Cathalogus librorum qui prohibentur mandato Illustrissimi & Reverend.[issimi] D.[omini] D.[omini] Ferdinandi de Valdes Hispalen.[sis] Archiepi.[scopi], Inquisitoris Generalis Hispaniae (Pinciae: Sebastianus Martinez excudebat, MDCLIX). Vista completa en Internet Archive.
La suegra de Fernando Queipo de Llano era hija de Juan Isidoro de Arce Zapata y Ayala, caballero de Calatrava, alguacil mayor de La Roda, donde nació en 1695, y de Francisca de Valdés y Fernández de Córdoba, natural de Sevilla, que casaron en Almadén año de 1723; nieta de Juan Victoriano de Arce y Carrasco, natural de La Roda, y de Isabel María de Ayala Ladrón de Guevara, que lo era de Hontanaya, y materna de Diego de Valdés Girón y Araque, señor de la Villa del Cerro, caballero de Santiago, del Consejo de Hacienda, oidor de Sevilla, superintendente de las Reales Minas de Almadén, natural de Pozoamargo, y de Luisa Eusebia de Córdoba Lasso de la Vega y Veintimilla, que lo era de Málaga, de los marqueses del Vado del Maestre. La casa de los Arce de La Roda recayó en los condes de Villaleal y en los de Pinohermoso (después duques). Véanse Antonio Ramos, Descripción genealógica de la casa de Aguayo (Málaga, 1781), pp. 181-183; Luis Vilar y Pascual, Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española, tomo V (Madrid, 1860), pp. 18-19; Rafael M.ª Girón Pascual, «Valdés Girón, Señores del Cerro» y «Arce: rama de La Roda (Albacete)», ambos publicados en la antigua web ABCgenealogía.com y archivados (2020) en la Wayback Machine, así como la la base genealógica Elpicazo.net, también archivada (2016) en la Wayback Machine.
Se le acusaba de no haber pagado en aduanas el «quinto» del valor de 36 cajas de barras de plata traídas de Nueva España. A raíz del embargo decretado por la Casa de Contratación en 1613, se interesaron en el proceso varios particulares que reclamaban el señorío embargado. Fueron a saber: Clara Queipo de Llano, mujer de Merás, y su hermano Suero Queipo de Llano, caballero de Santiago, como acreedores por alimentos; los hijos de Antonio Vázquez Vuelta, representados por el dominico fray Alonso de Carmona, que pretendían el tanteo de la jurisdicción, y también un exótico aspirante a obtenerla por gracia de S.M. en remuneración de los servicios de su familia a los emperadores de Austria: el barón Esdenco de Colobrat, cuyo padre, el barón Wolfgang, fue condestable de Bohemia y camarero mayor de Rodolfo II. Cfr. Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, p. 209, y op. cit. 1992, p. 55; Paco Vuelta, op. cit., y Francisco González, op. cit.
boadilla.com
Fue señora jurisdiccional de Boadilla del Monte por haber sucedido en el vínculo fundado por José González (de Uzqueta y Jiménez de Arellano), su tío tatarabuelo, caballero de Santiago y camarista de Castilla, ya citado al filiar a la mujer del II conde. Isabel Queipo de Llano y su marido el marqués de Mirabal edificaron en dicha villa madrileña un suntuoso palacio, llamado de las Dos Torres, y por las deudas que contrajeron quedó el mayorazgo gravado con un censo de 4.000 ducados. Para redimirlo, su hija Josefa Micaela de Mirabal y Queipo de Llano, III marquesa de Mirabal, solicitó y obtuvo del Consejo de Castilla la preceptiva real licencia para enajenar la jurisdicción y palacio de Boadilla y un regimiento de la ciudad de Toro perteneciente al mismo mayorazgo. Y el 20 de febrero de 1761 los vendió al infante Don Luis, hermano entero del rey Carlos III, que había dejado el estado clerical después de ser cardenal y arzobispo de Toledo. El infante encargó una vasta remodelación del palacio al arquitecto Ventura Rodríguez. Así, el Palacio de las Dos Torres se convirtió en el Palacio del Infante Don Luis. Cfr. «Luis Félix de Mirabal y Espínola, marqués de Mirabal y señor de Boadilla del Monte», en Boadilla.com.
boe.es
Cesó en el cargo de director general de Correos al ser nombrado gobernador civil de Madrid por real decreto de la Regente dado en San Sebastián a 14 de julio de 1900 y publicado en la Gaceta del 16 (a. 1900, t. III, n.º 197), p. 231.
Decreto de la Jefatura del Estado de 28 de noviembre de 1952 por el que se convalida la sucesión concedida por la Diputación de la Grandeza del título de Conde de Toreno, con Grandeza de España de primera clase, a favor de don Francisco de Borja Queipo de Llano y Alvarez de Bohórquez [sic], vacante por fallecimiento de su padre, don Álvaro Queipo de Llano y Fernández de Córdova. Publicado en el BOE n.º 344, de 9 de diciembre de 1952, p. 5968.
Orden del Ministerio de Justicia, de 2 de agosto de 1958, por la que se manda expedir Carta de Sucesión en el título de Conde de Toreno, con Grandeza de España, a favor de don Francisco Queipo de Llano y Acuña, por fallecimiento de su padre, don Francisco de Borja Queipo de Llano y Álvarez de las Asturias Bohorques. Publicada en el BOE n.º 199, de 20 de agosto de 1958, p. 7459.
Decreto de la Jefatura del Estado 3317/1969, de 19 de diciembre, por el que se nombra Presidente de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española a don Francisco Queipo de Llano y Acuña, Conde de Toreno. Publicado en el BOE n.º 9, de 10 de enero de 1970, p. 398.
Orden JUS/1875/2003, de 13 de junio, por la que se manda expedir, sin perjuicio de tercero de mejor derecho, Real Carta de Sucesión en el título de Conde de Toreno, con Grandeza de España, a favor de don Francisco de Borja Queipo de Llano y Fernández de Villavicencio, por fallecimiento de su padre, don Francisco Queipo de Llano y Acuña. Publicada en el BOE n.º 161, de 7 de julio de 2003, p. 26324, § 13595.
coleccionbbva.com
José González estuvo casado con Catalina de Valdés, hermana del obispo Antonio de Valdés y Herrera, que lo fue de Mondoñedo, Oviedo, Osma y Córdoba (donde murió en 1657). Hija de otro Antonio de Valdés, corregidor de Valladolid, natural de Medina de Rioseco y oriundo de Asturias, y de Ana de Herrera y Arias. De este matrimonio fue unigénito Juan González de Uzqueta y Valdés, nacido en Valladolid en 1615 y colegial mayor de Santa Cruz, primer poseedor del mayorazgo fundado por su padre y, como él, del Consejo y Cámara de Castilla. Casó con María de Vera y Gasca, hija de Francisco de Vera y Enríquez, caballero de Santiago, y de María del Barco y Gasca. No tuvieron descendencia, por lo que Juan solicitó real licencia, y la obtuvo en enero de 1670, para desmembrar del mayorazgo 6.000 ducados de renta y destinarlos al convento de la Encarnación, de Carmelitas Descalzas, que había fundado en su villa de Boadilla. Murió este señor el 31 de enero de 1670, y en el mayorazgo le sucedió María de Vera, su viuda, que lo poseyó «por los días de su vida y seis años de supervivencia», pasados los cuales —en virtud de los llamamientos e incompatibilidades fundacionales— recayó en Isabel María Queipo de Llano y Doriga Malleza, hija del III conde de Toreno. Janine Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla: Informes biográficos (Madrid: Hidalguía, 1982), pp. 16 y 48; Patricio Fernández Sánchez, Boadilla del Monte, un pueblo con historia (Madrid: Visión Libros, 2011), pp. 115-119.
De esta familia se conservan tres magníficos retratos de escuela madrileña procedentes del convento de Carmelitas de Boadilla y que hoy pertenecen a la Colección BBVA: un anónimo (c. 1635) de Juan González de Uzqueta y Valdés, un Carreño de Miranda (c. 1670) de su mujer, y otro anónimo (c. 1650) que representa a un joven santiaguista (etatis suae 16 años). En este último se que se ha querido ver al mismo Juan González, de joven, pero probablemente se trata de su primo Juan de la Calle y González de Uzqueta, filiado en una nota anterior.
csic.es
hispania.revistas.csic.es
M.ª Ángeles Faya repasa la sistemática oposición de la Junta a la venta de regimientos, alferazgos, alguacilazgos, alcaidías de cárceles, capitanías de concejos y puertos, etc. En 1630, tras un servicio de 40.000 ducados, había obtenido de la Corona la promesa —en seguida incumplida— de no enajenar más oficios ni regalías, y el malestar al respecto cundía en todas las sesiones de la corporación. «En 1643 se trata sobre el tanteo del alferazgo mayor del Principado, cargo con importantes preeminencias en la Junta General; igualmente sobre el del alguacilazgo de Millones y Armazón de Ballenas. Tras largos debates se decidió pedir en Madrid el resumen de estos dos oficios. La ciudad de Oviedo llegó a proponer el tanteo de estos y otros oficios vendidos (receptoría y escribanía de Millones, tesorería de Alcabalas, oficios de Cruzada), aduciendo que el monto total no llegaba a 16.000 ducados, siendo que sus salarios subían a más de 40.000. En 1645 y 1646 se vuelve a tratar de tantear el oficio de Alférez Mayor, así como el de Procurador General (que tenía voto en la Junta y en la Diputación), y en 1647 se decide resumir la contaduría de Millones. El último oficio del que nos consta la decisión de tanteo (en 1671) es el de Juez Superintendente de Fábricas, Montes y Plantíos» (op. cit. 2003, p. 109).
M.ª Ángeles Faya Díaz, op. cit. 2003, p. 100, texto y nota 81, con remisión al AUO, Casa de Queipo de Llano, caja 36.
M.ª Ángeles Faya Díaz, op. cit. 2003, p. 109, nota 113.
Pedro de Solís y Soto, caballero de Santiago desde 1547, era hijo sacrílego de Álvaro de Solís y Valdés, un rico eclesiástico, prior de la Catedral de Oviedo. Legitimado por el Emperador mediante título dado en Metz el 2 de noviembre de 1549, fue el primer poseedor de uno de los mayorazgos que fundó su padre. En 1557 compró uno de los diez regimientos de Oviedo que se enajenaron aquel año al precio de 200 ducados cada uno. Y al año siguiente el oficio de alférez mayor de la ciudad, al que era aneja otra vara de regidor, y por el que pagó mil ducados en concepto de socorro a la Real Hacienda (M.ª Á. Faya, op. cit. 2003, pp. 119 y 130). Se lo concedió a perpetuidad el rey Felipe II, con sus calidades y preeminencias, por título dado en Valladolid el 16 de septiembre de 1558 (obrante en el AHN, Consejos, leg. 5.122, y transcrito ápud Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 162). Una real cédula dada en Madrid el 2 de septiembre de 1574 le autorizaba a enajenar el alferazgo, pero no ejercitó tal facultad. La ciudad inició un pleito pidiendo «la supresión de un cargo que tenía preeminencia sobre el resto de los regidores», pero los Solís consiguieron mantenerlo (M.ª Á. Faya, ibíd., p. 99, nota 74). Estos Solís, aféreces mayores de Oviedo y señores de la torre de la Quintana en Ciaño, concejo de Langreo, ya han sido mencionados al exponer las vicisitudes del señorío de Toreno. En el siglo XIX esta casa se agregó por matrimonio a la de los marqueses de Gastañaga.
Oficio perpetuo con vara de regidor que fue enajenado a su favor por la Real Hacienda al precio de 1.632 ducados. M.ª Á. Faya, op. cit., pp. 101 y 135.
El alferazgo de Cangas de Tineo fue enajenado en 1587 al precio de 3.000 ducados en favor del señor de Valdunquillo, que también poseía el alferazgo de la villa y concejo de Salas, comprado en 1583 por 500 ducados. M.ª Ángeles Faya, op. cit. 2003, pp. 131 y 132. La misma autora menciona la renuncia en favor del capitán Suero Queipo de Llano en La nobleza en las Asturias del Antiguo Régimen (Oviedo: KRK, 2004), p. 164.
diputaciondelagrandeza.es
En cuanto a la defunción del V conde discrepan algunas fuentes y otras callan. La causa de esta oscuridad parece haber sido que los últimos años de su vida los pasó retirado de toda presencia pública. La descripción de fondos del Archivo de los Condes de Toreno, en el Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica, estima su fallecimiento en 1796, con un criterio de presencia documental. La «Guía de títulos» en línea de la Diputación de la Grandeza da como fecha el 25 de agosto de 1872 (que es, con errata en el año, la del testamento que hizo 23 años antes de morir; consultada el 23 de febrero de 2021). La indicada en el texto figura en el prólogo de Emilio Marcos Vallaure a la edición facsímil de sus Discursos pronunciados en la Real Sociedad de Oviedo (Oviedo: Biblioteca Popular Asturiana, 1978, ISBN 978-84-600-1247-4). También data su óbito en 1805 Juan Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284.
«D. Álvaro Queipo de Llano, caballero de Santiago, Gentilhombre de la Boca del Rey Don Felipe IV, otorgó escritura de poder en Sevilla a 10 de junio de 1626, ante Antonio de Figueroa, a favor de los señores don García de Doriga, caballero de Santiago, y don Martín Vázquez de Prada, Regidores de Oviedo, para que en su nombre renunciasen la preeminencia contenida en el Real Despacho de concesión del oficio de Alférez Mayor del Principado de Asturias, "que ha de tener primer lugar y preceder a la ciudad de Oviedo que es la cabeza de dicho Principado en todas las Juntas y Diputaciones que se hicieren donde concurra el dicho Principado, según y como se declara en el título del dicho oficio, y porque Su Merced sin embargo de ser tanto honor y lustre de su casa la dicha precedencia, por lo mucho que estima a la ciudad de Oviedo y por reconocer que es cabeza de dicho Principado y por otras justas causas que a ello le mueven, quiere ceder en la dicha ciudad esta preeminencia, manifestando en esta acción el dicho don Álvaro el amor, voluntad y estimación que tiene a la dicha ciudad de Oviedo". Usando del poder, don Martín Vázquez de Prada, Regidor de Oviedo y Catedrático de Prima de su Universidad, otorgó escritura el 11 de julio siguiente ante Luis López, la cual fue aprobada por Su Majestad por su Real Despacho dado en Madrid el 14 de julio siguiente, refrendado de Antonio Alosa Rodart.» Saltillo y Jaureguízar, op. cit., pp. 57-58, con remisión al AHN, Consejos, leg. 5.122.
Pedro de Solís y Soto, caballero de Santiago desde 1547, era hijo sacrílego de Álvaro de Solís y Valdés, un rico eclesiástico, prior de la Catedral de Oviedo. Legitimado por el Emperador mediante título dado en Metz el 2 de noviembre de 1549, fue el primer poseedor de uno de los mayorazgos que fundó su padre. En 1557 compró uno de los diez regimientos de Oviedo que se enajenaron aquel año al precio de 200 ducados cada uno. Y al año siguiente el oficio de alférez mayor de la ciudad, al que era aneja otra vara de regidor, y por el que pagó mil ducados en concepto de socorro a la Real Hacienda (M.ª Á. Faya, op. cit. 2003, pp. 119 y 130). Se lo concedió a perpetuidad el rey Felipe II, con sus calidades y preeminencias, por título dado en Valladolid el 16 de septiembre de 1558 (obrante en el AHN, Consejos, leg. 5.122, y transcrito ápud Saltillo y Jaureguízar, op. cit., p. 162). Una real cédula dada en Madrid el 2 de septiembre de 1574 le autorizaba a enajenar el alferazgo, pero no ejercitó tal facultad. La ciudad inició un pleito pidiendo «la supresión de un cargo que tenía preeminencia sobre el resto de los regidores», pero los Solís consiguieron mantenerlo (M.ª Á. Faya, ibíd., p. 99, nota 74). Estos Solís, aféreces mayores de Oviedo y señores de la torre de la Quintana en Ciaño, concejo de Langreo, ya han sido mencionados al exponer las vicisitudes del señorío de Toreno. En el siglo XIX esta casa se agregó por matrimonio a la de los marqueses de Gastañaga.
M.ª Nieves Rupérez Almajano. «La Universidad y los colegios seculares». Capítulo V del Catálogo de la exposición Loci et imagines / Imágenes y lugares: 800 años de Patrimonio de la Universidad de Salamanca (2013). De esta obra hay vista parcial en Google books, y se publicó el pdf íntegro en la web Diarium de dicha Universidad (archivado en 2016 en la Wayback Machine). Págs. 198 y 214-215, con remisión a José Ramón Nieto González y Eduardo Azofra Agustín, Inventario artístico de bienes muebles de la Universidad de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 84-85; Emilia Montaner López, La pintura barroca en Salamanca (Salamanca: Centro de Estudios Salmantinos,
1987), p. 277; Javier Cortázar Estívaliz, Historia y arte del Colegio Menor de San Pelayo de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 28 y 67, y Julián Álvarez Villar, De heráldica salmantina (Salamanca: Colegio de España, 1997), p. 216.
Nacieron estos prelados en la villa de Tineo: Gutierre hacia 1570 y Blas hacia 1585. Hijos ambos de Diego García de Tineo, hermano de Mayor Álvarez, primer poseedor del mayorazgo de la casa de Tineo, señor de la Mortera y Bárcena, procurador general del Principado, y de Elvira Osorio y Sarmiento, su mujer, señora de la casa de Laciana. Para la casa de Tineo, véanse el Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, pp. 78-87; Senén González Ramírez, op. cit. 1996, pp. 134-158, y la información del apellido «Tineo» en la antigua web Blasones Hispanos (archivada en 2018 en la Wayback Machine). Sobre el obispo Gutierre Bernardo de Quirós, véanse su reseña en la web de la Arquidiócesis de Puebla (archivada en 2018 en la Wayback Machine) y Agustín de Vetancurt, Teatro mexicano (México, 1698), parte IV, v. 3 (56 p.), p. 52, § 8.
A este linaje perteneció Juan de Llano Ponte y Sierra, que fue obispo de Oviedo a caballo de los siglos XVIII y XIX. Marqués de Jaureguízar [Francisco Javier Pérez de Rada y Díaz Rubín], «Llano Ponte», en Hidalguía n.º 200 (1987), pp. 59-79.
El enterramiento de Juan Queipo de Llano, obispo de Guadix y de Coria, se encuentra en el lienzo de la epístola de la capilla mayor de la colegiata de Santa María Magdalena, haciendo pendant con el de su tío Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada. El arcosolio que lo contiene fue labrado, como su gemelo, por el maestro de cantería Diego Ibáñez Pacheco. El arco de medio punto queda inscrito entre dos medias columnas jónicas y un entablamento completo que a su vez soporta un frontón truncado y con pináculos, en cuyo tímpano campea el escudo de armas. Sobre la tapa del sepulcro, una estatua de bulto de tamaño natural representa al obispo de pontifical, con capa pluvial, arrodillado en actitud orante y teniendo ante sí, sobre un reclinatorio, la mitra y el breviario abierto. Fue esculpida por Luis Fernández de la Vega hacia 1660 en piedra caliza blanca. Y en el frente de la caja está grabado este epitafio: «AQUÍ YACEN LOS SEÑORES JUAN QUEIPO DE LLANO Y DOÑA CATALINA DE VALDÉS SU MUGER, ESCLARECIDOS / PADRES DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON FERNANDO DE VALDÉS Y LLANO ARZOBISPO DE GRANADA, PRESIDENTE DE CASTILLA. YACEN ANSIMESMO EL ILUSTRÍSIMO / SEÑOR DON JUAN QUEIPO DE LLANO OBISPO DE GUADIX, Y CORIA, SU NIETO, Y SOBRINO DEL DICHO SR. PRESIDENTE, HIJO DE LOS / SEÑORES DIEGO GARCÍA QUEIPO DE LLANO Y TINEO Y DOÑA TERESA DE NAVIA Y SIERRA SU MUGER. ELIGIÓ ESTE ENTIERRO / POR DISPOSICIÓN DEL DICHO SEÑOR PRESIDENTE, EL SEÑOR DON ÁLVARO QUEIPO DE LLANO Y VALDÉS, CONDE DE TORENO / SU SOBRINO, Y DEL DICHO SEÑOR DIEGO GARCÍA, SEÑOR DE LA CASA DE LOS QUEIPOS, PATRÓN DESTA SANTA IGLESIA, CON PROYVI- / CIÓN QUE NO SE PUEDA ENTERRAR OTRA PERSONA, NI PONER BULTO MÁS QUE EL DEL DICHO SEÑOR OVISPO. FALLESCIÓ A 17 DE OCTUBRE AÑO DE 1643, DE HEDAD DE 44 AÑOS. FUE COLEGIAL DEL MAYOR DEL ARZOVISPO.» La mención de Álvaro Queipo por su título de conde de Toreno lleva a datar este epitafio después de 1659. G.M. de Jovellanos, op. cit., pp. 222-223; C. Miguel Vigil. op. cit. 1887, p. 314; F. Meléndez de Arvas, op. cit., p. 204, y Javier González Santos, «La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea: puntualizaciones histórico-artísticas a un edificio singular del Barroco asturiano», en La Maniega n.º 70 (1992), y 2.ª ed. ampliada (2009) en Tous pa Tous.
«Fue sepultado en el segundo Claustro de aquel Monasterio en un sumptuoso sepulcro de jaspes, y piedra de la Sierra de Elvira, sobre que està una Cruz grande; y su epitafio dize assí: Aquí yaze el Ilustríssimo y Reverendíssimo Señor Don Juan Queipo de Llanos y Valdés, Colegial del Colegio de S. Pelayo y del mayor del Arçobispo en Salamanca, Oydor de Granada, y Governador de su Arçobispado, Obispo de Guadix, y de Coria, del Consejo de su Magestad. Falleció à 17 de Octubre de 1643 à los quarenta y dos de su edad [sic], y se mandó enterrar en este Convento de la Cartuxa.» Pedro Suárez, Historia de el obispado de Guadix y Baza (Madrid, 1696), pp. 258-260.
Inscrita la partida al lib. 13 de Bautizados, fol. 308v, ápud Matías Fernández García, Parroquias madrileñas de San Martín y San Pedro el Real: algunos personajes de su archivo (Madrid: Caparrós, 2004), p. 147.
Acerca de Martín de Acedo, verdadero valido del virrey Esquilache, véase Eduardo Torres Arancivia, Corte de virreyes: el entorno del poder en el Perú del siglo XVII (Lima: Pontificia Universidad, 2006), pp. 134-140.
José González fue un burócrata o covachuelista de gran talento. Hizo una brillante carrera administrativa bajo el reinado de Felipe IV, quien «le apreciaba por la fertilidad de su ingenio [...]. Parece que tampoco descuidaba sus propios intereses, y, pretextando algunas irregularidades de poca monta, al morir el Rey se le hicieron cargos, seguramente dictados más por la emulación que por la justicia. Una muerte oportuna, en 1668, le libró de estos enojos.» Antonio Domínguez Ortiz en Política y Hacienda de Felipe IV, ápud Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 116.
Adquirió la jurisdicción de Boadilla del Monte el 20 de diciembre de 1652, con real licencia y al precio de 73.342 reales de plata (o sea tres cuentos y 739.524 maravedís), comprándosela a Francisco María de Monserrat Manrique de Cárdenas y Arellano, VIII duque de Nájera y VI de Maqueda. El vendedor había heredado esta jurisdicción de su padre (el anterior duque, fallecido en dicho año), quien la compró en 1626. Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 113-114.
En el año de 1692, la propiedad nuda y libre de estas casas era de María de Vera y Gasca, señora de Boadilla, nuera de José González y poseedora de su mayorazgo. Esta señora, al hacer inventario de sus bienes para testar en dicho año, declaraba habitar en dichas casas por haberle cedido el uso su sobrina la condesa de Toreno, que poseía el usufructo por sus días, después de los cuales había de volver a los herederos de la otorgante. Inventario y testamento obran en el AHP, prot. 9.822 y 9.823. La transcripción del pasaje citado, ápud Patricio Fernández Sánchez, op. cit., p. 124.
José González estuvo casado con Catalina de Valdés, hermana del obispo Antonio de Valdés y Herrera, que lo fue de Mondoñedo, Oviedo, Osma y Córdoba (donde murió en 1657). Hija de otro Antonio de Valdés, corregidor de Valladolid, natural de Medina de Rioseco y oriundo de Asturias, y de Ana de Herrera y Arias. De este matrimonio fue unigénito Juan González de Uzqueta y Valdés, nacido en Valladolid en 1615 y colegial mayor de Santa Cruz, primer poseedor del mayorazgo fundado por su padre y, como él, del Consejo y Cámara de Castilla. Casó con María de Vera y Gasca, hija de Francisco de Vera y Enríquez, caballero de Santiago, y de María del Barco y Gasca. No tuvieron descendencia, por lo que Juan solicitó real licencia, y la obtuvo en enero de 1670, para desmembrar del mayorazgo 6.000 ducados de renta y destinarlos al convento de la Encarnación, de Carmelitas Descalzas, que había fundado en su villa de Boadilla. Murió este señor el 31 de enero de 1670, y en el mayorazgo le sucedió María de Vera, su viuda, que lo poseyó «por los días de su vida y seis años de supervivencia», pasados los cuales —en virtud de los llamamientos e incompatibilidades fundacionales— recayó en Isabel María Queipo de Llano y Doriga Malleza, hija del III conde de Toreno. Janine Fayard, Los ministros del Consejo Real de Castilla: Informes biográficos (Madrid: Hidalguía, 1982), pp. 16 y 48; Patricio Fernández Sánchez, Boadilla del Monte, un pueblo con historia (Madrid: Visión Libros, 2011), pp. 115-119.
De esta familia se conservan tres magníficos retratos de escuela madrileña procedentes del convento de Carmelitas de Boadilla y que hoy pertenecen a la Colección BBVA: un anónimo (c. 1635) de Juan González de Uzqueta y Valdés, un Carreño de Miranda (c. 1670) de su mujer, y otro anónimo (c. 1650) que representa a un joven santiaguista (etatis suae 16 años). En este último se que se ha querido ver al mismo Juan González, de joven, pero probablemente se trata de su primo Juan de la Calle y González de Uzqueta, filiado en una nota anterior.
Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 137, ápud Matías Fernández García, Parroquias madrileñas de San Martín y San Pedro el Real: algunos personajes de su archivo (Madrid: Caparrós, 2004), p. 148
Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 261v, ápud M. Fernández García, ibíd.
Inscrita la partida al lib. 16 de Bautizados, fol. 343, ápud M. Fernández García, ibíd.
Ciriaco Miguel Vigil. Asturias monumental, epigráfica y diplomática: datos para la historia de la provincia (Oviedo, 1887; facsim. en Valladolid: Maxtor, 2003), p. 177.
Para los Valledor y Presno, véase F. de Alós y M.ª D. Duque de Estrada, op. cit, p. 83, con más ascendencia en la nota 175.
Según el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII era señor de esta jurisdicción (jure uxoris) Fernando Ignacio Queipo de Llano, conde de Toreno, quien como tal ponía jueces y era también el mayor hacendado del coto, estimándose en 4.109 reales las rentas que percibía en el mismo, pese a que no cobraba derechos señoriales. Tenía el coto 26.504 fanegas de extensión y medía «tres leguas de oriente a poniente, dos y media de norte a sur y ocho y media de contorno, que no se podían recorrer a pie en menos de trece horas por lo áspero y montañoso del país.» Tenía 179 vecinos, incluidas 17 viudas, repartidos entre las parroquias de Santa María de Cerredo y Santiago de Degaña. Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, Los señoríos asturianos: discurso leído el día 14 de diciembre de 1980 en el acto de su recepción pública (Madrid: Real Academia de la Historia, 1980), pp. 115-117.
Oficio perpetuo que confería a los Quiñones —y a los condes de Toreno, sus sucesores— la custodia de la Real Cárcel de Ponferrada, sita en la calle del Reloj (junto a la torre que le da nombre y frente al convento de las Concepcionistas). Este magnífico edificio, construido entre 1565 y 1572, es actualmente la sede del Museo del Bierzo, y está blasonado con las armas reales, las de la ciudad y las del conde de Toreno (véase la fotografía que ilustra el suelto «La rama familiar de los condes de Toreno», en el Diario de León (6 de agosto de 2012, archivado en 2014 en la Wayback Machine).
Algún autor confunde el oficio de alcaide de la Real Cárcel de Ponferrada con el de alguacil mayor de la villa, también perpetuo, pero eran distintos. A fines del siglo XVIII el alguacilazgo pertenecía a Joaquín de Samaniego, marqués de Valverde de la Sierra, según refieren el Conde de los Acevedos y Javier Gómez de Olea y Bustinza en su artículo «Los Condes de Torrejón», en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. V (años 1998-1999, pp. 185-268), pp. 239-240.
Pero tal vez sí era el mismo oficio que la alcaidía de la Real Fortaleza de Ponferrada, enajenada en 1558 al precio de 16.000 ducados en favor del III marqués de Villafranca, quien la renunció en su hermano García de Toledo, virrey de Cataluña. Antonio Jiménez Estrella, «El precio de las almenas: ventas de alcaidías de fortalezas reales en época de los Austrias», en Revista de Historia Moderna n.º 22 (2004, pp. 7-74), pp. 16, 29 y 44, con remisión al AGS, Contaduría del Sueldo, 2.ª serie, leg. 380.
Fruto del anterior matrimonio de su mujer, Fernando Queipo de Llano tuvo por hijastros a Fernando de Llano y Parreño (Parma,1774-1812), II marqués de Llano, y al mariscal de campo José Agustín de Llano y Parreño (Madrid, 1775-1843), III marqués, alumnos ambos del Real Seminario de Nobles de Madrid, y a los caballeros sanjuanistas Sebastián y Martín de Llano y Parreño, cuyo expediente de pruebas para vestir dicho hábito fue aprobado en 1793 y obra en el AHN bajo la sig. 23.465. Cfr. Juan de la Barreda y Acedo-Rico, Viejas familias de Alcalá de Henares (Madrid: Complutense, 2003), p. 141, y Antonio Pérez de Azagra y Aguirre, Títulos de Castilla e Indias y extranjeros concedidos por nuestros Reyes a vascongados, los que entroncaron con vascos y se dieron a sus descendientes y las descendencias de todos ellos (Vitoria, 1945), p. 210.
Según Pérez de Azagra (loc. cit.) los maridos de Isabel Parreño fueron tres, pues antes que con los citados en el texto habría casado con Agustín de Valdés y Castro, su deudo. Si hubo realmente tal matrimonio, debió de ser muy prematuro y fugaz (tal vez capitulado pero no rato), pues ella tenía 18 años cuando casó con el futuro marqués de Llano el 12 de junio de 1770.
La suegra de Fernando Queipo de Llano era hija de Juan Isidoro de Arce Zapata y Ayala, caballero de Calatrava, alguacil mayor de La Roda, donde nació en 1695, y de Francisca de Valdés y Fernández de Córdoba, natural de Sevilla, que casaron en Almadén año de 1723; nieta de Juan Victoriano de Arce y Carrasco, natural de La Roda, y de Isabel María de Ayala Ladrón de Guevara, que lo era de Hontanaya, y materna de Diego de Valdés Girón y Araque, señor de la Villa del Cerro, caballero de Santiago, del Consejo de Hacienda, oidor de Sevilla, superintendente de las Reales Minas de Almadén, natural de Pozoamargo, y de Luisa Eusebia de Córdoba Lasso de la Vega y Veintimilla, que lo era de Málaga, de los marqueses del Vado del Maestre. La casa de los Arce de La Roda recayó en los condes de Villaleal y en los de Pinohermoso (después duques). Véanse Antonio Ramos, Descripción genealógica de la casa de Aguayo (Málaga, 1781), pp. 181-183; Luis Vilar y Pascual, Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española, tomo V (Madrid, 1860), pp. 18-19; Rafael M.ª Girón Pascual, «Valdés Girón, Señores del Cerro» y «Arce: rama de La Roda (Albacete)», ambos publicados en la antigua web ABCgenealogía.com y archivados (2020) en la Wayback Machine, así como la la base genealógica Elpicazo.net, también archivada (2016) en la Wayback Machine.
El I conde de Torre Novaes de Quiroga casó con Carmen Pardo y Valledor, su deuda, que también descendía de los III condes de Toreno. Véase F. de Alós y M.ª D. Duque de Estrada, op. cit., pp. 84 y ss.
No se debe confundir a esta hija del IX conde de Toreno con su homónima y coetánea Rosario Queipo de Llano y Sierra, hermana del teniente general Gonzalo Queipo de Llano. Estos Queipos eran parientes bastante lejanos de los Toreno, descendientes de la línea de los señores de Pobladura (de la que también provinieron los marqueses de Castro Serna). El general era de ideas republicanas y conspiró para destronar a Alfonso XIII. Llegada la República, fue jefe del Cuarto Militar del presidente Alcalá Zamora, y se convirtió en su consuegro. Pero en julio de 1936 se alzó contra el régimen, encabezando con éxito el Alzamiento en Sevilla. Dos meses después, su hermana Rosario fue detenida en Madrid por las Milicias Populares de García Atadell, quien respetó su vida con intención de canjearla por otros presos, y más tarde adujo en descargo de sus crímenes el buen trato dispensado a esta señora. Cfr. César Alcalá, Las checas del terror (Madrid: Libroslibres, 2007), p. 82.
Álvaro Queipo de Llano fue corregidor de Granada en dos periodos: 1637-1644 y 1648-1651. La primera vez obtuvo el cargo en sustitución de Íñigo Fernández de Córdova y Mendoza, I vizconde de las Torres, que lo había ejercido desde 1634. «Le firmó el Rey su nombramiento de Corregidor de Granada en 21 de octubre de 1637. Tomó posesión del Corregimiento en Cabildo municipal extraordinario celebrado el 20 de diciembre del mismo año.» En 1644 fue promovido al de la villa de Madrid, y sustituido en Granada por Antonio de Henestrosa y Montemayor. Pero en 1647 sucedió a Henestrosa al frente del corregimiento granadino Francisco Arévalo de Zuazo, que gobernó con desacierto e imprevisión. En mayo del año siguiente hubo un motín a causa de la carestía del pan; el corregidor huyó de la ciudad y, a petición de los amotinados, la Chancillería nombró por interino a Luis de Paz y Medrano. En tan difíciles circunstancias, para poner orden y paz, S.M. envió a Granada a Álvaro Queipo de Llano, cuyo primer gobierno de la ciudad había sido del agrado de los naturales. «Fue nombrado corregidor de Granada [por segunda vez], despachándosele el Real Título en Aranjuez el 1.º de junio de 1648. Tomó posesión del cargo en cabildo municipal celebrado el 12 de junio de 1648.» El futuro conde de Toreno pacificó la ciudad y la gobernó con justicia y prudencia, dejando grata memoria entre los granadinos, y en 1651 le sucedió en el corregimiento Francisco Fernández Marmolejo. José Díaz Martín de Cabrera, Curiosidades históricas granadinas: segunda parte: Los muy ilustres señores Corregidores de la ciudad de Granada (Granada, 1918), pp. 25-27.
lne.es
La casa de Queipo de Llano de Santianes de Tuña provenía de la de Cangas por mujer, pero tenía varonía Tineo. El palacio fue edificado enfrente del de los Rojas entre 1575 y 1586 por Juan Queipo de Llano e Inés Álvarez de Rojas, su mujer, hija de dicha casa de Rojas. Este Juan Queipo era hijo de Ruy García de Tineo el Mozo, escribano de número del concejo, y de Mencía Fernández de Llano, su mujer, hija a su vez de Juan Queipo de Cangas y de Mencía Fernández Villademoros, y nieta probablemente de Suero Queipo de Llano el Más Viejo, señor de la casa de la Muriella. A la casa de Santianes perteneció Juan Queipo de Llano y Valdés (1642-1708), arzobispo de Charcas, a quien no se ha de confundir con otro Juan Queipo de Llano y Valdés (1599-1643), obispo de Guadix y de Coria, que era de la casa de Ardaliz, ni con Juan Queipo de Llano y Flórez (1584-1647), obispo de Pamplona y de Jaén, que era de la de San Pedro. También perteneció a la casa de Santianes Juana Queipo de Llano y Navia Bolaño, que casó en 1786 con el economista y político liberal Álvaro Flórez Estrada (1766-1853), natural y mayorzago en la Pola de Somiedo. Y así mismo descendía de esta casa por su madre Rafael Tomás Menéndez de Luarca y Queipo de Llano, obispo de Santander, bravo combatiente en la Francesada y acérrimo realista. Exponen la sucesión completa de esta casa Cecilia Meléndez de Arvas (op. cit., pp. 75-80) y Senén González Ramírez (op. cit. 1996, pp. 207-230). Recientemente este autor ha publicado un nuevo libro sobre ella: La casa señorial de Queipo de Llano de Santianes de Tuña (Tineo, Asociación Conde de Campomanes, 2012), según reseña La Nueva España.
mcu.es
censoarchivos.mcu.es
En cuanto a la defunción del V conde discrepan algunas fuentes y otras callan. La causa de esta oscuridad parece haber sido que los últimos años de su vida los pasó retirado de toda presencia pública. La descripción de fondos del Archivo de los Condes de Toreno, en el Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica, estima su fallecimiento en 1796, con un criterio de presencia documental. La «Guía de títulos» en línea de la Diputación de la Grandeza da como fecha el 25 de agosto de 1872 (que es, con errata en el año, la del testamento que hizo 23 años antes de morir; consultada el 23 de febrero de 2021). La indicada en el texto figura en el prólogo de Emilio Marcos Vallaure a la edición facsímil de sus Discursos pronunciados en la Real Sociedad de Oviedo (Oviedo: Biblioteca Popular Asturiana, 1978, ISBN 978-84-600-1247-4). También data su óbito en 1805 Juan Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284.
palomatorrijos.blogspot.com.es
La villa de Valparaíso de Abajo en la actual provincia de Cuenca fue vendida por la Corona como parte de una tanda de regalías cuya enajenación fue aprobada por las Cortes de 1626 y que incluía la mayor parte de los vasallos de la tierra de Huete. Un escudo con las armas de los Zúñiga, procedente de la casa de estos señores, se conserva en el jardín de la antigua iglesia parroquial de San Pedro en Huete, hoy propiedad particular. Paloma Torrijos, «Los Zúñiga en Valparaíso de Abajo» (2012), en su blog Historia y Genealogía, con remisión a Manuel de Parada y Luca de Tena, Señoríos jurisdiccionales de la Tierra de Huete: Conferencia pronunciada en la ciudad de Huete el 3 de mayo de 2003 (Huete: Ayuntamiento, 2003, en Libros y documentos para la historia de Huete), pp. 48 y 49.
pantxike.wordpress.com
Los abuelos maternos de Bernarda (citados en el texto) tuvieron también por hijo a Francisco Antonio de Quijada Rojas y Quiñones, señor de Inicio, regidor perpetuo de León, caballero de Santiago, que fue II conde de Rebolledo y señor de Irián (en sucesión de su pariente Bernardino de Rebolledo, que murió soltero en 1676) y creado marqués de Inicio en 1690. Casó con Clara de Quiñones Pimentel, señora de Cerredo y Degaña y de la casa de Ponferrada, hija y sucesora de Manuel de los mismos apellidos, pero ella murió al poco tiempo sin prole, pasando esta casa y jurisdicción a su tío Pedro, el padre de Bernarda. El conde (y futuro marqués) volvió a casar con María Leonarda Bernardo de Quirós Benavides y Miranda, señora de Olloniego y de Zalamillas y de la casa de Benavides de Molinaseca, natural de Mayorga, de la que tampoco tuvo descendencia. En la casa de Inicio y Rebolledo sucedió su sobrino Alonso de Quijada Rojas Quiñones y Rebolledo. Véase el estudio de Pantxike Contreras sobre el «Escudo de los Condes de Rebolledo y Marqueses del Inicio en Villaviciosa de la Ribera», en su blog Nuestros Escudos.
Oficio perpetuo que confería a los Quiñones —y a los condes de Toreno, sus sucesores— la custodia de la Real Cárcel de Ponferrada, sita en la calle del Reloj (junto a la torre que le da nombre y frente al convento de las Concepcionistas). Este magnífico edificio, construido entre 1565 y 1572, es actualmente la sede del Museo del Bierzo, y está blasonado con las armas reales, las de la ciudad y las del conde de Toreno (véase la fotografía que ilustra el suelto «La rama familiar de los condes de Toreno», en el Diario de León (6 de agosto de 2012, archivado en 2014 en la Wayback Machine).
Algún autor confunde el oficio de alcaide de la Real Cárcel de Ponferrada con el de alguacil mayor de la villa, también perpetuo, pero eran distintos. A fines del siglo XVIII el alguacilazgo pertenecía a Joaquín de Samaniego, marqués de Valverde de la Sierra, según refieren el Conde de los Acevedos y Javier Gómez de Olea y Bustinza en su artículo «Los Condes de Torrejón», en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. V (años 1998-1999, pp. 185-268), pp. 239-240.
Pero tal vez sí era el mismo oficio que la alcaidía de la Real Fortaleza de Ponferrada, enajenada en 1558 al precio de 16.000 ducados en favor del III marqués de Villafranca, quien la renunció en su hermano García de Toledo, virrey de Cataluña. Antonio Jiménez Estrella, «El precio de las almenas: ventas de alcaidías de fortalezas reales en época de los Austrias», en Revista de Historia Moderna n.º 22 (2004, pp. 7-74), pp. 16, 29 y 44, con remisión al AGS, Contaduría del Sueldo, 2.ª serie, leg. 380.
touspatous.es
El enterramiento de Juan Queipo de Llano, obispo de Guadix y de Coria, se encuentra en el lienzo de la epístola de la capilla mayor de la colegiata de Santa María Magdalena, haciendo pendant con el de su tío Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada. El arcosolio que lo contiene fue labrado, como su gemelo, por el maestro de cantería Diego Ibáñez Pacheco. El arco de medio punto queda inscrito entre dos medias columnas jónicas y un entablamento completo que a su vez soporta un frontón truncado y con pináculos, en cuyo tímpano campea el escudo de armas. Sobre la tapa del sepulcro, una estatua de bulto de tamaño natural representa al obispo de pontifical, con capa pluvial, arrodillado en actitud orante y teniendo ante sí, sobre un reclinatorio, la mitra y el breviario abierto. Fue esculpida por Luis Fernández de la Vega hacia 1660 en piedra caliza blanca. Y en el frente de la caja está grabado este epitafio: «AQUÍ YACEN LOS SEÑORES JUAN QUEIPO DE LLANO Y DOÑA CATALINA DE VALDÉS SU MUGER, ESCLARECIDOS / PADRES DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON FERNANDO DE VALDÉS Y LLANO ARZOBISPO DE GRANADA, PRESIDENTE DE CASTILLA. YACEN ANSIMESMO EL ILUSTRÍSIMO / SEÑOR DON JUAN QUEIPO DE LLANO OBISPO DE GUADIX, Y CORIA, SU NIETO, Y SOBRINO DEL DICHO SR. PRESIDENTE, HIJO DE LOS / SEÑORES DIEGO GARCÍA QUEIPO DE LLANO Y TINEO Y DOÑA TERESA DE NAVIA Y SIERRA SU MUGER. ELIGIÓ ESTE ENTIERRO / POR DISPOSICIÓN DEL DICHO SEÑOR PRESIDENTE, EL SEÑOR DON ÁLVARO QUEIPO DE LLANO Y VALDÉS, CONDE DE TORENO / SU SOBRINO, Y DEL DICHO SEÑOR DIEGO GARCÍA, SEÑOR DE LA CASA DE LOS QUEIPOS, PATRÓN DESTA SANTA IGLESIA, CON PROYVI- / CIÓN QUE NO SE PUEDA ENTERRAR OTRA PERSONA, NI PONER BULTO MÁS QUE EL DEL DICHO SEÑOR OVISPO. FALLESCIÓ A 17 DE OCTUBRE AÑO DE 1643, DE HEDAD DE 44 AÑOS. FUE COLEGIAL DEL MAYOR DEL ARZOVISPO.» La mención de Álvaro Queipo por su título de conde de Toreno lleva a datar este epitafio después de 1659. G.M. de Jovellanos, op. cit., pp. 222-223; C. Miguel Vigil. op. cit. 1887, p. 314; F. Meléndez de Arvas, op. cit., p. 204, y Javier González Santos, «La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea: puntualizaciones histórico-artísticas a un edificio singular del Barroco asturiano», en La Maniega n.º 70 (1992), y 2.ª ed. ampliada (2009) en Tous pa Tous.
Se conserva este cuadro en Madrid, en la colección particular de los condes de Toreno, y puede verse en el Museo Virtual de Cangas del Narcea.
ua.es
rua.ua.es
Oficio perpetuo que confería a los Quiñones —y a los condes de Toreno, sus sucesores— la custodia de la Real Cárcel de Ponferrada, sita en la calle del Reloj (junto a la torre que le da nombre y frente al convento de las Concepcionistas). Este magnífico edificio, construido entre 1565 y 1572, es actualmente la sede del Museo del Bierzo, y está blasonado con las armas reales, las de la ciudad y las del conde de Toreno (véase la fotografía que ilustra el suelto «La rama familiar de los condes de Toreno», en el Diario de León (6 de agosto de 2012, archivado en 2014 en la Wayback Machine).
Algún autor confunde el oficio de alcaide de la Real Cárcel de Ponferrada con el de alguacil mayor de la villa, también perpetuo, pero eran distintos. A fines del siglo XVIII el alguacilazgo pertenecía a Joaquín de Samaniego, marqués de Valverde de la Sierra, según refieren el Conde de los Acevedos y Javier Gómez de Olea y Bustinza en su artículo «Los Condes de Torrejón», en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. V (años 1998-1999, pp. 185-268), pp. 239-240.
Pero tal vez sí era el mismo oficio que la alcaidía de la Real Fortaleza de Ponferrada, enajenada en 1558 al precio de 16.000 ducados en favor del III marqués de Villafranca, quien la renunció en su hermano García de Toledo, virrey de Cataluña. Antonio Jiménez Estrella, «El precio de las almenas: ventas de alcaidías de fortalezas reales en época de los Austrias», en Revista de Historia Moderna n.º 22 (2004, pp. 7-74), pp. 16, 29 y 44, con remisión al AGS, Contaduría del Sueldo, 2.ª serie, leg. 380.
unirioja.es
dialnet.unirioja.es
El licenciado Juan González de Uzqueta casó en segundas nupcias con la logroñesa María de Albelda, de la que tuvo por hija a María González de Uzqueta, nacida en Arnedo, mujer de Juan de la Calle y Almarza, gobernador de la villa de Ocón por nombramiento del duque de Nájera y de Maqueda. El marido era natural de Ribafrecha, hijo de Francisco de la Calle, de igual naturaleza, y de Ana de Almarza, nacida en Yanguas, y hermano de Francisco de la Calle, abad de Olivares y capellán de honor de S.M., y de Pedro, que tuvo por hijo a Gabriel de la Calle y Heredia, fiscal de la Inquisición de Santiago de Compostela y obispo de Valladolid. Y de este matrimonio nació el licenciado y oidor Juan de la Calle y González de Uzqueta, natural de Ocón, consejero de la Suprema Inquisición y de la Contaduría Mayor de Hacienda, caballero de Santiago. Su expediente de pruebas para igresar en esta Orden, formado en 1640, obra en el AHN con el n.º 1.415 y está extractado por José Simón Díaz en la 3.ª entrega de su «Nobiliario riojano», en Berceo, 4 (1947), pp. 475-486, pp. 481-482.
Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 286, con remisión a la BUO, Ms. 66, ff. 33r y v. y 35r.
Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284, con remisión a la BUO, Toreno, caja 33, docs. 15 y 19.
En cuanto a la defunción del V conde discrepan algunas fuentes y otras callan. La causa de esta oscuridad parece haber sido que los últimos años de su vida los pasó retirado de toda presencia pública. La descripción de fondos del Archivo de los Condes de Toreno, en el Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica, estima su fallecimiento en 1796, con un criterio de presencia documental. La «Guía de títulos» en línea de la Diputación de la Grandeza da como fecha el 25 de agosto de 1872 (que es, con errata en el año, la del testamento que hizo 23 años antes de morir; consultada el 23 de febrero de 2021). La indicada en el texto figura en el prólogo de Emilio Marcos Vallaure a la edición facsímil de sus Discursos pronunciados en la Real Sociedad de Oviedo (Oviedo: Biblioteca Popular Asturiana, 1978, ISBN 978-84-600-1247-4). También data su óbito en 1805 Juan Díaz Álvarez, op. cit. 2016, p. 284.
El precio de 3.720.000 maravedís se calculó como valor capitalizado de las rentas que producía el coto al arcedianato de Ribas de Sil, según la averiguación que llevó a cabo el juez Francisco de Guzmán en virtud de una real orden de agosto de 1581. Tenía el coto a la sazón 207 vecinos, y el 29 mayo de 1582 el citado juez les notificó que S.M. había vendido la jurisdicción en dicho precio a Antonio Vázquez Buelta, y el derecho preferente de tanteo que les asistía para comprarla, pero no lo ejercieron en el plazo señalado de cuatro meses. A finales de dicho año, el mismo juez dio posesión del señorío a Pedro Buelta, que la tomaba en nombre y representación de su primo Antonio Vázquez, el nuevo señor de Toreno. Francisco González González, op. cit.
Se le acusaba de no haber pagado en aduanas el «quinto» del valor de 36 cajas de barras de plata traídas de Nueva España. A raíz del embargo decretado por la Casa de Contratación en 1613, se interesaron en el proceso varios particulares que reclamaban el señorío embargado. Fueron a saber: Clara Queipo de Llano, mujer de Merás, y su hermano Suero Queipo de Llano, caballero de Santiago, como acreedores por alimentos; los hijos de Antonio Vázquez Vuelta, representados por el dominico fray Alonso de Carmona, que pretendían el tanteo de la jurisdicción, y también un exótico aspirante a obtenerla por gracia de S.M. en remuneración de los servicios de su familia a los emperadores de Austria: el barón Esdenco de Colobrat, cuyo padre, el barón Wolfgang, fue condestable de Bohemia y camarero mayor de Rodolfo II. Cfr. Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, p. 209, y op. cit. 1992, p. 55; Paco Vuelta, op. cit., y Francisco González, op. cit.
M.ª Nieves Rupérez Almajano. «La Universidad y los colegios seculares». Capítulo V del Catálogo de la exposición Loci et imagines / Imágenes y lugares: 800 años de Patrimonio de la Universidad de Salamanca (2013). De esta obra hay vista parcial en Google books, y se publicó el pdf íntegro en la web Diarium de dicha Universidad (archivado en 2016 en la Wayback Machine). Págs. 198 y 214-215, con remisión a José Ramón Nieto González y Eduardo Azofra Agustín, Inventario artístico de bienes muebles de la Universidad de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 84-85; Emilia Montaner López, La pintura barroca en Salamanca (Salamanca: Centro de Estudios Salmantinos,
1987), p. 277; Javier Cortázar Estívaliz, Historia y arte del Colegio Menor de San Pelayo de Salamanca (Salamanca: Universidad, 2002), pp. 28 y 67, y Julián Álvarez Villar, De heráldica salmantina (Salamanca: Colegio de España, 1997), p. 216.
Nacieron estos prelados en la villa de Tineo: Gutierre hacia 1570 y Blas hacia 1585. Hijos ambos de Diego García de Tineo, hermano de Mayor Álvarez, primer poseedor del mayorazgo de la casa de Tineo, señor de la Mortera y Bárcena, procurador general del Principado, y de Elvira Osorio y Sarmiento, su mujer, señora de la casa de Laciana. Para la casa de Tineo, véanse el Marqués de Jaureguízar, op. cit. 1971, pp. 78-87; Senén González Ramírez, op. cit. 1996, pp. 134-158, y la información del apellido «Tineo» en la antigua web Blasones Hispanos (archivada en 2018 en la Wayback Machine). Sobre el obispo Gutierre Bernardo de Quirós, véanse su reseña en la web de la Arquidiócesis de Puebla (archivada en 2018 en la Wayback Machine) y Agustín de Vetancurt, Teatro mexicano (México, 1698), parte IV, v. 3 (56 p.), p. 52, § 8.
La genealogía de estos Álvarez de Murias, a tenor de una certificación del rey de armas Juan Alfonso de Guerra y Sandoval, puede verse aquí.
El enterramiento de Juan Queipo de Llano, obispo de Guadix y de Coria, se encuentra en el lienzo de la epístola de la capilla mayor de la colegiata de Santa María Magdalena, haciendo pendant con el de su tío Fernando de Valdés y Llano, arzobispo de Granada. El arcosolio que lo contiene fue labrado, como su gemelo, por el maestro de cantería Diego Ibáñez Pacheco. El arco de medio punto queda inscrito entre dos medias columnas jónicas y un entablamento completo que a su vez soporta un frontón truncado y con pináculos, en cuyo tímpano campea el escudo de armas. Sobre la tapa del sepulcro, una estatua de bulto de tamaño natural representa al obispo de pontifical, con capa pluvial, arrodillado en actitud orante y teniendo ante sí, sobre un reclinatorio, la mitra y el breviario abierto. Fue esculpida por Luis Fernández de la Vega hacia 1660 en piedra caliza blanca. Y en el frente de la caja está grabado este epitafio: «AQUÍ YACEN LOS SEÑORES JUAN QUEIPO DE LLANO Y DOÑA CATALINA DE VALDÉS SU MUGER, ESCLARECIDOS / PADRES DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON FERNANDO DE VALDÉS Y LLANO ARZOBISPO DE GRANADA, PRESIDENTE DE CASTILLA. YACEN ANSIMESMO EL ILUSTRÍSIMO / SEÑOR DON JUAN QUEIPO DE LLANO OBISPO DE GUADIX, Y CORIA, SU NIETO, Y SOBRINO DEL DICHO SR. PRESIDENTE, HIJO DE LOS / SEÑORES DIEGO GARCÍA QUEIPO DE LLANO Y TINEO Y DOÑA TERESA DE NAVIA Y SIERRA SU MUGER. ELIGIÓ ESTE ENTIERRO / POR DISPOSICIÓN DEL DICHO SEÑOR PRESIDENTE, EL SEÑOR DON ÁLVARO QUEIPO DE LLANO Y VALDÉS, CONDE DE TORENO / SU SOBRINO, Y DEL DICHO SEÑOR DIEGO GARCÍA, SEÑOR DE LA CASA DE LOS QUEIPOS, PATRÓN DESTA SANTA IGLESIA, CON PROYVI- / CIÓN QUE NO SE PUEDA ENTERRAR OTRA PERSONA, NI PONER BULTO MÁS QUE EL DEL DICHO SEÑOR OVISPO. FALLESCIÓ A 17 DE OCTUBRE AÑO DE 1643, DE HEDAD DE 44 AÑOS. FUE COLEGIAL DEL MAYOR DEL ARZOVISPO.» La mención de Álvaro Queipo por su título de conde de Toreno lleva a datar este epitafio después de 1659. G.M. de Jovellanos, op. cit., pp. 222-223; C. Miguel Vigil. op. cit. 1887, p. 314; F. Meléndez de Arvas, op. cit., p. 204, y Javier González Santos, «La iglesia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea: puntualizaciones histórico-artísticas a un edificio singular del Barroco asturiano», en La Maniega n.º 70 (1992), y 2.ª ed. ampliada (2009) en Tous pa Tous.
Oficio perpetuo que confería a los Quiñones —y a los condes de Toreno, sus sucesores— la custodia de la Real Cárcel de Ponferrada, sita en la calle del Reloj (junto a la torre que le da nombre y frente al convento de las Concepcionistas). Este magnífico edificio, construido entre 1565 y 1572, es actualmente la sede del Museo del Bierzo, y está blasonado con las armas reales, las de la ciudad y las del conde de Toreno (véase la fotografía que ilustra el suelto «La rama familiar de los condes de Toreno», en el Diario de León (6 de agosto de 2012, archivado en 2014 en la Wayback Machine).
Algún autor confunde el oficio de alcaide de la Real Cárcel de Ponferrada con el de alguacil mayor de la villa, también perpetuo, pero eran distintos. A fines del siglo XVIII el alguacilazgo pertenecía a Joaquín de Samaniego, marqués de Valverde de la Sierra, según refieren el Conde de los Acevedos y Javier Gómez de Olea y Bustinza en su artículo «Los Condes de Torrejón», en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, vol. V (años 1998-1999, pp. 185-268), pp. 239-240.
Pero tal vez sí era el mismo oficio que la alcaidía de la Real Fortaleza de Ponferrada, enajenada en 1558 al precio de 16.000 ducados en favor del III marqués de Villafranca, quien la renunció en su hermano García de Toledo, virrey de Cataluña. Antonio Jiménez Estrella, «El precio de las almenas: ventas de alcaidías de fortalezas reales en época de los Austrias», en Revista de Historia Moderna n.º 22 (2004, pp. 7-74), pp. 16, 29 y 44, con remisión al AGS, Contaduría del Sueldo, 2.ª serie, leg. 380.
La suegra de Fernando Queipo de Llano era hija de Juan Isidoro de Arce Zapata y Ayala, caballero de Calatrava, alguacil mayor de La Roda, donde nació en 1695, y de Francisca de Valdés y Fernández de Córdoba, natural de Sevilla, que casaron en Almadén año de 1723; nieta de Juan Victoriano de Arce y Carrasco, natural de La Roda, y de Isabel María de Ayala Ladrón de Guevara, que lo era de Hontanaya, y materna de Diego de Valdés Girón y Araque, señor de la Villa del Cerro, caballero de Santiago, del Consejo de Hacienda, oidor de Sevilla, superintendente de las Reales Minas de Almadén, natural de Pozoamargo, y de Luisa Eusebia de Córdoba Lasso de la Vega y Veintimilla, que lo era de Málaga, de los marqueses del Vado del Maestre. La casa de los Arce de La Roda recayó en los condes de Villaleal y en los de Pinohermoso (después duques). Véanse Antonio Ramos, Descripción genealógica de la casa de Aguayo (Málaga, 1781), pp. 181-183; Luis Vilar y Pascual, Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española, tomo V (Madrid, 1860), pp. 18-19; Rafael M.ª Girón Pascual, «Valdés Girón, Señores del Cerro» y «Arce: rama de La Roda (Albacete)», ambos publicados en la antigua web ABCgenealogía.com y archivados (2020) en la Wayback Machine, así como la la base genealógica Elpicazo.net, también archivada (2016) en la Wayback Machine.
Su esquela, en el ABC del 26 de febrero de 2002, p. 79.
Gacetilla en el ABC del 7 de junio de 1988, p. 47.
Ofició esta boda el cardenal Bueno Monreal. Gacetilla en el ABC de Sevilla del 12 de julio de 1960, p. 24.
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Tuvo por tanto este señor, sucesivamente, los tratamientos de frey y de fray (además del de don que le correspondía por nacimiento).