lo? Colombo levantou-se, optando por responder a partir de uma evidência: pegou um ovo de galinha fresco e convidou todos os presentes a colocá-lo de forma a que se mantivesse de pé, sobre uma das suas extremidades. O tempo passava e ninguém descobria como o fazer, apesar das inúmeras tentativas. Finalmente, Colombo pegou no ovo, bateu-o levemente contra a mesa, quebrando um pouco da casca de uma das pontas e, devido a este achatamento, o ovo manteve-se na posição vertical. O cortesão exclamou: Assim qualquer um pode fazê-lo!. Colombo respondeu-lhe: qualquer um pode fazê-lo! Eu mostrei o caminho ao novo mundo, qualquer um poderá segui-lo, mas alguém antes teve a ideia e depois alguém teve que se decidir a colocá-la em prática!. Dito de outro modo, se por um lado, se por um lado há soluções às quais parece ser muito difícil chegar, depois, quando, enfim, alguém as descortina, acabam por parecer, um pouco paradoxalmente, bastante óbvias e simples. Contudo, mesmo após observarem Colombo a partir o ovo, os convidados teriam que encontrar uma forma de partir a extremidade do ovo que lhes coube, de acordo quer com suas características pessoais (biológicas, psicológicas) quer de acordo com as características do ovo (e.g., formato, tamanho, textura).
Conta-se que num banquete comemorativo da descoberta da América por Colombo, um cortesão perguntou-lhe: Se a América não tivesse sido descoberta por si, acha que algum outro homem seria capaz de fazê-lo? Colombo levantou-se, optando por responder a partir de uma evidência: pegou um ovo de galinha fresco e convidou todos os presentes a colocá-lo de forma a que se mantivesse de pé, sobre uma das suas extremidades. O tempo passava e ninguém descobria como o fazer, apesar das inúmeras tentativas. Finalmente, Colombo pegou no ovo, bateu-o levemente contra a mesa, quebrando um pouco da casca de uma das pontas e, devido a este achatamento, o ovo manteve-se na posição vertical. O cortesão exclamou: Assim qualquer um pode fazê-lo!. Colombo respondeu-lhe: qualquer um pode fazê-lo! Eu mostrei o caminho ao novo mundo, qualquer um poderá segui-lo, mas alguém antes teve a ideia e depois alguém teve que se decidir a colocá-la em prática!. Dito de outro modo, se por um lado, se por um lado há soluções às quais parece ser muito difícil chegar, depois, quando, enfim, alguém as descortina, acabam por parecer, um pouco paradoxalmente, bastante óbvias e simples. Contudo, mesmo após observarem Colombo a partir o ovo, os convidados teriam que encontrar uma forma de partir a extremidade do ovo que lhes coube, de acordo quer com suas características pessoais (biológicas, psicológicas) quer de acordo com as características do ovo (e.g., formato, tamanho, textura).